Chavez en la web

sábado, abril 30, 2011

Próximo sábado empezará el registro de la Gran Misión Vivienda Venezuela

Caracas, 30 Abr. AVN .- El próximo sábado 7 de mayo iniciará el proceso de registro de familias en la Gran Misión Vivienda Venezuela, informó el presidente de la República, Hugo Chávez Frías.

Explicó que se trata de un proceso científico, que durará un mes y empezará en los estados que resultaron más afectados por las lluvias del pasado mes de diciembre.

Las entidades en las que se realizará el registro de la Gran Misión Vivienda Venezuela son: Zulia, Falcón, Miranda, Vargas, así como Distrito Capital.

"Estamos orientando las soluciones en función de los barrios y las comunidades organizadas", explicó el Jefe de Estado durante el lanzamiento de la Gran Misión Vivienda Venezuela, este sábado en Caracas.


GRAN MISIÓN VIVIENDA VENEZUELA Chávez: El drama de la vivienda no tiene solución en el capitalismo, sino en el socialismo

Caracas, 30 Abr. AVN .- "El drama de la vivienda no tiene solución en el capitalismo, aquí (en Venezuela) lo vamos a solucionar con socialismo y más socialismo" reafirmó este sábado el presidente de la República, Hugo Chávez, en el acto de lanzamiento de la Gran Misión Vivienda Venezuela. En el inicio del evento, que se realiza en la sala Ríos Reina del Teatro Teresa Carreño en Caracas, el Jefe de Estado enfatizó también que el compromiso nacional para construir dos millones de viviendas en siete años sólo en posible con la participación del pueblo. "Invito a que todos no sumemos a ese desafío (Gran Misión Vivienda venezuela)" dijo Chávez, al tiempo que destacó que se requiere de un gran esfuerzo para cubrir el déficit habitacional actual y para ello está planteada la construcción de 150.000 viviendas este año, 200.000 el próximo para llegar luego a un ritmo que ronde las 300.000 anuales. En el acto están presentes los embajadores de Rusia, Argentina, Cuba en Venezuela, así como otras naciones aliadas. La actividad se inició con la presentación de un video sobre la política de construcción de viviendas durante los gobiernos de la IV República, así como la interpretación, por parte del actor Luis Enrique Torres, de un extracto de la obra “El Vendaval Amarillo” de César Rengifo. El Jefe de Estado juramentará este sábado el equipo que conformará la misión y firmará los acuerdos para poner en marcha el proyecto social, además explicará el proceso del Registro Nacional de Vivienda que recorrerá todo el territorio nacional. En el lanzamiento del programa también se encuentran los beneficiarios y organizaciones sociales, que con vítores manifestaron su apoyo a la Gran Misión Vivienda Venezuela.

La Gran Misión Vivienda Venezuela tiene cinco vértices: identificar con precisión a las familias que no tienen vivienda propia o viven en situación de riesgo, realizar un registro de terrenos para viviendas y otro que abarque las empresas constructoras, nacionales e internacionales, además de puntos relacionados con el financiamiento y los materiales de construcción.

Un fuego que puede quemar a todos

La Habana, 28 Abr. AVN (Por Fidel Castro Ruz).- Se puede estar o no de acuerdo con las ideas políticas de Gaddafi, pero la existencia de Libia como Estado independiente y miembro de las Naciones Unidas nadie tiene derecho a cuestionarlo.

Todavía el mundo no ha llegado a lo que, desde mi punto de vista, constituye hoy una cuestión elemental para la supervivencia de nuestra especie: el acceso de todos los pueblos a los recursos materiales de este planeta. No existe otro en el Sistema Solar que posea las más elementales condiciones de la vida que conocemos.

Los propios Estados Unidos trataron siempre de ser un crisol de todas las razas, todos los credos y todas las naciones: blancas, negras, amarillas, indias y mestizas, sin otras diferencias que no fuesen las de amos y esclavos, ricos y pobres; pero todo dentro de los límites de la frontera: al norte, Canadá; al sur, México; al este, el Atlántico y al oeste, el Pacífico. Alaska, Puerto Rico y Hawai eran simples accidentes históricos.

