Chavez en la web

lunes, septiembre 26, 2011




Carta del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, al Secretario General de las Naciones Unidas 
Su Excelencia
Ban Ki-Moon
Secretario General
Organización de las Naciones Unidas
Señor Secretario General:
Distinguidos representantes de los pueblos del mundo:
Dirijo estas palabras a la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, a este gran foro donde están representados todos los pueblos de la tierra, para ratificar, en este día y en este escenario, el total apoyo de Venezuela al reconocimiento del Estado palestino: al derecho de Palestina a convertirse en un país libre, soberano e independiente. Se trata de un acto de justicia histórico con un pueblo que lleva en sí, desde siempre, todo el dolor y el sufrimiento del mundo.
El gran filósofo francés Gilles Deleuze, en su memorable escrito La grandeza de Arafat, dice con el acento de la verdad: La causa palestina es ante todo el conjunto de injusticias que este pueblo ha padecido y sigue padeciendo. Y también es, me atrevo agregar, una permanente e indoblegable voluntad de resistencia que ya está inscrita en la memoria heroica de la condición humana. Voluntad de resistencia que nace del más profundo amor por la tierra. Mahmud Darwish, voz infinita de la Palestina posible, nos habla desde el sentimiento y la conciencia de este amor: No necesitamos el recuerdo/ porque en nosotros está el Monte Carmelo/ y en nuestros párpados está la hierba de Galilea./ No digas: ¡si corriésemos hacia mi país como el río!/ ¡No lo digas!/ Porque estamos en la carne de nuestro país/ y él está en nosotros.
Contra quienes sostienen, falazmente que lo ocurrido al pueblo palestino no es un genocidio, el mismo Deleuze sostiene con implacable lucidez: En todos los casos se trata de hacer como si el pueblo palestino no solamente no debiera existir, sino que no hubiera existido nunca. Es, cómo decirlo, el grado cero del genocidio: decretar que un pueblo no existe; negarle el derecho a la existencia.
A propósito, cuánta razón tiene el gran escritor español Juan Goytisolo cuando señala contundentemente: La promesa bíblica de la tierra de Judea y Samaria a las tribus de Israel no es un contrato de propiedad avalado ante notario que autoriza a desahuciar de su suelo a quienes nacieron y viven en él. Por eso mismo, la resolución del conflicto del Medio Oriente pasa, necesariamente, por hacerle justicia al pueblo palestino; éste es el único camino para conquistar la paz.
Duele e indigna que quienes padecieron uno de los peores genocidios de la historia, se hayan convertido en verdugos del pueblo palestino: duele e indigna que la herencia del Holocausto sea la Nakba. E indigna, a secas, que el sionismo siga haciendo uso del chantaje del antisemitismo contra quienes se oponen a sus atropellos y a sus crímenes. Israel ha instrumentalizado e instrumentaliza, con descaro y vileza, la memoria de las víctimas. Y lo hace para actuar, con total impunidad, contra Palestina. De paso, no es ocioso precisar que el antisemitismo es una miseria occidental, europea, de la que no participan los árabes. No olvidemos, además, que es el pueblo semita palestino el que padece la limpieza étnica practicada por el Estado colonialista israelí.
Quiero que se me entienda: una cosa es rechazar al antisemitismo, y otra muy diferente aceptar pasivamente que la barbarie sionista le imponga un régimen de apartheid al pueblo palestino. Desde un punto de vista ético, quien rechaza lo primero, tiene que condenar lo segundo.
Una digresión necesaria: es francamente abusivo confundir sionismo con judaísmo; no pocas voces intelectuales judías, como las de Albert Einstein y Erich Fromm, se han encargado de recordárnoslo a través del tiempo. Y, hoy por hoy, es cada vez más numerosa la ciudadanía consciente que, en el propio Israel, se opone abiertamente al sionismo y a sus prácticas terroristas y criminales.
Hay que decirlo con todas sus letras: el sionismo, como visión del mundo, es absolutamente racista. Estas palabras de Golda Meir, en su aterrador cinismo, son prueba fehaciente de ello: ¿Cómo vamos a devolver los territorios ocupados? No hay nadie a quien devolverlo. No hay tal cosa llamada palestinos. No era como se piensa que existía un pueblo llamado palestino, que se considera él mismo como palestino y que nosotros llegamos, los echamos y les quitamos su país. Ellos no existían.
Necesario es hacer memoria: desde finales del siglo XIX, el sionismo planteó el regreso del pueblo judío a Palestina y la creación de un Estado nacional propio. Este planteamiento era funcional al colonialismo francés y británico, como lo sería después al imperialismo yanqui. Occidente alentó y apoyó, desde siempre, la ocupación sionista de Palestina por la vía militar.
Léase y reléase ese documento que se conoce históricamente como Declaración de Balfour del año 1917: el Gobierno británico se arrogaba la potestad de prometer a los judíos un hogar nacional en Palestina, desconociendo deliberadamente la presencia y la voluntad de sus habitantes. Hay que acotar que en Tierra Santa convivieron en paz, durante siglos, cristianos y musulmanes, hasta que el sionismo comenzó a reivindicarla como de su entera y exclusiva propiedad.
Recordemos que, desde la segunda década del siglo XX, el sionismo, aprovechando la ocupación colonial británica de Palestina, comenzó a desarrollar su proyecto expansionista. Al concluir la Segunda Guerra Mundial, se exacerbaría la tragedia del pueblo palestino, consumándose la expulsión de su territorio y, al mismo tiempo, de la historia. En 1947 la ominosa e ilegal resolución 181 de Naciones Unidas recomienda la partición de Palestina en un Estado judío, un Estado árabe y una zona bajo control internacional (Jerusalén y Belén). Se concedió, vaya qué descaro, el 56% del territorio al sionismo para la constitución de su Estado. De hecho, esta resolución violaba el derecho internacional y desconocía flagrantemente la voluntad de las grandes mayorías árabes: el derecho de autodeterminación de los pueblos se convertía en letra muerta.
Desde 1948 hasta hoy, el Estado sionista ha proseguido con su criminal estrategia contra el pueblo palestino. Para ello, ha contado siempre con un aliado incondicional: los Estados Unidos de Norteamérica. Y esta incondicionalidad se demuestra a través de un hecho bien concreto: es Israel quien orienta y fija la política internacional estadounidense para el Medio Oriente. Con toda razón, Edward Said, esa gran conciencia palestina y universal, sostenía que cualquier acuerdo de paz que se construya sobre la alianza con EEUU será una alianza que confirme el poder del sionismo, más que confrontarlo.
Ahora bien: contra lo que Israel y Estados Unidos pretenden hacerle creer al mundo, a través de las transnacionales de la comunicación, lo que aconteció y sigue aconteciendo en Palestina, digámoslo con Said, no es un conflicto religioso: es un conflicto político, de cuño colonial e imperialista; no es un conflicto milenario sino contemporáneo; no es un conflicto que nació en el Medio Oriente sino en Europa.
¿Cuál era y cuál sigue siendo el meollo del conflicto?: se privilegia la discusión y consideración de la seguridad de Israel, y para nada la de Palestina. Así puede corroborarse en la historia reciente: basta con recordar el nuevo episodio genocida desencadenado por Israel a través de la operación "Plomo Fundido" en Gaza.
La seguridad de Palestina no puede reducirse al simple reconocimiento de un limitado autogobierno y autocontrol policíaco en sus "enclaves" de la ribera occidental del Jordán y en la franja de Gaza, dejando por fuera no sólo la creación del Estado palestino, sobre las fronteras anteriores a 1967 y con Jerusalén oriental como su capital, los derechos de sus nacionales y su autodeterminación como pueblo, sino, también, la compensación y consiguiente vuelta a la Patria del
50% de la población palestina que se encuentra dispersa por el mundo entero, tal y como lo establece la resolución 194.
Es increíble que un país (Israel) que debe su existencia a una resolución de la Asamblea General, pueda ser tan desdeñoso de las resoluciones que emanan de las Naciones Unidas, denunciaba el padre Miguel D'Escoto cuando pedía el cese de la masacre contra el pueblo de Gaza, a finales de 2008 y principios de 2009.
Señor Secretario General y distinguidos representantes de los pueblos del mundo:
Es imposible ignorar la crisis de Naciones Unidas. Ante esta misma Asamblea General sostuvimos, en el año 2005, que el modelo de Naciones Unidas se había agotado. El hecho de que se haya postergado el debate sobre la cuestión palestina, y que se le esté saboteando abiertamente, es una nueva confirmación de ello.
Desde hace ya varios días, Washington viene manifestando que vetará en el Consejo de Seguridad lo que será resolución mayoritaria de la Asamblea General: el reconocimiento de Palestina como miembro pleno de la ONU. Junto a las Naciones hermanas que conforman la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), en la Declaración de reconocimiento del Estado palestino, hemos deplorado, desde ya, que tan justa aspiración pueda ser bloqueada por esta vía. Como sabemos, el imperio, en éste y en otros casos, pretende imponer un doble estándar en el escenario mundial: es la doble moral yanqui que viola el derecho internacional en Libia, pero permite que Israel haga lo que le dé la gana, convirtiéndose así en el principal cómplice del genocidio palestino a manos de la barbarie sionista. Recordemos unas palabras de Said que meten el dedo en la llaga: Debido a los intereses de Israel en Estados Unidos, la política de este país en torno a Medio Oriente es, por tanto, israelocéntrica.
Quiero finalizar con la voz de Mahmud Darwish en su memorable poema Sobre esta tierra: Sobre esta tierra hay algo que merece vivir: sobre esta tierra está la señora de/ la tierra, la madre de los comienzos, la madre de los finales. Se llamaba Palestina. Se sigue llamando/ Palestina. Señora: yo merezco, porque tú eres mi dama, yo merezco vivir.
Se seguirá llamando Palestina: ¡Palestina vivirá y vencerá! ¡Larga vida a Palestina libre, soberana e independiente!

