Caracas, 15 Ago. AVN.- Hoy 15 de agosto dejó de existir en esta ciudad, el periodista Freddy Balzán Morrel, quien fuera director de la agencia de noticias Venpres y recordado dirigente gremial de los trabajadores de la prensa.
Desde muy joven, Balzán compartió las labores de reportero radial con su actividad política.
Sus valientes denuncias y reportes sobre desapariciones y secuestros por parte de los cuerpos de seguridad de los gobiernos de la Cuarta República, salvaron la vida, en más de una ocasión, a revolucionarios capturados.
A principios de los años 70 ejerció la corresponsalía de la agencia cubana de noticias Prensa Latina, en Caracas, que compartió con las exigencias gremiales que le demandaba la Secretaria General del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP).
Desde este puesto de lucha sostuvo destacadas confrontaciones con los grandes diarios capitalinos por una mejor condición de vida de los trabajadores.
En octubre de 1976 revela al mundo la identidad de los dos fotógrafos venezolanos, Hernán Ricardo y Freddy Lugo, responsables materiales de la voladura del avión de Cubana de Aviación, en la que perdieron la vida 73 personas, por orden del agente de la CIA, Luis Posada Carriles.
Y días después en una actitud gremial y principista sin precedentes, promueve la expulsión del SNTP de ambos fotógrafos.
Al final de la década de los 70 y principios de los 80, Balzán se une a la Naciente Revolución Sandinista, a la cual le dedicó diez años de su vida.
De regreso a nuestro país, se dedicó a la actividad periodística con su programa “De cara al pueblo”en una emisora popular y tiempo después asumió por corto tiempo la dirección general de la antigua agencia de noticias Venpres, antecesora de AVN.
Posteriormente, en septiembre de 2003, Balzán fue designado por el presidente Chávez como Embajador en la República de Argentina, cargo que ocupó hasta septiembre de 2005.
De regreso a Venezuela, ejerció el periodismo radiofónico, hasta hoy, cuando la muerte lo separa del seno de su familia y de su país, donde a pesar de su ausencia física, permanecerán vigentes su consecuencia revolucionaria y los principios de igualdad, justicia y dignidad que siempre defendió.
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