Lo complicado del asunto es que no se trata de un noble deseo de los que luchan por un mundo mejor, lo cual es tan digno de respeto como las creencias religiosas de los pueblos. Bastarían unos cuantos tipos de isótopos radiactivos que emanaran del uranio enriquecido consumido por las plantas electronucleares en cantidades relativamente pequeñas ─ya que no existen en la naturaleza─ para poner fin a la frágil existencia de nuestra especie. Mantener esos residuos en volúmenes crecientes, bajo sarcófagos de hormigón y acero, es uno de los mayores desafíos de la tecnología.

Hechos como el accidente de Chernóbil o el terremoto de Japón han puesto en evidencia esos mortales riesgos.

El tema que deseo abordar hoy no es ese, sino el asombro con que observé ayer, a través del programa Dossier de Walter Martínez, en la televisión venezolana, las imágenes fílmicas de la reunión entre el jefe del Departamento de Defensa, Robert Gates, y el Ministro de Defensa del Reino Unido, Liam Fox, que visitó Estados Unidos para discutir la criminal guerra desatada por la OTAN contra Libia. Era algo difícil de creer, el Ministro inglés ganó el “Oscar”; era un manojo de nervios, estaba tenso, hablaba como un loco, daba la impresión de que escupía las palabras.

Desde luego, primero llegó a la entrada de El Pentágono donde Gates lo esperaba sonriente. Las banderas de ambos países, la del antiguo imperio colonial británico y la de su hijastro, el imperio de Estados Unidos, flameaban en lo alto de ambos lados mientras se entonaban los himnos. La mano derecha sobre el pecho, el saludo militar riguroso y solemne de la ceremonia del país huésped. Fue el acto inicial. Penetraron después los dos ministros en el edificio norteamericano de la Defensa. Se supone que hablaron largamente por las imágenes que vi cuando regresaban cada uno con un discurso en sus manos, sin dudas, previamente elaborado.

El marco de todo el escenario lo constituía el personal uniformado. Desde el ángulo izquierdo se veía un joven militar alto, flaco, al parecer pelirrojo, cabeza rapada, gorra con visera negra embutida casi hasta el cuello, presentando fusil con bayoneta, que no parpadeaba ni se le veía respirar, como estampa de un soldado dispuesto a disparar una bala del fusil o un cohete nuclear con la capacidad destructiva de 100 mil toneladas de TNT. Gates habló con la sonrisa y naturalidad de un dueño. El inglés, en cambio, lo hizo de la forma que expliqué.

Pocas veces vi algo más horrible; exhibía odio, frustración, furia y un lenguaje amenazante contra el líder libio, exigiendo su rendición incondicional. Se le veía indignado porque los aviones de la poderosa OTAN no habían podido doblegar en 72 horas la resistencia libia.

Nada más le faltaba exclamar: “lágrimas, sudor y sangre”, como Winston Churchill cuando calculaba el precio a pagar por su país en la lucha contra los aviones nazis. En este caso el papel nazifascista lo está haciendo la OTAN con sus miles de misiones de bombardeo con los aviones más modernos que ha conocido el mundo.

El colmo ha sido la decisión del Gobierno de Estados Unidos autorizando el empleo de los aviones sin piloto para matar hombres, mujeres y niños libios, como en Afganistán, a miles de kilómetros de Europa Occidental, pero esta vez contra un pueblo árabe y africano, ante los ojos de cientos de millones de europeos y nada menos que en nombre de la Organización de Naciones Unidas.

El Primer Ministro de Rusia, Vladimir Putin, declaró ayer que esos actos de guerra eran ilegales y rebasaban el marco de los acuerdos del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

Los groseros ataques contra el pueblo libio que adquieren un carácter nazifascista pueden ser utilizados contra cualquier pueblo del Tercer Mundo.

Realmente me asombra la resistencia que Libia ha ofrecido.

Ahora esa belicosa organización depende de Gaddafi. Si resiste y no acata sus exigencias, pasará a la historia como uno de los grandes personajes de los países árabes.

¡La OTAN atiza un fuego que puede quemar a todos!

Fidel Castro Ruz

Abril 27 de 2011

7 y 34 p.m.

Venezuela aumenta salarios que países capitalistas niegan a sus trabajadores


Fuente: 29 Abr. AVN (Por Aurelio Gil Beroes) .- Mientras en Venezuela millones de trabajadores celebran incrementos salariales y mejoras alimentarias, en las principales economías capitalistas del mundo ocurre lo contrario: se reducen los salarios, desmejoran las conquistas sociales, crece el desempleo y hay precariedad.