Hugo Chávez Frías
Presidente de la República Bolivariana de Venezuela

Con Damián Fossi, Nerissa Aguilera y otros panas dando testimonios sobre el hacker venezolano que nos salvó del efecto Y2K
"Ver para Creer", documental sobre Venehacker

ViveTV



Canciller cubano: Palestina debe estar en ONU, con veto de EEUU o sin él (+ Video)

26 SEPTIEMBRE 2011 tomado de cuba debate
El Canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla en ONU
El Canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla en ONU
DISCURSO DEL MINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES BRUNO RODRÍGUEZ, EN EL DEBATE GENERAL DEL 66 PERÍODO DE SESIONES DE LA ASAMBLEA GENERAL DE LA ONU. NUEVA YORK, 26 DE SEPTIEMBRE DEL 2011.
Señora Presidenta:
Me complace dar la bienvenida al Gobierno de Sudán del Sur como Estado miembro de la Organización de las Naciones Unidas.
Me sumo al llamado de los líderes africanos a dar una respuesta internacional urgente y efectiva a la hambruna en el Cuerno de África.
Señora Presidenta:
Mientras aquí deliberamos, transcurre en Libia otra “guerra preventiva”, con el pretexto de “la protección de civiles”. Los Estados Unidos y la  OTAN, supuestamente para evitar una masacre, atacaron militarmente a un Estado soberano, sin que mediara amenaza alguna a la paz y la seguridad internacionales y desataron una operación de “cambio de régimen”.
La OTAN impuso al Consejo de Seguridad una cuestionable resolución que autorizó “a los Estados Miembros …a que, actuando a título nacional o por conducto de organizaciones o acuerdos regionales.., adopten todas las medidas necesarias, para proteger a los civiles y a las zonas pobladas por civiles que estén bajo amenaza de ataque”.
Después, se produjo la violación de esta misma resolución, por parte de la OTAN, para suministrar armamento, financiar a una parte y desplegar personal operativo y diplomático en el terreno.
Ahora todos comprenden mejor qué es y para qué puede usarse la “responsabilidad de proteger”.
En esta guerra, además del empleo de las tecnologías militares más avanzadas y letales, los medios de comunicación han sido utilizados como armas en combate por los emporios financiero-mediáticos que lucran con la guerra y la reconstrucción como instrumentos anti-crisis.
Tan temprano como el 21 de febrero, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruzhabía advertido que la OTAN preparaba, de manera inevitable, una guerra contra Libia. Desde entonces, fue infatigable la defensa por Cuba, no de un gobierno, sino de un principio: es inaceptable el asesinato de miles de personas inocentes con el dudoso objetivo de proteger a otros civiles. La historia demuestra también con elocuencia que la paz no puede imponerse ni por la guerra ni por la fuerza.
Sólo corresponde al pueblo libio determinar sus destinos, sin intervención extranjera, en ejercicio del derecho a la autodeterminación, a la independencia, a la soberanía sobre sus recursos naturales y a la integridad de su territorio.
La intervención militar en Libia y la creciente amenaza a Siria han sido las respuestas oportunistas y defensivas de Estados Unidos y de Europa al colapso de su sistema de dominación y saqueo en África Norte y Medio Oriente, al surgimiento de movimientos genuinamente populares en Túnez, Egipto y otros países; para asegurarse grandes reservas de petróleo, agua y confiscar activos financieros en tiempos de crisis económica y social global.
Corresponde a esta Asamblea General ejercer todas sus facultades para impedir que se desate una agresión militar contra Siria. La opinión pública debe recibir información objetiva y expresarse contra la guerra.
Señora Presidenta:
El presidente Barack Obama, en sus amenazadores, engañosos y retóricos discursos del 20 y 21 de septiembre pasados, proclamó lo ocurrido en Libia como un nuevo modelo. Dijo que, y cito, “esta es la manera en que la comunidad internacional debe trabajar en el siglo XXI –más naciones están asumiendo la responsabilidad y los costos del enfrentamiento a los desafíos globales. De hecho, este es el verdadero propósito de las Naciones Unidas. Por tanto, cada una de las naciones representadas aquí hoy puede sentirse orgullosa de las vidas inocentes que nosotros salvamos y de haber ayudado a los libios a recuperar su país. Lo que se hizo, fue lo correcto”.
Por su parte, un alto funcionario de la Casa Blanca, escribe en la revista Foreign Affairs, que “la nueva estrategia de Estados Unidos es más eficaz y menos costosa.., la del gobierno de Bush considera la ocupación.., la de Obama es una liberación nacional… La estrategia de la intervención militar en Libia podría aplicarse también en otros casos”.
Con todo cinismo, se alude a una agresión militar sin bajas, ni tropas terrestres, cuyos costos recaen fundamentalmente en Europa. A la desestabilización de un país mediante la subversión, las operaciones encubiertas y las sanciones económicas se le llama, en esta doctrina, “desarrollo de un movimiento nacional”.
Este nuevo modelo de operaciones de “cambio de régimen” demuestra que las actuales doctrinas militares de los Estados Unidos y de la OTAN son aun más agresivas que las precedentes y que la llamada “periferia euroatlántica” abarca al resto del planeta.
Nadie podría tener dudas de que América Latina y el Caribe están incluidos en esta concepción. El redespliegue de la IV Flota, el desarrollo de bases, fuerzas y medios militares para intervenir en cualquier punto de la región; el golpe de estado contra Venezuela del 2002 y luego el golpe petrolero; la sedición en Santa Cruz en Bolivia, el golpe militar en Honduras y el intento de golpe en Ecuador encajan perfectamente en la “nueva estrategia”.
¿Pueden hoy dar garantías Estados Unidos y la OTAN de que el uso de la fuerza y este concepto de “cambio de régimen”, no es aplicable en el caso de los países de la América Latina y el Caribe que no se sometan a sus intereses? ¿Puede decir algo al respecto la Unión Europea? ¿Qué harían las Naciones Unidas en esa eventual situación?
Señora Presidenta:
La debilidad de la economía global, en particular la de Estados Unidos y Europa, sigue mostrando que la crisis económica iniciada en el año 2008 no ha sido superada.
En los países desarrollados, el peso terrible de sus consecuencias se descarga sobre los trabajadores, los desempleados, los inmigrantes y los pobres, a quienes se reprime brutalmente cuando defienden pacíficamente sus derechos.
Los países del Sur, siempre expoliados, padecemos las distorsiones de un orden económico mundial que excluye nuestros intereses legítimos. Sufrimos el impacto terrible del proteccionismo y del sostenido incremento de los precios de los alimentos y los hidrocarburos.  Las poblaciones de muchos países en desarrollo son víctimas del agotamiento del modelo económico neoliberal y de sus secuelas de saqueo y exclusión. Las consecuencias sociales y políticas se sienten en todos los continentes.
