Chavez en la web

martes, septiembre 25, 2012

Qué se juega en Venezuela en las elecciones presidenciales



Queda menos de un mes y todo parece indicar que el triunfo de Hugo Chávez no se cuestiona. Más allá de la guerra de encuestas, las cartas están sobre la mesa. Aun así, vale la pena recapitular. Siempre hay lugar para imprevisibles. En estas elecciones, Venezuela se juega seguir avanzando en el proyecto popular, nacional, antimperialista y democrático iniciado en 1998. Pero también entra en liza dar un paso de gigantes en la construcción de un proyecto regional cuyo organigrama no contempla la presencia de Estados Unidos. De ganar el candidato de la derecha, el proceso de involución está garantizado. La oposición venezolana, hoy agrupada en torno a Henrique Capriles, no encuentra la hora de acabar con todo lo que huele a Chávez y el proceso bolivariano.

La revolución genera odio, resentimiento y desafección. Odio en la vieja clase política, los grandes empresarios y las elites dominantes, acostumbradas a mandar sin contrapesos. Resentimiento y desafección entre una izquierda vulgar cuyo imaginario de cambios se afincaba en el “manual” de estilo de la “revolución”. En este contexto combate la propuesta bolivariana. Políticas sociales populares, inversiones públicas, redistribución de la riqueza, nacionalizaciones, reforma agraria, acceso a la vivienda, salud, educación. Vorágine democrática que pone en cuestión la estructura social y poder tradicional, removiendo los cimientos de una sociedad piramidal y excluyente.

El desarrollo de la alternativa tuvo que vencer temores, convocar una asamblea constituyente y plebiscitar el proyecto democrático. El 15 de diciembre de 1999, por primera vez en la historia política del país, sería aprobada, en referéndum, con 71.78 por ciento de votos afirmativos, la nueva Constitución. Y lo hizo marcando diferencias con su predecesora, vigente desde 1961 aprobada en el seno del Parlamento, sin un refrendo popular.

La promulgación de la Carta Magna ha sido el primer triunfo de la revolución en marcha. Sin embargo, la derecha tardará en reconocer el nuevo marco constitucional. Pasará un lustro y entre medias, el frustrado golpe de Estado de 2002, cuyo fin era, entre otros, aparte del magnicidio, derogar la Constitución de 1999, cuyo fundamento la diferencia de la mayoría de las existentes en la región, al subrayar el carácter fundante de la democracia participativa bajo la construcción de una ciudadanía integral. Así lo destacan dos científico-sociales venezolanos, Edgar Lander y Margarita López Maya: “La búsqueda de la igualdad social como objetivo explícito es una de las diferencias que tiene la actual democracia venezolana con otras democracias de la región, y es uno de los sentidos que se le puede dar al término 'revolución' con que se auto-identifica esta experiencia. Es así como la Constitución de 1999, establece en su segundo artículo, los principios fundamentales de la república: "Venezuela se constituye en un Estado democrático y social de derecho y de justicia, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico y de su actuación la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la democracia, la responsabilidad social y en general la preminencia de los derechos humanos, la ética y el pluralismo político".

Con este marco se han creado las misiones, herramienta fundamental para resolver y definir proyectos tendentes a la inclusión, la transformación económica y social. Asimismo, el control de los recursos naturales y energéticos, como el petróleo, han permitido tener los fondos necesarios para llevar a cabo las políticas redistributivas. A lo que debe sumarse, en política exterior, el carácter antimperialista y emancipador que hunde sus raíces en el pensamiento de los libertadores.

La revolución bolivariana marcha a contracorriente. En América Latina y el mundo tiene enemigos que insisten en minimizar sus logros tachándolos de populismo, sin diferenciar lo popular-nacional, la construcción de un sujeto político autónomo, de lo que configura el populismo, un discurso obrerista, que renegocia la dependencia y cuyo liderazgo está en manos de las burguesías criollas que no altera la estructura de poder ni ataca las desigualdades en su raíz. Piénsese en Berlusconi, Aznar en España, Putin en Rusia, Calderón en México, Uribe en Colombia y Piñera en Chile.