Esta situación adquiere relevancia en momentos cuando la oposición política y los grandes medios de comunicación privados que le sirven dentro y fuera del país acentúan su campaña de desprestigio contra el gobierno de Hugo Chávez Frías, con miras a derrotarlo en las elecciones presidenciales del próximo año.

Curiosamente, esos dirigentes políticos y empresas de comunicación le atribuyen a Chávez los efectos que la crisis capitalista, iniciada en Estados Unidos a fines de 2007 y que aún hoy azota a ese país y otros de Europa, tuvo sobre Venezuela: desaceleración de la actividad económica, reducción de precios del petróleo y aumento en los precios de los alimentos, entre otros.

Los efectos de esta crisis han sido enfrentados por el Gobierno venezolano con una estrategia a largo plazo que comprende desde la vigilancia permanente de los precios del petróleo, su principal producto de exportación, hasta la articulación de alianzas internacionales estratégicas para su explotación, y el impulso de un nuevo modelo socioproductivo, pasando por la concreción de grandes obras de infraestructura, la recuperación de tierras del latifundio, el impulso de la inversión en el campo y la promoción del desarrollo industrial.

En forma paralela, han corrido otras tres líneas de acción: la política de inversión social del Gobierno Bolivariano que ha destinado en los últimos 11 años 393.478 millones de dólares en programas sociales hasta diciembre de 2010, lo que representa 60% de presupuesto nacional en inversión social.

Otra es la iniciativa del mundo multipolar, en el plano internacional, que apunta a la ruptura de la hegemonía del gobierno de Estados Unidos en todas las áreas.

Y el impulso de la línea de empoderamiento del pueblo, mediante la cual se persigue transferir a las comunidades organizadas responsabilidades de gobierno y manejo de recursos en la perspectiva de constituir progresivamente un nuevo orden institucional.

Las medidas

Las medidas decretadas por el presidente Chávez entre el 25 y el 27 de abril son las siguientes: incremento del salario mínimo en 26,5% ( sube de 1.223,89 a 1.548,22 bolívares), el cual será pagado en dos partes: la primera el primero de mayo y la segunda el primero de septiembre.

El salario mínimo en Venezuela es el más alto de toda la América Latina y el Caribe y ha sido incrementado 12 veces consecutivas en los últimos 12 años.

Esta disposición vino acompañada de la reforma a la Ley de Alimentación del Trabajador que extiende el beneficio del bono alimentario a más de 2 millones de trabajadores, quienes laboran en empresas con menos de 20 trabajadores, antes excluidas.

Según el presidente del Instituto Nacional de Estadística (INE), Elías Eljuri, ahora esta ley ampara a cerca de 6,5 millones de personas.

Otro mandato es el ajuste del tabulador de salarios de los empleados públicos del país que, en promedio, alcanza un incremento de 45% y beneficiará a unos 2,2 millones de trabajadores en diferentes escalas.

También está el aumento de 40% sobre los sueldos actuales para todo el personal que labora en las instituciones universitarias del país.

Vale destacar que estos aumentos se traducirán en mayores prestaciones sociales e incrementos en aguinaldos, bono vacacional, cestatickets y caja de ahorro.

Otros beneficios

Además de estos incrementos salariales, los trabajadores venezolanos disponen de otros programas sociales del Gobierno, como la Misión Barrio Adentro, que hoy cuenta con 10.000 centros de atención de diferentes niveles y medicinas gratis, y los planes de alimentación que ofrecen productos de primera calidad al pueblo, con descuentos de hasta 40% en sus precios en las redes de Mercado de Alimentos (Mercal) y la Productora y Distribuidora Venezolana de Alimentos (Pdval).

Se trata de servicios de alimentación, salud y educación subsidiados que se integran al salario real de los trabajadores.

Esta política social es lo que ha hecho que Venezuela, de acuerdo con la Comisión Económica para América Latina (Cepal), sea el país menos desigual de América Latina y que esté por encima de 17 naciones de la región en los indicadores del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el cual califica a la nación como de índice de desarrollo humano alto.

Nuevas medidas de protección

Dos nuevas decisiones del Gobierno Bolivariano van a consolidar los beneficios salariales de los trabajadores venezolanos.

Una de ellas es una ley que regirá el comportamiento de los precios de los productos de consumo masivo, a fin de evitar que el desenfreno especulativo se trague los aumentos salariales.

La otra es la incorporación a las redes de distribución de alimentos del Estado, una de las grandes cadenas privadas de supermercados del país.

