Caracas, 12 Jul. AVN .- "Autoridades de Libia solicitan a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) levantar las prohibiciones de importación de repuestos para reparar y poner a plena capacidad la planta Río Artificial", informó el enviado especial de TeleSUR en el país norteafricano, Rolando Segura, a través de su cuenta en la red social Twitter.
Libia es el país donde se registran menores precipitaciones en el mundo, y la mayor fuente son las aguas subterráneas en el desierto.
Desde 1984 el Gobierno de Libia emprendió el gran proyecto de construir un acueducto de 4 mil kilómetros, con tuberías de 4 metros de diámetro que abastece de agua a 4,5 millones de libios, más del 60% de la población de las zonas costeras recibe el agua por esta vía.
El ministro de Agricultura de Libia, Abu Baker Al-Mabrouk, pidió el cese al fuego ante el peligro de que se afecte completamente la operatividad de la planta del Río Artificial, dejando a las ciudades sin abastecimiento de agua, por el poco mantenimiento, refirió el periodista.
Además, Segura indicó que el titular de Agricultura explicó que en el Proyecto de Río Artificial de 6 turbinas, en los actuales momentos, sólo se utiliza una en la planta de bombeo ubicada en Benghazi-Sirte por la falta de mantenimiento.
A comienzos de los ataques de la Organización de países del Tratado del Atlántico Norte (Otan) contra Libia, el Consejo General del Pueblo para la Agricultura de Libia exigió a la comunidad internacional que cesaran los bombardeos imperialistas en el eje de las ciudades Benghazi-Sirte, ya que podrían afectar el flujo del Gran Río Artificial subterráneo que abastece de agua a casi el 70% de la población.
De acuerdo con información del periodista de TeleSUR durante el inicio de las agresiones contra el pueblo libio, los constantes bombardeos de la Otan no sólo afectan el río artificial subterráneo desde el Sahara hasta la zona costera densamente poblada, sino también otros conductos de petróleo y gas.
Tras la aprobación de la resolución emitida por el Consejo de Seguridad de la ONU, en la cual se permitía la imposición de una zona de exclusión aérea, las potencias imperiales han atacado indiscriminadamente a la población y a las infraestructuras del país, dejando como saldo más de 900 muertos y miles de heridos.
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