Las políticas implantadas en Venezuela son populares ni populistas ni calla bocas, no busca comprar votos. Es una acción tendiente a erradicar la miseria, devolver la dignidad a un pueblo y hacerlo partícipe de su destino. Así lo demuestran los datos económicos durante estos 10 años de cambios democráticos. La lucha contra la desigualdad, la pobreza y marginalidad social rinden frutos. Durante el periodo 1999-2010, la inversión social acumulada se ubica en 330 mil millones de dólares (20 por ciento del PIB), mientras que en la década de 1988-1998 sólo alcanzó 8 por ciento. Según el Banco Mundial, la pobreza disminuyó de 70 por ciento en 1996 a 23.9 en 2009 y la pobreza extrema se redujo de 40 por ciento a 5.9. El índice de Gini, para medir la desigualdad, se redujo en un punto, situándose en 0.4068, el más bajo de toda América Latina. La tasa de desempleo no supera 6.2 por ciento y el salario mínimo pasó de 185 dólares en 1998 a 462 en 2010. En 1998 los beneficiarios del sistema de pensiones alcanzaba a 387 mil personas, hoy suman un millón 916 mil 618, con una pensión homologada al salario mínimo, inexistente hasta la revolución. Igualmente el crédito a microempresarios y sectores populares ha tenido un gran impulso. En 2011 la banca pública aumentó 50 por ciento sus fondos de préstamos, pasando de 40 mil 200 millones de bolívares a 60 mil 346 millones. En salud, en 2011 se realizaron 113 obras de nueva construcción, cuatro hospitales, nueve maternidades y se incrementó en 21.1 por ciento el número de camas. Por otro lado, la Misión Milagro, programa conjunto cubano-venezolano, cuyo lema es "una visión solidaria del mundo" , que desde 2004 opera a la población de bajos recursos en patologías oculares de cornea, cataratas, glaucomas, oftalmología pediátrica y oncológica, ha devuelto la visión a un total acumulado de un millón 413 mil 708 personas de casi todo los países latinoamericanos. Venezuela tiene hoy una deuda externa saneada y sus reservas mundiales acumuladas se han duplicado en 10 años, aproximadamente de 30 mil millones de dólares. Pero sus logros se volatilizan en medio de una propaganda espuria que oculta la realidad y presenta un país sumido en la violencia, el caos y la represión. Su control sobre los medios de comunicación es abrumador. De 111 estaciones televisivas, 61 son privadas, 13 públicas y 37 comunitarias con alcance limitado. En las emisoras de radio AM, 87 por ciento pertenecen al sector privado, 3 por ciento a comunitarias y 10 por ciento es pública. Y en FM, 57 por ciento son privadas, 31 por ciento comunitarias y la minoría es pública. Y en la prensa escrita 80 por ciento está en manos de la oposición. Pero la imagen es la contraria.

La derecha venezolana reconoce la Constitución con la boca chica, pide referéndum y se autodefine moderada. Su candidato, Henrique Capriles, se presenta bajo la etiqueta de "progresista" y hombre de "centro" , a pesar de su beligerante acción en el golpe de 2002, asaltando la embajada de Cuba, sin ir más lejos. No olvidemos que Capriles es el representante de una amalgama de organizaciones, más de una docena, en la cual mayoritariamente se incluyen personas cuyo objetivo es reconquistar, para las clases dominantes tradicionales y el capital transnacional, su poder hoy en manos del pueblo venezolano. En conclusión, en estas elecciones se juegan dos opciones, mantener la senda del proyecto democrático o retornar al pasado neoliberal.

Fuente original: http://www.jornada.unam.mx/2012/09/22/opinion/022a1mun

“En las urnas electorales venezolanas se juega también el futuro de toda América Latina”