Señora Presidenta:
En las circunstancias de una crisis económica global y del agotamiento de los recursos naturales del planeta, ¿cuál será la respuesta de las fuerzas extremistas de derecha que están o lleguen al poder como resultado del castigo y la desesperanza de los electores?
Frente al creciente y universal peligro de la guerra, de un nuevo reparto del mundo  y del cambio climático,¿podremos actuar unidos los países del Sur como condición indispensable para salvarnos?
Ante tantos y serios peligros, América Latina y el Caribe, la de Bolívar y Martí, se integra, resuelta a hacer lo que ellos dejaron sin terminar.  No se podrá dividirnos ni enfrentarnos. El ALBA es un pequeño pero moralmente poderoso haz de pueblos y la nueva Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños es un hecho. Toda la fuerza de los Andes se expresará pronto en una Cumbre que será un parto histórico en Caracas, el epicentro de la independencia americana, donde un pueblo bolivariano ha conquistado el poder y un líder continental, el Presidente Hugo Chávez Frías, se agiganta.
Más que nunca, hay que defender a las Naciones Unidas, pero el mayor desafío es convertirlas en una organización que sirva a los intereses legítimos de todos los Estados, en vez de a las arbitrariedades y abusos de unos pocos países ricos y poderosos. Hay que hacer prevalecer el Derecho Internacional y los Propósitos y Principios de la Carta ante la fuerza bruta que intenta barrerlos.
Es necesario restablecer el papel rector de esta Asamblea y refundar el Consejo de Seguridad.
Señora Presidenta:
La Asamblea General tiene la ineludible obligación moral, política y jurídica de garantizar el reconocimiento de un Estado palestino independiente, en las fronteras anteriores a 1967 y con capital en Jerusalén Oriental, como Miembro pleno de la Organización de las Naciones Unidas.
Debe hacerlo con o sin el Consejo de Seguridad, con veto norteamericano o sin él, con o sin nuevas negociaciones de paz.
Si se reconoce el derecho inalienable del pueblo palestino a la independencia, la soberanía y la autodeterminación; si se reconoce que hay que restablecer el ejercicio de los derechos humanos de los palestinos; si se acepta que el bloqueo a Gaza, la coerción económica, y la segregación que simboliza el infame muro, son crímenes; si el sometimiento de una nación a condiciones que amenazan su existencia tipifica como genocidio,  si es que los Estados Miembros deben adoptar todas las medidas lícitas a su alcance para garantizar la protección de los civiles palestinos, la Asamblea General debe actuar ahora.
Cuba, de la que es parte una pequeña comunidad hebrea,  condena asimismo la injusticia histórica del antisemitismo, el crimen contra la Humanidad que fue el Holocausto y reconoce también el derecho del Estado de Israel a su existencia. Nuestro pueblo sólo alberga sentimientos de fraternidad hacia el pueblo israelita también víctima de este conflicto.
Igual proclama que Estados Unidos tiene la obligación moral, política y jurídica de cesar el veto continuo a las resoluciones del Consejo de Seguridad destinadas a proteger a los civiles palestinos.
La Unión Europea debiera oponerse a ese veto y abstenerse de apoyar al imperio en la presión brutal que ejerce sobre los Miembros de esta Asamblea y del propio Consejo. Debiera Europa denunciar también, porque es cierto y justo, que esos crímenes no estarían ocurriendo sin el suministro militar, el sostén financiero y la impunidad que Estados Unidos garantiza al gobierno de Israel.
Señora Presidenta:
El 11 de septiembre del 2001, los cubanos compartimos el dolor del pueblo norteamericano ante aquellos atroces actos terroristas y le ofrecimos solidaridad, aliento y cooperación desinteresada. Como siempre,Cuba se expresó entonces, con meridiana claridad, contra el terrorismo y contra la guerra.
Diez años después, el mundo es aun más inseguro porque, en vez de convertir el consenso mundial contra el terrorismo en un sistema de cooperación internacional para hacerle frentelos Estados Unidos han invadido y ocupado a Iraq y Afganistán, provocado la muerte de cientos de miles de personas y el sufrimiento de decenas de millones.
No pudo ocultarse el uso del engaño, la tortura, los asesinatos o ejecuciones extrajudiciales, la desaparición de personas, las detenciones arbitrarias, los vuelos y las cárceles secretas de la CIA en Europa y otras regiones.
El gobierno de Estados Unidos ofende la memoria de las víctimas del 11 de septiembre, cuando mantiene en prolongado e inhumano encarcelamiento a los cinco luchadores antiterroristas cubanos,condenados injustamente a penas de máxima severidad, en procesos judiciales espurios, por buscar información sobre la actividad terrorista de grupos que han operado con absoluta impunidad, desde territorio norteamericano, contra Cuba y provocado la muerte o discapacidad de 5577 de nuestros ciudadanos.
Insto respetuosamente, una vez más, al Presidente Obama a que use sus facultades para ponerlos en libertad como acto de justicia o gesto humanitario que sería apreciado profundamente por sus hijos, esposas, madres, padres y por todo nuestro pueblo.
Señora Presidenta:
El gobierno cubano reitera su disposición e interés en avanzar hacia la normalización de relaciones con los Estados Unidos. Reitero hoy la propuesta de iniciar un diálogo dirigido a la solución de los problemas bilaterales, incluidos los asuntos humanitarios, igual que la oferta de negociar acuerdos de cooperación contra el narcotráfico, el terrorismo, el tráfico de personas, los desastres naturales y la protección del medio ambiente, incluso frente a derrames de petróleo como el ocurrido en la plataforma de la British Petroleum, en el Golfo de México.
Sabemos, sin embargo, que la carrera electoral ya ha comenzado en este país, mientras la economía se agrava.
El bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba se intensifica y alcanza ya daños acumulados por 975 miles de millones de dólares, al valor actual del oro. El intento de subvertir el orden constitucional elegido libremente por los cubanos se acentúa.
Aumenta la presión de la ultraderecha y de la mafia de origen cubano para revertir las mínimas acciones adoptadas por el gobierno norteamericano que favorecen, en alguna medida, los vínculos de la emigración cubana con su Nación y los intercambios entre ambos pueblos.
En Cuba, el presidente Raúl Castro Ruz ha reiterado que continuaremos cambiando, de manera soberana, todo lo que deba ser cambiado, para hacer más eficiente nuestra economía y mejor nuestro socialismo. Para “conquistar toda la justicia” y preservar plena toda nuestra independencia.
Como quería Martí, “antes que cejar en el empeño de hacer libre y próspera a la Patria, se unirá el mar del Sur al mar del Norte y nacerá una serpiente de un huevo de águila”.
Muchas gracias.