Se trata de un convenio, de un acuerdo de comercialización, de mutuo beneficio que optimizará la distribución de alimentos que hoy se realiza a través de Mercal, Pdval y los abastos Bicentenario.

Sendero seguro

Entretanto, la inflación, a pesar del fenómeno especulativo, cede terreno. El pasado mes de marzo registró un incremento 1,4%, índice menor que el de febrero, cuando fue de 1,7%; y mucho más bajo que el registrado en marzo de 2010, cuando marcó 2,4%. En 2010 la inflación anual acumulada fue de 27,2%.

De igual forma, el desempleo continúa en un dígito (8,6% en marzo de este año) y apunta a la baja por la recuperación de la actividad económica (las autoridades económicas prevén un crecimiento de entre 2% y 4% del Producto Interno Bruto para este año) y el inicio del Plan Nacional de Viviendas junto otros grandes proyectos de infraestructura que están en marcha.

Contraste

A diferencia de Venezuela, los principales países capitalistas confrontan severos problemas económicos y sus trabajadores. Como es ley en este sistema irracional, son siempre los que cargan con la peor parte.

En Estados Unidos, país donde a finales de 2007 se originó esta crisis por el estallido de la llamada “burbuja hipotecaria”, proceso que involucró la caída de más de 120 grandes bancos, hay un saldo de 15 millones desempleados.

Algunos analistas prevén que la crisis se prolongará por mucho más tiempo porque, a pesar de que en febrero de este año el desempleo registró un índice de 8,7%, menor al del mismo período del año pasado, se requiere un crecimiento de 2,5% del Producto Interno Bruto (PIB) que genere 200 mil nuevos empleos mensualmente para activar la economía de manera estable.

Sin embargo, muchos son pesimistas, porque lo que se ha logrado es un crecimiento entre 1% y 1,5% del PIB.

En los países del viejo continente la situación no es muy distinta. Actualmente 23 millones de europeos no tienen trabajo, 7 millones más que hace 20 meses, y la desocupación seguirá creciendo, según todas las estimaciones.

Sólo 66% de los europeos en edad de trabajar tiene empleo, lo que ha consolidado el llamado trabajo “en negro”, de carácter ilegal y sin beneficios sociales.

La Confederación Europea de Sindicatos (CES) ha estimado en 19 millones los trabajadores que viven bajo el umbral de la pobreza en ese continente y reclama más trabajo y de calidad superior “ante la evidencia de que tener trabajo no garantiza quedar a salvo de la exclusión social en Europa".

Las centrales sindicales europeas sostienen que las personas en riesgo de exclusión social en Europa superan los 80 millones y urgen a los distintos gobiernos “a reforzar el papel de los servicios públicos”.

La economía europea cayó 4% en 2009, la peor cifra desde la segunda Guerra Mundial, y la producción industrial en 20%, ubicándose a niveles de 1990.

Estos datos ilustran sobre el declive y el colapso generalizado en el que parece haber ingresado la Unión Europea como consecuencia de la crisis del sistema capitalista que hoy manifiesta también en esa región del planeta severas consecuencias económicas y sociales como metástasis de un mal muy grave y profundo.

Para ajustar sus cuentas fiscales, muchos de los gobiernos europeos han recurrido a la reducción, alteración o eliminación de beneficios sociales como las pensiones de vejez, a las cuales, en algunos casos, han elevado el número de años de servicio requeridos para su disfrute.

No lo dice el gobierno

El 19 de abril, la famosa encuestadora estadounidense Gallup publicó su estudio anual de bienestar global en el que ubica a Venezuela en el sexto lugar en el mundo y el primero en Latinoamérica en prosperidad.

La encuesta reveló que 64% de los venezolanos considera que su nivel de vida es próspero, basado en su actual situación y sus expectativas para los próximos cinco años.

Venezuela encabeza la lista de los países latinoamericanos con mayor bienestar y supera en cinco puntos porcentuales a Estados Unidos (59%).

En los primeros cuatro puestos se encuentran Dinamarca, con 72%; Suecia, 69%; Canadá, 69%; y Australia, con 65%. En Finlandia, al igual que en Venezuela, 64% de sus habitantes se consideran prósperos.

Este trabajo coincide con el publicado por la empresa GIS XXI en febrero pasado, en el que se afirma que 82% de los venezolanos manifiesta vivir feliz.

Es imperativo recordar que las personas objeto de ambos estudios no viven ni en Estados Unidos ni en países europeos, viven en la Venezuela de hoy.