Entrevista con Germán Mundaraín, embajador de Venezuela en la ONU en Ginebra

 
El dilema de fondo de los próximos comicios en Venezuela del próximo 7 de octubre es la «consolidación de los avances sociales o el retroceso hacia los modelos económico-sociales del pasado». A pesar de ese gran reto político que está en juego, «respetaremos a rajatablas la voluntad popular expresada en las urnas». Quien defiende tales tesis es Germán Mundaraín Hernández, actual representante de la nación sudamericana ante las Naciones Unidas en Ginebra. Entre el 2000 y el 2007 se había desempeñado como Defensor del Pueblo. Desde mayo último integra, junto con otras cinco personalidades nacionales de primer nivel, elegidas por el presidente Hugo Chávez Frías, el Consejo de Estado que es el órgano superior de consulta del Gobierno y de la Administración Pública Nacional.
P: ¿Qué   representan políticamente las próximas elecciones presidenciales?
R: Son la expresión de un ejercicio de democracia participativa que impera en mi país, que ha protagonizado desde la nueva Constitución de 1999 en adelante una quincena de elecciones nacionales, parlamentarias, regionales y referéndum. En Venezuela se consulta sistemáticamente al soberano. Existe gran confianza en la decisión ciudadana. Y el número de esas consultas es la mejor evidencia. Hay un poder independiente, el Consejo Nacional Electoral (CNE), que se presenta ante el mundo sin ningún complejo. Con el ánimo de mostrar nuestras fortalezas pero también abierto a que se le señalen sus posibles debilidades.
P: La campaña electoral es intensa y se confronta a una prensa internacional cautelosa, por no decir crítica…
R: La venezolana es una sociedad muy tensionada por el propio proceso de cambio en marcha y por los variados actores que intervienen en la política nacional. Desde afuera, a veces, se nos mira con incertidumbre. Se piensa que en cualquier momento se podría pasar de las tensiones de la retórica propia de nuestra campaña a agresiones físicas. Pero no es así. El pueblo venezolano es pacífico y sabe resolver pacíficamente sus diferencias políticas en las mesas electorales. Hasta el momento, y ya faltando pocos días para el cierre, la campaña ha sido intensa, caldeada, pero correcta y sin violencias.

 

Campaña electoral polarizada, aunque sin violencia
P: ¿A pesar de un proceso electoral extremadamente polarizado?
R: Sí, es una campaña polarizada. Se confrontan dos candidatos principales: el actual presidente Hugo Chávez, que aspira a la reelección, y el de la oposición Henrique Capriles Radonski. Eso aumenta la polarización retórica ya que centralizan ambos la atención política nacional e internacional.
P: ¿Particularmente diferente a las elecciones presidenciales anteriores?
R: Lo que cambia son los actores, pero tienen un perfil global semejante. El candidato de la oposición siempre sale de las gobernaciones que cuentan con un presupuesto lo suficientemente amplio como para soportar financieramente una parte de la campaña. La otra parte viene del gran empresariado y de ONG y fundaciones extranjeras, principalmente estadounidenses, que reciben el apoyo del Departamento de Estado norteamericano. Y pienso que los resultados previstos también coincidirán globalmente el próximo 7 de octubre con los anteriores. En el 2000, Chávez ganó por más de 20 puntos de diferencia a Francisco Arias Cárdenas. Seis años más tarde, en el 2006, derrotó por más de 25 puntos a Manuel Rosales.
P: ¿Qué programa o visión política representa uno y otro?
R: El presidente actual, candidato del Gran Polo Patriótico, encarna el proceso de cambio, la revolución bolivariana en marcha. Capriles, de la Mesa de Unidad Democrática, aglutina a los sectores tradicionales, las élites -que durante décadas usufructuaron el poder- estrechamente emparentadas a las trasnacionales.