Intervención de Bruno Rodríguez en la Asamblea General de la ONU


Lo que está en crisis es un modelo de colaboración de clases

Lun 19/09/2011


Chavismo mural.jpg

Por: 
 Miguel Angel Hernández* (USI)
Atalaya Revolucionaria
El país atraviesa por una profunda crisis que se expresa en todos los ámbitos del acontecer nacional, esto es algo que se puede palpar en la vida cotidiana de la mayoría de los venezolanos. Lo constatamos a diario en el alto costo de la vida, los bajos salarios, los severos problemas del suministro eléctrico, la falta de vivienda, deterioro de las vías de comunicación, falta de agua, desabastecimiento de algunos rubros alimenticios; todas éstas son evidencias de una crisis que cuyos efectos padece el pueblo venezolano, sobre todo la mayoría empobrecida y explotada.
En 12 largos años de gobierno chavista, las esperanzas que en un primer momento tuvo un grueso sector del pueblo y los trabajadores se han trocado en decepción, hastío, y en una decisión mayoritaria de movilizarse por las reivindicaciones postergadas e incumplidas.
A esta erosión del apoyo popular que ya el gobierno viene sufriendo desde hace algunos años, se suma ahora la grave enfermedad que padece el Presidente de la República. El carácter de su liderazgo le da a este hecho una gran importancia política, especialmente en esta etapa en la que el agotamiento del modelo se hace cada vez más visible.
Para sacar las necesarias conclusiones, cabe entonces preguntarse: ¿qué es lo que está en crisis en el país? La respuesta a esta pregunta es clave para no repetir los errores que nos han traído hasta la dramática situación que hoy atravesamos.
Los partidos de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) atribuyen la crisis del país a los efectos de las políticas del supuesto “socialismo del siglo XXI”. Su crítica a Chávez se reduce a atacar al “comunismo”, mientras defienden las bondades del capitalismo. Aprovechan el desastre de la actual gestión para desprestigiar las verdaderas ideas socialistas, confundiéndolas con los desatinos del chavismo. Pero estos partidos ya gobernaron. Los venezolanos conocemos a la mayoría de los políticos que integran a la dirigencia de la MUD. Son los mismos que se arrodillaron durante más de 40 años al imperialismo, reprimían a los luchadores sociales y a la izquierda, cometiendo toda clase de violaciones a los derechos humanos. No debemos olvidar que son los responsables de la masacre perpetrada contra el pueblo en El Caracazo, desatando una represión asesina en contra de miles de venezolanos.
Pero la realidad es otra, el chavismo no representa un proyecto revolucionario ni socialista. Lo que está en crisis es un modelo de colaboración de clases, fundamentado en la idea de que el pueblo puede mejorar su condición aliándose con los explotadores de siempre. Un proyecto de alianza con sectores empresariales. El presidente Chávez se esfuerza todos los días en convencernos de que se pueden conciliar los intereses del pueblo y los trabajadores con los de los empresarios y boliburgueses, enriquecidos al amparo del control del aparato del Estado y de la renta petrolera.
En rigor, los grandes triunfadores con este modelo político, económico y social, han sido los banqueros, los importadores, el sector de telecomunicaciones, y las grandes transnacionales petroleras asociadas a PDVSA a través de las empresas mixtas.
En otros artículos presentamos los datos que corroboran esta afirmación. El último informe del BCV refleja que fueron estos sectores los más beneficiados por el crecimiento de la economía, en detrimento de otros, como la industria manufacturera.
Un gobierno que se autodefine como “socialista”, tiene como fundamental base de apoyo a dos de las áreas menos productivas del capitalismo (bancos e importadores), y a dos de los sectores más transnacionalizados (telecomunicaciones y petróleo). Esa es la realidad sin la máscara roja del discurso oficial.
El mismo presidente Chávez ha dicho en distintas ocasiones que no tiene un plan para acabar con la empresa privada, y ha exhortado a los empresarios a colaborar con el gobierno. En un encuentro con empresarios agroindustriales celebrado en Caracas el pasado 27 de julio, Chávez dijo: “Yo los invito a hacer empresas mixtas, a sumar esfuerzos”, y le lanzó la siguiente confesión a los capitalistas venezolanos: “Nosotros los necesitamos a ustedes y ustedes a nosotros”.
A este coro de colaboración de clases se suma un sector de la izquierda que considera que de la mano con empresarios y supuestos militares progresistas, y mediante la acumulación de algunas reformas en el marco capitalista se llegará al socialismo. Esta concepción es la que en términos clásicos se denomina reformista.
El que mejor representa estas posiciones, por su larga tradición, es el PCV, ya que desde 1935 hace de la colaboración de clases su eje programático. En el reciente congreso de ese partido se ratifica la política de alianzas lanzada por la burocracia de la Urss hace más de 75 años.
Oscar Figuera, secretario general del PCV afirmó en julio de 2008 que “la alianza antiimperialista está constituida por un amplio abanico de intereses y sectores de clases que pugnan por dirigir, de acuerdo a sus intereses, la lucha por la liberación nacional. Incluso, participan de estas fuerzas sectores de la burguesía que forman parte de esa alianza antiimperialista”.
El reformismo, incluso sus sectores más críticos al modelo chavista, ha mostrado su bancarrota al no tener nada que ofrecer como salida a la crisis, y continuar confiando en Chávez. Atribuyen los problemas a la burocracia gubernamental, y a supuestos sectores “infiltrados” en la revolución.
En cambio, para nosotros, la crisis del modelo de colaboración de clases que ha impulsado el chavismo pone en evidencia de manera dramática la necesidad de trascender el capitalismo si verdaderamente nos proponemos superar los graves problemas que padecen las mayorías populares y obreras. No podemos confiar en quienes gobernaron durante décadas en la época del bipartidismo, o quienes desde 1998 administran el capitalismo para favorecer al sector financiero y comercial, para que saquen al país de la crisis. Sólo el pueblo salva al pueblo, de ahí la necesidad de que los trabajadores y las organizaciones populares nos movilicemos en defensa de nuestros derechos, y empecemos a postular propuestas propias frente a la crisis.
Para los empresarios y el gobierno, salir de la crisis pasa por devaluar la moneda, aumentar el IVA, aumentar los servicios y el transporte, liberar los precios de los alimentos, desmejorar los salarios; y entregar el petróleo, las industrias básicas, y la industria eléctrica a las transnacionales por la vía de las empresas mixtas. Esa fórmula en la que coinciden el gobierno y la MUD significa más explotación y más miseria para la mayoría del pueblo. Necesitamos una salida que exprese nuestras reivindicaciones como clase, por eso nuestro partido viene llamando a que los trabajadores impulsemos un plan nacional de emergencia, que parta de nacionalizar en un 100% el petróleo, eliminándose los contratos mediante los cuales se conformaron las empresas mixtas con transnacionales. Esos recursos petroleros que hoy se apropian los capitales imperialistas y la boliburguesía, tienen que garantizar un salario mínimo igual a la canasta básica, el respeto a los contratos colectivos, el impulso a una verdadera reforma agraria que dote de tierras y financiamiento a quienes la trabajan, así como el rescate de las empresas básicas bajo el control democrático de los trabajadores.
*Secretario general de la Unidad Socialista de Izquierda (USI)


Susto en las filas de Sarkozy

26 SEPTIEMBRE 2011 tomado de cuba debate
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La histórica victoria de los partidos de izquierda en las elecciones al Senado francés el domingo supone una “grave advertencia” para el partido gobernante, señaló hoy un ministro del gobierno del presidente francés, Nicolas Sarkozy. (Fuente: DPA) Reflejando el susto que ha comenzado a instalarse en las filas del extasiado mandatario con la intervención militar en Libia, el ministro de agricultura y organizador del programa electoral del gobernante partido, Bruno Le Maire, atribuyó la baja de los votos a las divisiones de la derecha y al malestar general en el país, donde la gente teme perder su trabajo y ver disminuido cada vez más el poder adquisitivo.
Al menos ha reconocido una parte de las profundas causas de una vaticinada derrota en unas elecciones para las que restan apenas siete meses. Quedó por decir, sin embargo, lo que cualquier francés sabe de sobre, y es que Sarkozy se ha visto rodeado por una cadena de escándalos de corrupción en altas esferas, que ha conducido ante tribunales a cercanos colaboradores y otros allegados, y en algunos casos con repercusiones internacionales. Inevitablemente tenía que erosionar su prestigio, y encima de ello hay que añadir el costo de tan desaforado protagonismo en la conspiración bélica para saquear las riquezas naturales libias.
Se comprende el susto, si los socialistas de la oposición y otras facciones de la izquierda le arrebataron en buena lid 26 asientos legislativos al conservador Unión para una Mayoría Popular y a los centristas, y se otorgaron así una mayoría de 348 escaños en la Cámara Alta, por primera vez en la historia de la Quinta República francesa, establecida en 1958.

OPINIÓN : EL USO INHUMANO DE LOS DERECHOS HUMANOS . LUIS BRITTO GARCÍA


EL USO INHUMANO DE LOS DERECHOS 

Los Estados son soberanos.

El artículo 1 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela pauta: "son derechos irrenunciables de la Nación la independencia, la libertad, la soberanía, la inmunidad, la integridad territorial y la autodeterminación nacional".

Nuestro Estado, que representa la soberanía inalienable del pueblo, tiene inmunidad contra las decisiones de otros Estados, y más contra las de órganos no soberanos. 

¿ES SOBERANA VENEZUELA? Pero una sentencia del Tribunal Supremo de Justicia suscrita el 17 de octubre de 2008 por Luisa Estela Morales contradice la Constitución al afirmar que "resulta imposible sostener una teoría de la inmunidad absoluta o afirmar en términos generales la inconstitucionalidad de las cláusulas arbitrales en contratos de interés general(…)". Como resultado, Venezuela está sometida a la condena por una sucursal del Banco Mundial llamada Ciadi en una veintena de demandas que superan el monto de sus reservas internacionales, y una Corte Interamericana de la OEA pretende anular las sentencias del mismo Tribunal Supremo y declarar inocentes a los corruptos.

VÍCTIMA ANTE TRIBUNAL DE VERDUGOS Estados Unidos, el principal violador de los Derechos Humanos en el mundo, no se somete a ningún juzgado internacional. Pero nosotros nos entregamos como mansas ovejas a Cortes influidas por Estados Unidos. Burócratas, jueces y árbitros extranjeros, que desconocen nuestras leyes y además se sienten competentes para declararlas nulas o carentes de efectos, juzgan y condenan sistemáticamente a Venezuela y a cualquier país progresistaSordos y mudos para las colosales hecatombes en Irak, Afganistán y Libia, drásticos magistrados que jamás tuvieron una palabra para condenar el genocidio de Argentina o Chile ni el del 27 de febrero de 1989 ni el golpe del 11 de abril ni el de Honduras ni el campo de concentración de Guantánamo, se atreven a incriminarnos.

SITUACIONES QUE AFECTEN SERIA Y GRAVEMENTE Los leguleyos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA durante las cuatro sangrientas décadas de la Cuarta República apenas procesaron cuatro denuncias sobre violaciones de Derechos Humanos en nuestro país (dos interpuestas por el terrorista Posada Carriles). Pero su Informe de 2010 achaca a Venezuela "situaciones que afecten seria y gravemente el goce y disfrute de los derechos fundamentales". Nos asignan la misma categoría que a Colombia, Honduras y Haití, países ocupados por bases estadounidenses, donde el enjuiciado debería ser Estados Unidos y no sus víctimas. Colocar a un país junto con los invadidos es preámbulo de la invasión.