Gran Misión Vivienda Venezuela convoca a todo el país para resolver déficit habitacional


Fuente: 30 Abr. AVN .- Construir dos millones de viviendas en siete años. Ésta es la meta de la Gran Misión Vivienda Venezuela, una política de Estado que por primera vez en toda la historia del país enfrentará el drama habitacional con un gran esfuerzo nacional, liderado por el presidente Hugo Chávez, en conjunto con su equipo de Gobierno, y que ha convocado a todos los sectores.

Este programa social busca cubrir el déficit habitacional actual con un impulso a la construcción, empezando con la concreción de 150.000 casas este año, 200.000 el próximo y la aspiración de aumentar a un ritmo que ronde las 300.000 anuales.

El primer mandatario, al anunciar parte de la Misión el 13 de febrero pasado, señaló que solucionar el drama de la vivienda sólo es posible en colectivo, y de allí que llamó a una unión nacional del sector privado y público, la banca, los trabajadores, los empresarios honestos y aliados internacionales, como Cuba, Irán, China, Belarús, Rusia, Portugal y Brasil.

La Misión tiene cinco vértices, que abarcan todos los aspectos relacionados con la problemática. El primero es un registro nacional para identificar con precisión a las familias que en Venezuela no tienen vivienda propia o residen en situación de riesgo.

El segundo punto es un registro de los terrenos; y el tercero, uno que abarque las empresas constructoras, nacionales e internacionales, incluyendo a los trabajadores y compañías comunales.

El cuarto aspecto es el financiamiento. En ese sentido, Chávez ha señalado que este año se destinarán 30.000 millones de bolívares para levantar las 150.000 viviendas: la mitad del monto lo colocará el Estado y el resto, la banca privada. De hecho, tan sólo este año, ya el presidente ha aprobado más de 18.000 millones de bolívares en proyectos vinculados con vivienda.

“No sólo el Gobierno va a financiar la vivienda. La banca privada no puede financiar sólo a un sector de la población. Tiene que financiar a los pobres, a los profesionales, a los sectores medios, sin caer en mecanismos de especulación”, expresó el primer mandatario en esa oportunidad.

El quinto vértice de la Gran Misión Vivienda Venezuela abarca los materiales de construcción.

Marco legal

A finales del año pasado, el Presidente anunció que asumiría el tema de la vivienda personalmente.

Tras la habilitación para legislar que le confirió la Asamblea Nacional (AN) en diciembre, para que enfrentara los efectos de las intensas lluvias caídas en el país y que dejaron casi 130.000 damnificados, el jefe de Estado cumplió su promesa y en lo que fue su segundo decreto ley de este año, dictó la Ley Orgánica de Emergencias para Terrenos y Vivienda, el 29 de enero.

Su objetivo es establecer los mecanismos extraordinarios a cargo del Ejecutivo, en coordinación con entes públicos y privados, nacionales e internacionales, destinados a hacerle frente con éxito y rapidez a la crisis de vivienda en Venezuela, consecuencia del modelo capitalista.

La normativa señala que será el Jefe de Estado quien ejercerá directamente la rectoría del Sistema Nacional de Vivienda y Hábitat, que ejercerá a través de un órgano superior adscrito a la Presidencia, el cual se creó mediante decreto publicado en la Gaceta Oficial del 28 de marzo.

El Órgano superior tiene como coordinador al vicepresidente del Consejo de Ministros para el Desarrollo Territorial.

También lo integran los ministros del Poder Popular para la Vivienda y Hábitat; Ciencia, Tecnología e Industrias Intermedias; Relaciones Interiores y Justicia; Defensa; Industrias Básicas y Minería; Comunas y Protección Social; y Ambiente; y el titular de Estado para la Transformación Revolucionaria de la Gran Caracas.

La Ley de Emergencia garantiza el derecho a una vivienda digna con prioridad para las familias en riesgo, las que no posean casa propia y las parejas jóvenes.

Una de las competencias del Ejecutivo es la asignación de terrenos y entrega de viviendas a estos grupos familiares, bien sea por medio de planes de financiamiento en condiciones preferenciales o mediante subsidio parcial o total del valor de la residencia.

El instrumento legal establece la afectación o declaración de utilidad pública de las tierras aptas para la construcción de viviendas que estén ociosas, abandonadas o subutilizadas, ubicadas en Áreas Vitales de Viviendas y de Residencias (Avivir), las cuales pueden ser decretadas por el Ejecutivo Nacional.