Los nuevos disfraces de la derecha
P: Llama la atención, sin embargo, que el candidato de la oposición se haya auto-designado como el «Lula de Venezuela». Presentándose casi como una alternativa de izquierda democrática al actual Gobierno…
R: Es un estilo que marca la política iberoamericana actual. Candidatos que se disfrazan. El caso más patético es el de España. Mariano Rajoy se presentó en la campaña como expresión del centro político. Pero tan pronto ganó, no dudó en aplicar su verdadero programa de extremo corte neoliberal con significativos recortes a las conquistas sociales de los españoles. Capriles es lo mismo. Se disfraza y dice que su programa es parecido al que implementó Lula en Brasil. Sin duda en Brasil, Capriles sería un opositor radical al Partido de los Trabajadores actualmente en el Gobierno. Porque Lula fue obrero, es socialista y dirige un partido progresista, que no tiene nada que ver con la visión política de Capriles. En realidad la oposición venezolana odia a Lula, a su modelo y al de su sucesora. Pero tratan de presentarse más decentemente…
P: ¿Por qué este juego político?
R: Para confundir. Y por especulación política. Capriles está enraizado en los sectores de poder económico y parte de la clase media. Ese es su electorado natural. Para tratar de ganar debe intentar robar votos en los sectores populares. Pero su verdadero programa contempla cero presencia del Estado y que el mercado se encargue de regular la economía. Lo primero que haría en caso de ganar sería reducir el Estado a su mínima expresión, dejar al sector privado que se encargue de la salud, de la educación, de la vivienda. Desmantelar las conquistas sociales. Por su parte, el centro del programa del presidente Chávez es la actividad petrolera y el control estatal de la misma. Sin el aporte de ese vital sector no se podría financiar la salud, ni la educación, ni las conquistas en general. Ni mucho menos la activa solidaridad internacional que promueve el proceso venezolano.
El Gobierno respetará la voz de las urnas
P: ¿A pesar de numerosas encuestas que señalan como claro ganador a Chávez, es imaginable, en términos políticos, que las encuestas se equivoquen?
R: Son tantas y tan importantes las conquistas sociales que han logrado los sectores populares en estos últimos años que un programa neoliberal y un gobierno de derecha significarían un verdadero suicidio político para una gran parte de la población…
P: ¿Aceptaría el Gobierno venezolano una eventual derrota en las urnas?
R: Si el Gobierno pierde las elecciones va a reconocer de inmediato los resultados. Pero quisiéramos escuchar también esta frase corta y significativa de parte de la oposición. Nosotros estamos seguros que si se perdiera, lo que es absolutamente improbable, no sería la derrota de la revolución sino un simple traspié político. Pero no va a ocurrir. El pueblo tiene confianza plena en el proceso y en la revolución bolivariana.
P: Existe en Latinoamérica, desde hace algo más de una década, una mayoría de gobiernos y procesos democráticos, abiertos, progresistas. Venezuela está estrechamente implicada en iniciativas de integración regional. ¿Qué repercusión tienen las actuales elecciones presidenciales en el contexto continental?
R: Pregunta clave. El próximo 7 de octubre no solo se decide el futuro de Venezuela sino el de América Latina. Un triunfo de la oposición significaría la liquidación del ALBA (Alianza Bolivariana para las Américas-Tratado de Comercio de los Pueblos) que reúne a Bolivia, Nicaragua, Ecuador, Cuba, Venezuela y los Estados caribeños Antigua y Barbuda, Dominica y San Vicente y las Granadinas. Se pondría en jaque la estrategia de Petrocaribe que reúne a la mayoría de las naciones caribeñas. Significaría el debilitamiento real de UNASUR. Y también de la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños) que con tanto sacrificio se logró crear en 2010 y que hoy reúne a casi 30 naciones del continente con cerca de 600 millones de habitantes. Podría incluso significar la salida de Venezuela del MERCOSUR, mercado integrado por Brasil, Argentina, Uruguay y nuestro país. Adicionalmente, habría un cambio en las relaciones y el comportamiento del continente en espacios internacionales como la Organización de Estados Americanos (OEA) y las Naciones Unidas. Insisto: más allá de la contienda electoral entre Chávez y Capriles hoy se juega, en las elecciones venezolanas, esta nueva relación de fuerzas a nivel regional que con tanto esfuerzo se ha podido ir construyendo en la última década.
 ------
Un acompañamiento electoral que no viole la soberanía
El Consejo Nacional Electoral (CNE) venezolano invitó a 214 personalidades del mundo entero para acompañar los comicios del 7 de octubre. 110 de América Latina, 65 de Europa, 29 de América del Norte, 6 de Asia en tanto cuatro de África, sin contar a los representantes de la Unión Africana que confirmó su presencia.
Entre los invitados, 18 organismos electorales y cuatro expertos. Según el CNE, entre las invitaciones cursadas, 81 corresponden a parlamentarios y personalidades políticas; 22 al mundo académico; 34 a periodistas; y otras a ONG, intelectuales, artistas y agrupaciones sociales y gremiales.
Hasta mediados de septiembre, 157 de los invitados habían confirmado su presencia. En la tercera semana del mismo mes el ex – vicepresidente argentino Carlos Álvarez llegó a Venezuela para instalar la delegación de acompañamiento electoral de UNASUR, en tanto responsable de ese sector de actividad en el organismo de integración.
“Acompañamiento no significa observación electoral”, señala Germán Mundaraín, embajador de Venezuela antes las Naciones Unidas de Ginebra. “El voto es el principal ejercicio ciudadano en nuestra democracia y nadie puede controlar nuestra propia soberanía nacional”.
El acompañante, explica, es “un testigo importante de que el proceso transcurre con normalidad y profesionalismo”. Y debe, además, “informar a sus conciudadanos lo que vio en esta pequeña nación sudamericana”. Sin subestimar el papel de “indicar al CNE las correcciones a incorporar a nivel electoral para mejorarlo en el futuro”.
De Suiza viajarán para asistir en los comicios seis personalidades políticas y un comunicador social. Entre los primeros, el senador nacional Luc Recordon y los diputados nacionales Ada Marra, Antonio Hodgers y Mathias Reynard. Así como el ex – diputado nacional Franco Cavalli y el ex – embajador helvético en Venezuela, Walter Suter.
“Una delegación muy significativa en cuanto a cantidad y calidad de los participantes”, subraya Mundaraín. Quien ve en esta presencia, “un reconocimiento del Poder Electoral venezolano a la neutralidad y larga historia de participación democrática electoral helvética, así como a la colaboración que desde años Suiza ha brindado a ese poder del Estado”.