ACUSACIONES FRAUDULENTAS ¿En qué basa la CIDH esta cuasi condena?La casi totalidad de sus pronunciamientos carecen de veracidad y validez porque se sustentan en denuncias presentadas por ONG´S apenas basadas en notas de medios de comunicación parcializados. Porque aducen como pruebas meras suposiciones, presunciones o profecías de hechos futuros, hipotéticos e inciertos, sustentándolas con expresiones tales como "habría", "podría", "sería". Porque intentan suplantar a las legítimas autoridades administrativas, judiciales y legislativas venezolanas decidiendo sobre cuestiones que no han sido sometidas a ellas, o condenando sentencias o leyes que expresan la soberana voluntad popular. Y porque casi nunca aportan datos precisos sobre lugar, fecha y protagonistas de los sucesos, ni pruebas fehacientes. Con tales procedimientos se podría condenar a Jesucristo. Fue lo que el tribunal de los fariseos hizo.

DERECHOS PARA LOS HUMANOS 
El imperialismo usa los Derechos Humanos para negar a los humanos sus derechos. Unasur y la Celac deben crear sus propios órganos defensores. Prescindamos de jueces y juzgados que niegan nuestra soberanía. Venezuela soberana no puede ser condenada, y menos por tribunal de fariseos.
Países en capilla ardienteLa condena de estos tribunales de organizaciones dominadas por el imperialismo es una sentencia de muerte que se ejecuta mediante invasión. Nicaragua fue condenada en la Corte Interamericana de Derechos Humanos por defenderse de contrarrevolucionarios que se decían misquitos, y ello desató durante casi una década la intervención masiva estadounidense a través de la “contra”. Libia fue expulsada del Consejo de Derechos Humanos de la ONU semanas antes de que reventara contra ella el genocidio de la OTAN, que ya ronda los 60.000 muertos. También han sido expulsados Siria e Irán, países contra los cuales llueven amenazas y quizá después lloverán bombas.Legítima defensaEl imperialismo usa los Derechos Humanos para negar a los humanos sus derechos. Venezuela soberana no puede ser juzgada, y menos por tribunal de fariseos. Como medida de legítima defensa, nuestros países deben denunciar y dejar sin efectos todos los tratados o instrumentos que los sometan a enjuiciamiento, valoración y condena por tribunales o árbitros internacionales de órganos dominados por potencias imperiales. Unasur y la Celac deben crear sus propios órganos defensores de los Derechos Humanos. Nuestros gobiernos deben prestar prioritaria atención a la defensa contra todas las acusaciones formuladas por organismos de cualquier índole en dicha materia y emprender una eficaz campaña informativa para propagar sus logros en la defensa de los Derechos Humanos las falsedades que en relación con ellos se le imputen. Deben, en fin, investigar, desenmascarar y exponer los posibles financiamientos externos de las potencias imperiales a las ONGs. Organismos financiados por potencias imperiales sólo deben denunciar las violaciones de los Derechos Humanos que esas potencias cometen.
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LA COLUMNA DE FERNANDO VILORIA


 

Fecha de publicación: 26/09/11

El Maestro Ambulante Fernando Viloria
“Si hay cansancio, jubílese, pero no se convierta en freno, no se convierta en obstáculo, no se convierta en estorbo. Hay mucho que hacer y esta tarea es de REVOLUCIONARIO. No basta con haber sido revolucionario ayer, hay que ser REVOLUCIONARIO HOY, hay que ser REVOLUCIONARIO MAÑANA. Y hasta incluso, se puede ser revolucionario NO ESTORBANDO, NO ESTORBANDO”. Fidel Castro Ruz SOLIDARIDAD CON PALESTINA; ¡Cuenta conmigo! De Luis Navarrete Orta, Poetas venezolanos en solidaridad con Palestina, Irak y Libano, editorial, el perro y la rana.
¿Qué harías tu
Cuando veas a un niño ensangrentado
Que ingresa a un hospital con las piernas partidas,
Si sabes que los que volaron su colegio
También tienen hijos en los colegios al otro lado de la frontera?
¿Qué harías tu para castigar al invasor y al genocida,
Qué harías para borrar de la faz de la tierra
A los crápulas que salvaron su voto,
Al gran frente mundial de las ambigüedades,
Al liderazgo de las inmensas cobardías?
ONU, HERRAMIENTA IMPERIAL; Lo ocurrido en la ONU, es una vergüenza para la humanidad, los EEUU y los sionazis, que gobiernan a Israel, se niegan a reconocer a Palestina como estado soberano, cuando para la creación del estado Israelí, la diferencia en la votación, fue solo de un voto; en el momento del esplendor imperial, ya que el mundo reconoce al pueblo palestino como originario de esas tierras y condena, al régimen de apartheid de Israel. LA MUDa, PERTENECE AL LIDERAZGO DE LAS INMENSAS COBARDIAS; Al conocer la postura del idiota que gobierna los EEUU, convocaron una rueda de prensa para defender al gobierno genocida de Israel, un gobierno que mantiene bajo su control la cárcel a cielo abierto más grande la de la humanidad, más de millón y medio de seres humanos, son sometidos a las mas bárbaras penurias de supervivencia; porque nada dijeron cuando el ejército israelí, asalto en aguas internacionales a la flotilla por la Paz, que solo pretendía llevar algo de solidaridad humanitaria al pueblo palestino; pero también callaron cobardemente cuando el ejército nazi de Israel, desarrollo la operación “Plomo Fundido” donde usaron armas prohibidas, contra escuelas, hospitales, depósitos de alimentos de la ONU. Se entiende que se trata de una orden sus amos, quienes llenan sus bolsillos con dinero sucio, por esos son apátridas. MENOS PAPEL (SMURFIT) Y MAS COMIDA; revisando periódicos de los años 90, conseguimos algunas sorpresas noticiosas; el diputado de la asamblea legislativa, Pedro José Anzola, denunciaba la visita sospechosa, del presidente de la comisión de ambiente del senado, quien había arribado a Portuguesa en una avioneta de Smurfit; un compatriota de Ospino conservacionista, de apellido Marín denuncia, que Smurfit había otorgado un premio en metálico a la UNELLEZ; Los Concejos municipales de Esteller y Guanare por unanimidad se pronunciaron contra los delitos de Smurfit; el diputado Héctor Gaester acusa a Smurfit de atentar contra las actividades agropecuarias, propias de la región; escolares de Morador y Tierra Buena, afectados por fumigaciones de helicópteros de Smurfit. Años estuvo la doctora Antonia Muñoz negando, que en Portuguesa hubiese latifundios, y nos decía, que en Portuguesa cabíamos todos; en Portuguesa y en Venezuela, no caven empresas depredadoras como Smurfit, por un problema de Soberanía.
 
Para:  UCCA.-PRES.- www.uncafeconangiolillo.com
Uribe ayudó a “gente de oposición” en Venezuela

CiudadCCS


Durante el gobierno del ex presidente Álvaro Uribe, el Ministerio del Interior de Colombia reclutó a ciudadanos de ese país “para trabajar con algunas personas de la oposición” en Venezuela.
Así se desprende de un correo electrónico de un funcionario del DAS (policía política) publicado por la revista colombiana Semana en su última edición.
La “ayuda” del gobierno de Uribe a venezolanos antichavistas aparece mencionada de soslayo, sin comentario alguno por parte de la revista, que resalta otro aspecto polémico del mismo correo electrónico, como es la revelación de las labores de espionaje e infiltración desplegadas por el DAS contra varios congresistas colombianos opuestos a Uribe.
El correo, reproducido por Semana, fue enviado por el funcionario del DAS, Jaime Cifuentes, al entonces director de fuentes de ese ente, William Romero, el 8 de mayo del año 2008.
Cifuentes escribe: “William, acabé de hablar con el jefe Tabares (jefe de Inteligencia) pues ha estado muy ocupado. Le socialicé el tema escalera (él se quedó con la carpeta ejecutiva) y le entregué a la mano el informe de GREX (grupo de recolección externo) sobre una fuente que usted dejó, firmado… Él estaba con un señor que al parecer trabaja con el Ministerio del Interior y el jefe Tabares me hizo el siguiente requerimiento: necesita seis personas con un perfil medio alto, profesionales en Relaciones Internacionales, Derecho y Ciencias Políticas, con el fin de colocarlas en las UTP de algunos congresistas y poder tener acceso a dichos blancos”.
El correo muestra, de seguidas, un fragmento relativo a Venezuela, que involucra nada menos que al entonces ministro del Interior de Uribe, Carlos Holguín.
“De igual forma necesita dos personas con perfil de conductor y oficios varios para que trabajen en Venezuela con algunas personas de la oposición. Necesita el listado de candidatos para mañana, pues la coordinación para colocarlos a trabajar la hace directamente el ministro del Interior, así que el requerimiento es urgente. Pienso que el tema debe abordarlo GREB (Grupo de Estudios Biográficos) y GREX”.
Es de esperar que esta revelación despierte aquí mayor interés que en Colombia. ¿Quiénes serían esas “personas de la oposición” venezolana a las cuales el gobierno de Uribe ayudó de esa manera? ¿Siguen aquí los colombianos reclutados por el DAS para trabajar con esos compatriotas opositores? ¿Para qué los necesitaban? ¿Alguien se sentirá aludido en la MUD? ¿Nos deben o no una explicación desde Bogotá?

