Caracas, 16 Ene. AVN (Luisana Arellano Quintero).- La formación escolar impartida a las más de 11 mil personas en condiciones especiales o con alguna discapacidad, por parte de un personal docente comprometido con esta noble labor en el estado Táchira, representa un logro del Gobierno Nacional, tras la implementación de políticas inclusivas.
Esta importante tarea, asumida con gran compromiso por 1.152 educadores tachirenses, tiene como objetivo reivindicar a quienes se encuentran indefensos y vulnerables, débiles en algunos casos y, sobre todo, inocentes ante la dificultad de enfrentar los retos de una sociedad que lucha por cambiar los paradigmas del individualismo hacia una corriente humanista.
En este sentido, el Gobierno Nacional ha establecido los parámetros para garantizar una reivindicación de carácter social, a través de la Ley para las Personas con Discapacidad aprobada en la Asamblea Nacional en el año 2006.
En el artículo 18 de la mencionada Ley se establece que el Estado regulará las características, condiciones y modalidades de la educación dirigida a personas con discapacidad, atendiendo a las cualidades y necesidades individuales, con el propósito de brindar, a través de instituciones de educación especializada, la formación y capacitación necesarias, adecuadas a las aptitudes y condiciones de desenvolvimiento personal.
El Profesor Ailen Peña, coordinador de educación especial en el estado Táchira y docente en educación especial con 17 años de experiencia, mencionó que los alcances obtenidos en esta rama de la educación se deben a la implementación de las nuevas políticas y líneas estratégicas en materia social impulsadas por el Ejecutivo Nacional, a través del Ministerio del Poder Popular para la Educación (MPPE).
“Se han logrado grandes avances para la atención integral, es decir, apoyo desde los aspectos físicos, mentales, psicológicos, así como emocionales y sociales a estas personas que anteriormente eran excluidas por completo del colectivo, debido a su condición, pero que actualmente algunos asisten a la universidad, ingresan a empresas y desarrollan labores básicas con total normalidad”, apuntó
Al respecto indicó Devia que “solo en el estado Táchira existen 44 unidades operativas de educación especial, lo que implica 2 mil 956 alumnos que son atendidos por instituciones dirigidas a las áreas de atención a niños, niñas y adolescentes con retraso mental, parálisis cerebral, autismo, deficiencia auditiva y visual, quienes reciben el adiestramiento de 685 profesores capacitados en cada especialidad, quienes están a su lado con total dedicación para guiarlos”.
En cuanto al área de dificultad de aprendizaje aclaró que durante los dos últimos periodos escolares ha recibido atención una población de 8 mil 631 estudiantes que presentan déficit de razonamiento en las actividades básicas de lectura, escritura y cálculo, a través de las 389 aulas integradas dispuestas en los maternales, simoncitos, escuelas y liceos de la entidad andina.
“La dificultad de aprendizaje es asistida por 472 profesores dentro de las instituciones de formación regular, donde tanto docentes de educación integral como aquellos preparados de educación especial realizan un seguimiento, para profundizar las áreas donde exista la discapacidad, sin ser apartado del salón de clases o del grupo de alumnos”, agregó el coordinador.
Es importante destacar que en el caso de las 44 unidades educativas de atención especial participa un equipo multidisciplinario conformado por médicos, terapistas de lenguaje, trabajadores sociales, psicopedagogos, docentes y asistentes que conjuntamente con el núcleo familiar, diseñan estrategias y mecanismos individuales para obtener avances significativos en el proceso de formación.
Además, apuntó que no sólo los niños, niñas y adolescentes reciben estos beneficios sociales, sino que también los más pequeñitos, en edades comprendidas entre 0 y 5 años de edad, cuentan con dos Centros de Desarrollo Infantil, en donde se prepara a los infantes para ser incorporados al subsistema de educación regular o especial.
Resaltó que los padres también reciben apoyo psicológico: "mediante terapias o sesiones de trabajo en las que comprenden cómo enfrentar algunas situaciones cotidianas para reforzar y darle continuidad desde el hogar al trabajo psicopedagogo que se realiza en las instituciones, conformando un equipo direccionado en función del desarrollo integral de la persona especial y su inserción en la sociedad”, explicó.
Una Verdadera política de inclusión
La prontitud en la asistencia que deben recibir las personas con alguna discapacidad, es un factor determinante en su inclusión a la sociedad, por ello, el papel de estas instituciones gubernamentales educativas es facilitar la inserción a actividades como el ingreso a universidades o a empresas públicas y privadas.
En cuanto al área laboral, la Ley para las Personas con Discapacidad en su artículo 28 menciona lo siguiente: “los órganos y entes de la Administración Pública Nacional, Estadal y Municipal, así como las empresas públicas, privadas o mixtas, deberán incorporar a sus planteles de trabajo no menos de un cinco por ciento (5%) de personas con discapacidad permanente, de su nómina total, sean ellos ejecutivos, ejecutivas, empleados, empleadas, obreros u obreras.
La normativa resalta, además, que bajo ninguna circunstancia las empresas podrán oponerse con argumentos que discriminen, condicionen o pretendan impedir el empleo de personas con discapacidad.
En este sentido, la docente Doris Devia, educadora especial enfatizó: “cuando se realiza la atención desde las instituciones educativas, el grupo de especialistas descubren el potencial particular que tienen todas las personas con discapacidad, el cual debe ser desarrollado y convertido en una capacidad para desempeñar tareas específicas”.
Explicó que a partir de los 15 años de edad se inicia una etapa de atención a las personas con discapacidad en los 3 Talleres Laborales que se encuentran en la región andina, en los cuales se entrena en actividades como carpintería, clases de manejo, lavado de vehículos, peluquería, lencería, arreglo de uñas, entre otros oficios y, posteriormente, en articulación con el equipo de inserción laboral, estas personas son incorporadas en espacios de trabajo.
“La idea es ayudar a estas personas con discapacidad o condiciones especiales para que ejerzan un rol dentro del colectivo, haciéndoles sentir útiles a la sociedad e igualmente recibiendo un beneficio económico por su labor, lo que contribuye a mejorar su calidad de vida”, subrayó.
Asimismo, agregó que un importante número de estudiantes especiales que no presentan inconvenientes cognitivos, es decir, solo limitantes auditivas y visuales, han sido ingresados a las Misiones Educativas, graduándose como licenciados en algunas carreras, ya que son acompañados y apoyados por intérpretes en lengua de señas venezolanas o ayudantes que los guían en las actividades académicas.
“De modo que el Gobierno Nacional mediante el Ministerio del Poder Popular para la Educación mantiene un despliegue amplio en esta materia enfocando su esfuerzo en capacitar y motivar a los docentes que ejercen esta tarea, mediante jornadas especializadas para conocer los avances pedagógicos, temas de actualidad, así como talleres nacionales e internacionales, a fin de establecer pautas que contribuyan a mejorar la formación de estas personas”, dijo.
“Todos estos logros representan un respeto social, porque ya no son personas vistas como anormales o rechazadas por el colectivo, por el contrario, actualmente se reconoce su participación dentro de los roles de la sociedad, a partir del desarrollo y la canalización de sus potencialidades”, enunció.
Finalmente, es importante mencionar que la educación especial respaldada por el Ejecutivo Nacional es la más firme expresión de la vocación que tienen los docentes para impartir conocimiento, porque es una labor llena de amor, dedicación y constancia para formar seres humanos útiles a la patria.
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