Líderes latinoamericanos abordan las problemáticas actuales en la Asamblea de la ONU




Subido por  el 21/09/2011
Buena parte de América Latina reafirmó el miércoles en la Asamblea General de la ONU su apoyo a la demanda inmediata de adhesión a la ONU del Estado palestino.

El presidente de Bolivia, Evo Morales, en su discurso ante la Asamblea General de la ONU criticó severamente el sistema de funcionamiento actual de la organización. Opinó que el Consejo de Seguridad sirve a los intereses de países imperialistas y que para sus oponentes, en realidad, es el consejo de inseguridad.

Morales indicó que el Consejo de Seguridad inicia operaciones militares, como la de Libia, comentando: "¿Cómo puede haber una paz duradera con intervenciones militares?" El mandatario opinó que la verdadera razón de estas acciones es el deseo de apoderarse de los recursos naturales de otros países, especialmente de los que no son capitalistas ni imperialistas.

En lo que toca a esta cuestión, Morales compartió la experiencia de su país, indicando que la decisión de nacionalizar los recursos naturales aumentó en casi siete veces las reservas internacionales de Bolivia, de 1.700 millones de dólares a 11.700 millones.

Al concluir su intervención, el presidente reiteró sus palabras sobre la necesidad de reformar el sistema de trabajo de la ONU, para que ésta "sea la máxima instancia para la resolución en tema de paz, en tema de pobreza, en tema de dignidad y de soberanía de los pueblos del mundo".

Leer más : http://actualidad.rt.com/actualidad/internacional/issue_29982.html
http://actualidad.rt.com/actualidad/internacional/issue_29976.html
http://actualidad.rt.com/actualidad/internacional/issue_29973.html
http://actualidad.rt.com/actualidad/internacional/issue_29975.html
http://actualidad.rt.com/actualidad/internacional/issue_29981.html

Sígannos en http://twitter.com/ActualidadRT
http://www.facebook.com/ActualidadRT
RT en vivo: http://actualidad.rt.com/mas/envivo/

Categoría:

Licencia:

Licencia de YouTube estándar

Rousseff pide solución de la crisis siria por el diálogo



Publicado el 25/09/2012 por 
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, inauguró la 67 Asamblea General de la ONU con la solicitud de poner fin al conflicto en Siria a través del diálogo y no por la vía militar. Rousseff también exigió que se reestructure el organismo, en especial el Consejo de Seguridad. VTV
http://multimedia.vtv.gob.ve/en/25/9/2012/4420/rousseff-pide-solucion-de-la-c...

Categoría:

Licencia:

Licencia de YouTube estándar