¿Es el Partido-Movimiento una "Maquinaria en Movimiento"?
Distorsión burocrática de las líneas estratégicas del PSUV



Dadas las expectativas que aun existen por analizar los resultados de las asambleas de discusión de las llamadas cinco líneas estratégicas de acción política del PSUV (que ahora serán seis), es preciso salirle al paso a los síntomas más evidentes de asimilación y neutralización burocrática de la crítica radical a la lógica del partido-maquinaria, que se realizó luego de los problemáticos resultados del septiembre del año 2010.El 20 de diciembre de 2010, el propio Chávez en encuentro con la Dirección Nacional del PSUV, hizo un primer debate sobre las “Líneas Estratégicas de Acción Política” 2011-2012. Allí en presencia de Cilia Flores (primera vicepresidenta del PSUV), Elías Jaua Milano (vicepresidente Región Los Llanos), Nicolás Maduro (vicepresidente Región Sur), Francisco Ameliach (vicepresidente Región Centro Occidental); Aristóbulo Istúriz (vicepresidente Región Oriental), Diosdado Cabello (vicepresidente Región Central), Héctor Rodríguez, Carlos Escarrá, Jorge Rodríguez, Darío Vivas, Érika Farías, Freddy Bernal, Héctor Navarro, Jacqueline Faria, Luis Reyes, María Cristina Iglesías, Alí Rodríguez Araque, Ana Elisa Osorio, Antonia Muñoz, Noelí Pocaterra, Ramón Rodríguez Chacín, Tarek El Aissami, Yelitze Santaella y Rodrigo Cabezas, entre otros integrantes, Chávez señaló las razones por las cuales los años 2011 y 2012 serían cruciales para la Revolución Bolivariana:
La razón central de esta reunión es comenzar la discusión del contenido del documento denominado “Líneas Estratégicas de Acción Política” que es un borrador. Le hemos puesto atención e interés a un conjunto de ideas constructivas. Somos nosotros, desde la Dirección Nacional, con las bases del partido, constructores de una nueva realidad”.
Indicó Chávez que el documento contenía ideas fundamentales para acometer las tareas por llevar a cabo, entre 2011 y 2012, sobre la continuidad política de la Revolución Bolivariana:
Los próximos dos años serán cruciales para la Revolución Bolivariana. Así debe asumirlo la militancia y la directiva del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV)”.
Chávez planteó con claridad en aquellos momentos que “más allá del PSUV, tenemos que incrementar esfuerzos de reunificación de las fuerzas patrióticas, nacionalistas, rumbo al Polo Patriótico”. La interpretación del “más allá del PSUV” implicaba deslastrarse de la lógica del partido-maquinaria, superar cualquier tentativa impositiva del PSUV o de cualquiera de las organizaciones políticas que apoyan la revolución bolivariana, dejando atrás el sectarismo, el dogmatismo y el burocratismo, que tanto daño le han hecho históricamente a la construcción de esfuerzos unitarios para una gran plataforma de partidos revolucionarios, movimientos sociales, frentes, colectivos e individualidades denominado ahora “gran polo patriótico”, pero similar a otras experiencias continentales denominadas como “frente amplio revolucionario”.
De alguna manera, la conformación del “gran polo patriótico” es un objetivo superior y principal para abordar las tareas político-estratégicas del año 2012, que el mismo permite avanzar en la “profundización democrática” de la sociedad venezolana, para asegurar el “horizonte socialista”; puesto que de no hacerlo, sería retroceder no sólo al oscurantismo cavernario de la Cuarta República, sino incluso a una “democracia de baja intensidad”, controlada como protectorado neo-colonial de Washington.
Así mismo, Chávez en aquellos días de 2010 reiteró lo fundamental de realizar esfuerzos de “crítica y autocrítica”, de “debatir” sin perder de vista del objetivo superior y prioritario; en fin, llamó a un debate constructivo y con propuestas, que sume y multiplique en el proceso de acumulación de fuerzas revolucionarias, no que reste y divida a las mismas en un proceso suicida de debilitamiento.
Si hay un elemento ético-político que define la “militancia socialista”, es justamente la necesidad de debates honestos de ideas (no de descalificación entre personas, grupos o corrientes), entre quienes consideran el horizonte socialista como un gran proyecto de liberación, democratización, justicia sustantiva e inclusión social. La transición de la cultura política capitalista a la militancia socialista implicaría necesariamente, desde nuestro punto de vista, una sostenida y consistente “reforma intelectual y moral”, una asimilación activa y resignificación de las enseñanzas de Gramsci sobre la construcción de una contra-hegemonía cultural desde el horizonte de lucha y de vida de las clases populares y subalternas, que implicaría una superación de toda una concepción del mundo hegemónica hasta hoy, de sus sistemas de valores, de sus códigos ético-culturales y de sus máximas de conducta.
Desde otro punto de vista, implicaría un vasto esfuerzo de revolución cultural permanente, de contestación radical a los aparatos de hegemonía locales y mundiales, que reproducen día a día la dominación espiritual de las clases dominantes transnacionales a escala del sistema-mundo moderno-colonial; y no sólo enfrentar elementos puntuales de las formaciones ideológicas de los sectores dominantes locales y de sus representantes políticos, retomando el diagnóstico necesario sobre el nuevo carácter del sistema de dominación mundial, su papel en la definición de posiciones y funciones de cada uno de los países, grupos, sectores y clases, en procesos aún visiblemente controlados por el espíritu imperial de re-estructuración funcional al “globalismo neoliberal”. Cambiar la cultura política capitalista es una tarea revolucionaria de profundo calado, con avances y retrocesos, con emboscadas y con inconsecuencias propias, que no debe analizarse de manera superficial.
“Esta primera línea es la esencia del la batalla. Ese el cambio de costumbre y de cultura. Es el más grande de todos los retos de una revolución. Hay que desarrollarlo a partir de la conciencia y los valores. Ahí tenemos que hacer un esfuerzo muy grande. Esa cultura capitalista del egoísmo, del individualismo. Eso hay que combatirlo y desplazarlo con nuevos valores” (Chávez: 20 de diciembre de 2010).
Este cambio de costumbres, hábitos, usos e imaginarios no se decreta ni se impone desde “concepciones bancarias” (Freire dixit) que reproducen la acción cultural de las clases dominantes transnacionales o locales. Implica poner en la escena una contracultura insurgente como clima espiritual de la potencia plebeya, proyectar todo un nuevo modo de vida, relación y convivencia, que pasa inevitablemente por superar el profundo troquelado de nuestra específica cultura capitalista (rentista pero capitalista), fuertemente enquistada y sedimentada en nuestras relaciones, prácticas, hábitos, representaciones, actitudes y discursos.
El espíritu del capitalismo (con su búsqueda incesante de acumulación de Capital con base a la explotación y la dominación de otros seres humanos) debe reconocerse en primer lugar encarnado en nuestra vida cotidiana, en nuestras prácticas, en nuestras instituciones, en nuestras lógicas de vida, incluso en nuestras instituciones políticas.
Por tanto, superar la cultura política capitalista implica superar también la estructura de mando político que la reproduce, concebir la política mucho más allá del cálculo de cuotas de poder y privilegios, superar las lacras de la corrupción de lo político, como las denomina Enrique Dussel, cultor latinoamericano de la Filosofía de la Liberación, bastante alejado por ciertos de muchos dogmas y razonamientos de la vieja izquierda de aparato latinoamericana:
“Habría que intentar en primer lugar debatir sobre lo que lo político “no es”, para despejar el campo positivo. Lo político no es exclusivamente ninguno de sus componentes, sino todos en conjunto (…).Hay que saber describirla como totalidad. (…) Lo político como tal se corrompe como totalidad, cuando su función esencial queda distorsionada, destruida en su origen, en su fuente.” (Dussel: 20 tesis de política)
“La corrupción originaria de lo político, que denominaremos el fetichismo del poder, consiste en que el actor político (los miembros de la comunidad política, sea ciudadano o representante) cree poder afirmar a su propia subjetividad o a la institución en la que cumple alguna función (de allí que pueda denominarse “funcionario”), sea presidente, diputado, juez, gobernador, militar, policía, como la sede o la fuente del poder político. De esta manera, por ejemplo, el Estado se afirma como soberano, última instancia del poder; en esto consistiría el fetichismo del poder del Estado y la corrupción de todos aquellos que pretendan ejercer el poder estatal así definido. Si los miembros del gobierno, por ejemplo, creen que ejercen el poder desde su autoridad auto-referente (es decir, referida a sí mismos), su poder se hacorrompido.” (ibid)
Olvido, encubrimiento u ocultamiento de la fuente del poder: el poder constituyente o instituyente del pueblo o la comunidad. Aquí Dussel nos propone asumir una crítica radical de la cultura política del capitalismo (y de los socialismos burocráticos), comprendiéndola como crítica radical al fetichismo del poder, crítica radical al fetichismo de la representación, como crítica de aquellos que creen ejercer el poder desde la auto-referencia de su autoridad.