En las Avivir, el Estado reordenará la distribución y uso del espacio para destinarlo en prioridad y con urgencia a la construcción de viviendas, de micro comunidades, pequeños o grandes barrios o nuevas ciudades.

El nuevo órgano rector puede calificar como urgente la ejecución de obras, lo cual permite la ocupación de los terrenos e inmuebles no residenciales, ociosos o subutilizados. Por esta vía también es posible la ocupación de urgencia y uso de los bienes esenciales para garantizar la construcción de viviendas, así como la fijación del precio de venta de las mismas, según el artículo 27 de la Ley.

Del censo

La normativa contempla la designación de una comisión especial para levantar el registro nacional de las familias susceptibles de recibir viviendas adjudicadas por el Estado. Está encabezada por el ministro de Ciencia, Tecnología e Industrias Intermedias, Ricardo Menéndez.

El artículo 18 plantea que dicho registro recogerá la identificación exhaustiva de los integrantes de las familias y los datos de las casas que resultaron dañadas por “calamidades, catástrofes u otros acontecimientos naturales o sociales”.

“El registro nacional será la base de información sobre la cual se harán todas las definiciones para la ejecución de viviendas”, precisó el vicepresidente del Consejo de Ministros para lo Territorial, Rafael Ramírez, el 9 de abril.

Menéndez explicó el 21 de marzo que el interesado sólo deberá presentar su cédula de identidad y se le captará su huella digital.

El lunes, el Presidente puntualizó que el registro comienza este sábado para las personas que están en los refugios habilitados por las lluvias.

Financiamiento

El Órgano Superior del Sistema Nacional de Vivienda establecerá el porcentaje de la cartera obligatoria de créditos que estipula la Ley Orgánica de Emergencia, la cual es independiente de las carteras hipotecarias ya fijadas por otras normativas aplicables a la banca, destinadas a viviendas principales.

Además, impulsará mecanismos para la obtención de recursos que financien el Sistema Nacional de Vivienda y Hábitat.

La nueva instancia también debe promover la constitución de organizaciones populares dirigidas al ahorro y crédito en materia de vivienda y hábitat.

Este lunes, el Presidente explicó el plan de cancelación de las viviendas adjudicadas. Las familias que devenguen un ingreso inferior al salario mínimo recibirán un subsidio temporal de 100% del costo de la casa.

Si tienen un ingreso de un salario mínimo, el subsidio será de 80%, de manera que pagarán entonces sólo 20%.

Quienes reciban hasta dos salarios mínimos, pagarán 44% del costo, en 25 años, con intereses muy bajos.

Por otro lado, el ministro del Poder Popular para la Vivienda y Hábitat, Ricardo Molina, recalcó recientemente que están garantizados tanto los terrenos como los materiales de construcción para las obras de 2011 y 2012.

Además, indicó que el Gobierno ha mantenido contacto con más de 150 constructoras nacionales e internacionales para incorporarlas al programa.

Propiedad garantizada

La Gran Misión Vivienda Venezuela ya cuenta con un instrumento legal que establece el régimen de propiedad de las casas, el cual fue publicado en la Gaceta Oficial del 6 de abril.

Esta normativa indica que el Estado garantiza el derecho de propiedad familiar y multifamiliar de las unidades habitacionales construidas como parte de la Gran Misión.

El instrumento jurídico define que la propiedad familiar recae sobre las viviendas; mientras que la multifamiliar reposa sobre los “terrenos, inmuebles y cosas comunes de las edificaciones”.

El instrumento legal puntualiza que, una vez que el Órgano Superior de Vivienda adjudique la totalidad de las viviendas de un anteproyecto a desarrollar como parte de la Misión, transferirá la propiedad del terreno a las familias.

“Esta propiedad multifamiliar es indivisible y se constituye a los fines de que se integre de manera definitiva con la propiedad familiar, cuando se protocolice el documento de esta última”, señala el artículo 12.

Ya se han entregado tres títulos de propiedad multifamiliar: un terreno de 4,7 hectáreas en Ciudad Belén, en Guarenas, estado Miranda, en beneficio de 200 familias; el edificio Tres Raíces, de la avenida Lecuna, en Caracas, para 42 familias; y el desarrollo Santa Bárbara, en Guaraca, Carabobo, que agrupa a 124 familias.