Continua Dussel: “¿Por qué? Porque todo ejercicio del poder de toda institución (desde el presidente hasta el policía) o de toda función política (cuando, por ejemplo, el ciudadano se reúne en cabildo abierto o elige un representante) tiene como referencia primera y última al poder de la comunidad política (o del pueblo, en sentido estricto). El no referir, el aislar, el cortar la relación del ejercicio delegado del poder determinado de cada institución política con el poder político de la comunidad (o pueblo) absolutiza, fetichiza, corrompe el ejercicio del poder del representante en cualquier función.”(ibid)
En palabras más llanas: ejercicio del poder como privilegio, como cuota de poder, como autoridad no sometida a legitimación popular, no como servicio o ejercicio delegado por la comunidad o por el pueblo:
“La corrupción es doble: del gobernante que se cree sede soberana del poder y de la comunidad política que se lo permite, que lo consiente, que se torna servil en vez de ser actora de la construcción de lo político.” Doble responsabilidad que pasa por una doble interpelación y control del poder:
“El representante corrompido puede usar un poder fetichizado por el placer de ejercer su voluntad, como vanagloria ostentosa, como prepotencia despótica, como sadismo ante sus enemigos, como apropiación indebida de bienes y riquezas. No importa cuáles aparentes beneficios se le otorguen al gobernante corrompido, lo peor no son los bienes mal habidos, sino el desvío de su atención como representante: de servidor o del ejercicio obediencial del poder a favor de la comunidad se ha transformado en su esquilmador, su “chupasangre”, su parásito, su debilitamiento, y hasta extinción como comunidad política.” (ibid)
La corrupción de lo político se transforma en proceso de extinción de la comunidad política. En esto consiste a largo plazo, sin duda, la “profesionalización” de la política, lo que llamamos la “representación” en la cultura política capitalista: “corrupción política profesionalizada”: lucha por sus propios intereses, por sus propias siglas, por sus propias cuotas de poder, por sus propios espacios de control de recursos y decisiones, ya sea de un individuo (el dictador), de una clase (como la burguesa), de una élite (como los criollos), de una “tribu” (herederos de antiguos compromisos políticos), de unos representantes sin mandato imperativo de sus bases sociales, son todos corrupción política.
Bajo este prisma conceptual de Dussel, resulta incongruente ponerse a debatir sobre cambios en la cultura política capitalista, criticar la democracia representativa, criticar las cúpulas o cogollos cuarto-republicanos, para terminar ahogándose en la orilla de procedimientos tan burdos como la “cooptación”, método de “democracia interna”. Para que esto sea aceptado se ha consumado lo que Dussel denomina doble corrupción. Termina siendo una contrasentido de aquella frase: “Con las bases me resteo”. Por cierto, no se trata de invocar elecciones primarias para cualquier cosa, sino de poner en cuestión el acto de desechar la interpelación cara a cara de una asamblea comunitaria, de una asamblea popular, de una política (al menos) de consulta abierta con las bases populares. Entonces, el primer síntoma de neutralización burocrática de las llamadas líneas estratégicas de acción política, ha sido un acto de maquinaria avalado por el propio Chávez (de acuerdo a la evaluación de circunstancias), se llama cooptación.
¿Cómo transformar la lógica del partido-maquinaria en partido-movimiento, si comenzamos por utilizar las peores artimañas de un partido-maquinaria, si el primer acto de “cuestionamiento” de la cultura política capitalista es su reproducción ampliada? Si sabemos lo que es una asintota, mientras luchemos con las armas melladas de la cultura política capitalista, nuestra aproximación a la militancia socialista será igual a cero: sólo espejismo, ficción y simulacro.
Pero adelante, supongamos de buena fe que (producto de una evaluación sopesada de circunstancias) un estrato de virtuosos no contaminados por el “fetichismo del poder” en la dirección del partido, van a utilizar adecuadamente el procedimiento de cooptación para beneficio del colectivo, de la comunidad y del pueblo. Sigamos adelante: ¿Estamos transformando acaso la concepción del poder como fetiche, como elemento de dominación, para crear instituciones (la potestas) al frente de las cuales surgirán unas autoridades relativas, que administren ese poder mandando en obediencia con los designios del pueblo (poder obedencial) y no mandando, afirmándose en sí mismos como origen soberano del poder?
Si la respuesta es afirmativa, creo que estaríamos avanzando en transitar de la cultura política capitalista a la militancia socialista; si no es así, estamos chapoteando en pleno charco de la “cultura política capitalista”. Al menos, dentro de la interpretación de Dussel. Obviamente, Dussel también se puede equivocar.
Pero también hay corrupción de lo político cuando desconocemos el principio de la soberanía popular directa en nuestra carta magna (art.5), cuando ya no tenemos un apego apasionado a los mas hermosos valores, principios y normas que sellaron nuestro compromiso con el proceso popular constituyente activado en 1998, cuando hacemos trizas la democracia participativa, cuando la llamada “democracia protagónica revolucionaria” (Plan Nacional Simón Bolivar) deriva en “mandar obedeciendo al poder constituido”, al poder auto-referente, cuando la política revolucionaria, al burocratizarse, es síntoma de conversión de sus autoridades en “oligarquías”.
La mejor manera de mirar la decadencia de una revolución con bases plebeyas y populares, es mirarse en el espejo histórico de aquella tan olvidada y tan citada “Revolución Mexicana”, observar paso a paso en que consiste la institucionalización de una revolución: experimentar en todos sus detalles la película de su corrupción.
El Partido Socialista Unido de Venezuela podría evitar este trágico trayecto y desenlace, podría ser aun propulsor de la participación directa del pueblo y un instrumento amplio, eficaz y certero para la construcción de la democracia socialista y participativa. Podría ser uno de los ejes organizativos ejemplares en la conformación de una nueva cultura política socialista, nacionalista, antiimperialista y revolucionaria en el “gran polo patriótico”, si asume con honestidad (sacudiéndose el letargo y muchos auto-engaños) no a una “retórica de auto-crítica”, sino de una vasta campaña de rectificación y reimpulso de arriba-abajo: desde su presidente; es decir, Chávez en plena recuperación, pasando por todos los órganos de dirección, hasta llegar a los llamados órganos de base, como lo son las patrullas, ahora nuevamente alistadas, registradas y llevadas a un plan de etapas de activación política similar al conducido por el “Comando Bolivar-200”.
Esa rectificación y reimpulso podría ser el motor de una vasta participación, que podría ser democrática y plena, de trabajadores y trabajadoras, campesinos y campesinas, jóvenes, intelectuales, profesionales, artistas, mujeres, pequeños y medianos productores del campo y de la ciudad, pueblos indígenas y negritudes insumisas, si el esfuerzo por incluir, reunificar, reagrupar no reproduce los vicios de la lógica del partido-maquinaria en la conformación y funcionamiento de todos sus órganos del poder, en la elaboración, discusión y resolución de programas y estrategias, en la promoción y elección de sus voceros, delegados y direcciones, en igualdad de condiciones, para lograr conformar una dirección colectiva del proceso revolucionario condensada en la conformación del gran polo patriótico. ¿Podría serlo?
Digamos que si, a condición de tomarse en serio las propias líneas estratégicas de acción política, no en convertirlas en un documento de “acato pero no se cumple”. Sobremanera cuando se habla de convertir la maquinaria del PSUV en un partido-movimiento, es decir, al servicio diario del pueblo. Estamos casi convencidos de que se está haciendo todo lo necesario para crear las condiciones de una derrota estratégica de la revolución, si en vez de alinear todos los esfuerzos en la dirección de la conformación del gran polo patriótico, se pretende priorizar y consolidar la lógica del aparato-vanguardista y de la maquinaria electoral en el seno del PSUV.
Si las anunciadas transformaciones del documento de las líneas estratégicas de acción política apuntan a debilitar una cada vez más necesaria y profunda política de alianzas entre partidos revolucionarios, movimientos sociales, colectivos e individualidades, fortaleciendo en cambio el horizonte exclusivo de un partido-maquinaria, entonces tendremos un escenario desfavorable para una victoria contundente en el año 2012.
Cuando Chávez ha hablado de la segunda línea para convertir la maquinaria del PSUV en un partido-movimiento, al servicio de las luchas populares por satisfacer las necesidades humanas y no sólo para enfrentar eventos electorales, al menos ha quedado claro que: “Esto es muy importante porque ahí está el MVR (Movimiento Quinta República) que terminó siendo una maquinaria sólo electoral. Es una derivación peligrosa, porque el MVR se alejó de las luchas cotidianas del pueblo. Eso no podemos permitir que suceda con el PSUV. Hay que atacarlo desde ahora mismo”.
¿Acaso se esta atacando? La constitución del gran polo patriótico, como una audaz política de reunificación, re-politización y re-polarización implica contar con organizaciones políticas que sean algo más que aparatos vanguardistas o maquinarias electorales. El llamado a las corrientes, a movimientos sociales, a fuerzas patrióticas y nacionalistas a sumarse con aportes a un gran polo patriótico debe pasar por el prestigio y la credibilidad de sus impulsores, implica asumir que los vicios del sectarismo, el oportunismo, el burocratismo y el dogmatismo están siendo efectivamente erradicados. Esto implica crear espacios e instancias para apalancar una crítica construyendo alternativas, en la onda incluso de un Chávez abierto a voces críticas:
“Le hago un llamado a todas las corrientes y movimientos. Mientras más críticos, más me gusta. El llamado a todos los sectores de la vida nacional. Sin sectarismos. Vistámonos de humildad. Se lo digo a todos los militantes del partido. El partido no puede tomar la actitud del mandamás. Es partido es un sistema abierto re-unificador y potenciador. Aquí hay dos caminos: Este que llevamos (socialismo) o retrogradar y sería una catástrofe que nos lleven al pasado”.
Si con honestidad, se esta re-pensando el nuevo mapa estratégico: ventana táctica”, es importante salirle al paso a visiones tan estrechas como concebir el “partido-movimiento” como si se tratara de una “maquinaria en movimiento”. ¿Será acaso el gran polo patriótico una gran aglomeración de “maquinarias en movimiento”?
Seria una gran irresponsabilidad política (nuestra historia ha demostrado que si son posibles grandes irresponsabilidades políticas en el seno de la izquierda en el siglo XX), despachar bajo la lógica del partido-maquinaria los inmensos retos estratégicos de la reunificación de las fuerzas patrióticas, democráticas y revolucionarias, con mira a la conformación del gran “Polo Patriótico”.
Sin autocrítica socialista, no podrá colocarse la revolución al lado de la gente, en acompañamiento espiritual “para sufrir y ser interpelado por el pueblo, que es el dueño del poder verdadero”. Y esto lo decimos por las siguientes razones:
  1. Se enumeran constantemente las fallas: burocratismo, oportunismo, sectarismo, nepotismo, gradual alejamiento de la base bolivariana, imposición de los dirigentes, falta de compromiso, pasividad de la militancia, protagonismo individualista, elitismo, corrupción, desinformación, exclusión, deslealtad, falta de formación ideológica, pero, ¿cuáles son las medidas concretas de corrección, sus responsables, su plan de acción, su cronograma de ejecución, sus resultados?
  2. Se prioriza actualmente la tesis del “desarrollo orgánico del partido”, suponiendo que la formación ideológica en cursos y talleres a cuadros medios y de base es condición suficiente para el trabajo político de masas, además de lograr los correctivos y la vinculación social directa con las diversas instancias del poder popular, cuando han sido las instancias de dirección del partido las que hacen gala del mayor distanciamiento y desvinculación con los problemas de las comunidades y las demandas populares.
  3. La conducta ejemplar, la alta moral, la inserción activa en la agenda de luchas populares y la ética del compromiso de las instancias de dirección del partido, es una condición necesaria para reimpulsar, re-politizar, re-unificar y re-polarizar con base a la construcción de mayorías en la actual coyuntura.
  4. El debate ideológico y la atención a los problemas, necesidades y demandas sentidas del pueblo no son dos aspectos separados del trabajo político. Conocer y aplicar estatutos, declaración de principios, bases programáticas del partido, preocupados por el “funcionamiento orgánico del partido”, no es excusa para abandonar el trabajo político con aquellos sectores que no siendo “militantes orgánicos” del PSUV, forman las grandes mayorías del pueblo, incluyendo sectores, colectivos y movimientos con organización social de base, pero además con los que aun siguen siendo vistos como “beneficiarios” de políticas y no como “protagonistas de las transformaciones”.
  5. La preocupación soterrada por activar “tribunales disciplinarios” puede ser un síntoma de perdida de capacidad para articular voces descontentas, procesar diferencias, articular demandas insatisfechas, buscar “chivos expiatorios” ante la perdida de conexión entre las estructuras orgánicas del partido con las problemáticas populares, acusando cualquier manifestación de malestar como casos o eventos de indisciplina, deslealtad, e incluso traición.
  6. Se presupone que la transformación socialista depende casi exclusivamente del instrumento-partido, sin tomar en consideración la significación y autonomía de los movimientos sociales, las organizaciones populares de base, las formas organizativas propias de los trabajadores, campesinos, profesionales, pobladores, estudiantes, mujeres, indígenas y otros colectivos de lucha. Volvemos a la vieja tesis de que el partido-aparato que dirige y coloniza todo un correaje de organizaciones de la sociedad, que fungen de “masa de maniobra”.
  7. El control de manera continua en el tiempo de cargos de dirección o de gobierno por las mismas personas ha generado cuotas de poder y control de recursos, que imponiendo lealtades personales han impedido el ejercicio efectivo de la democracia interna del partido, limitando la actuación y promoción de liderazgos naturales de base, generando un sistema de clanes y caudillos internos con cargos casi vitalicios en el partido, gobernaciones, alcaldías y órganos del poder nacional.
  8. La dinámica del partido se agota en su funcionamiento interno, en sus estructuras orgánicas, en la gestionalización de lo político, en reuniones de información y coordinación internas, en vez del trabajo político con las comunidades y frentes sectoriales de lucha del pueblo. El partido se va auto-confinando, se aleja de las demandas populares, se concibe a sí mismo como ente separado y superior al pueblo, que se impone sobre “masas sin conciencia ideológica”. Se concibe al pueblo como clientela-beneficiaria y no como protagonista del cambio, y al partido como alcabala de favores y prebendas.
  9. Se omite cualquier tesis del partido como escuela para el servicio público, para desplegar una permanente política de alianzas y relaciones de mutuo apalancamiento y respeto con los movimientos sociales, con las comunidades, con las organizaciones reivindicativas de los trabajadores y trabajadoras, campesinos y campesinas, estudiantes, empleados públicos, profesionales, pueblos indígenas, mujeres y todo el conjunto de organizaciones de ciudadanos y ciudadanas. Sin esta política de animación y apalancamiento popular, la lucha cotidiana por transformar las condiciones de vida, satisfacer necesidades humanas, canalizar respuestas institucionales y de corresponsabilidad social, convierten al partido en una suerte de peaje o alcabala de la relación entre pueblo y gobierno.
  10. El partido es percibido como un ente que no incluye, que no convoca, que no incorpora, que no suma a la causa revolucionaria a movimientos y sectores de la población que se mantienen al margen de la política, que están hastiados o desilusionados por ser tratados como “beneficiarios” o “rebaño electoral”; y no como protagonistas de la “profundización democrática de la sociedad”.
  11. El partido no visibiliza, ni se hace eco ni canaliza las demandas insatisfechas del pueblo, pues se auto-representa como partido de gobierno, no interpela críticamente a los órganos del estado ni a sus responsables por obstaculizar el acceso a la satisfacción de demandas o necesidades sociales.
Estas y otras razones están bloqueando tanto una rectificación interna del PSUV como el avance en la constitución de un Gran Polo Patriótico, hecho que trasciende por mucho las instancias partidistas, ya que de hecho implica el despliegue de una política revolucionaria (de alianzas y articulaciones de fuerzas, movimientos sociales, grupos e individualidades) más allá de los partidos políticos revolucionarios.
Si el gran polo patriótico no se concibe más allá de los cálculos electorales, y se inscribe en un proyecto articulador de contenido estratégico para la construcción del socialismo bolivariano, democrático y revolucionario, construyendo aceleradamente espacios e instancias del poder popular, así como de defensa de la soberanía nacional y de radicalización democrática de la sociedad venezolana, entonces el futuro del avance revolucionario quedará confinado a la defensa y preservación de las conquistas sociales logradas hasta la actualidad. Para salir de estos estancamientos que le sirven la mesa al avance de la derecha y los intereses imperiales, es preciso salir del charco de la lógica del partido-maquinaria, conjurar el vanguardismo, acumular fuerzas para un frente amplio revolucionario que se inspire de nuevo en lapotencia plebeya de diferentes frentes sociales, de carácter sectorial y territorial, que en su capacidad constituyente puedan crear nuevas situaciones que consoliden un auténtico horizonte socialista renovado
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