Por: José Omaña
Periodico La Misión
En estos momentos,las universidades del país están pasando por un intenso debate para decidir su futuro institucional, ya que luego de 40 años hoy se propone un modelo de ley de universidades que debe ser discutido y utilizado para lograr la transformación universitaria. Recordemos que la ley de universidades vigente, fue aprobada en 1970, durante el primer gobierno de Rafael Caldera, con la Universidad Central de Venezuela intervenida por los tanques del Ejército y el Servicio de Inteligencia de las Fuerzas Armadas (SIFA) realizando una cacería de estudiantes revolucionarios. Entonces, sucede que está ley fue escrita con sangre de estudiantes, cosa nada civil y democrática, pero muy propio de los regímenes de la cuarta república.
El debate y la transformación son necesarias en el seno de nuestras facultades, ya que las universidades han cambiado de centros de estudio y se han convertido en centros de corrupción, donde se estafa, se roba (administrativa e intelectualmente), se gestan planes desestabilizadores contra el gobierno actual, se desvían recursos para planes armamentistas contra el Estado.
Además, acreditan la mediocridad en pensum de estudios caducos, no acordes conlas necesidades de la sociedad. Estas universidades, lamentablemente, se han convertido en la caja chica para financiar proyectos conspirativos en contra del gobierno.
El actual proyecto para la Ley de Universidades es poco precisa para con los delitos de corrupción que puedan cometer las autoridades universitarias. Además, es burocrática, ya que plantea una serie de comités y estructuras para lograr la solución de los problemas en cada universidad.
Asimismo, no toma en cuenta en sus artículos a las Universidades Experimentales ni a las Misiones Universitarias.
Entonces, para este debate propongo desde la base estudiantil, lo siguiente:
1.-La paridad del voto, para que estudiantes, obreros, profesores, empleados, y toda la comunidad involucrada, tengan la posibilidad de escoger en igualdad de condiciones sus autoridades y órganos que los representen.
2.-La abolición del Consejo de Universidades, por no representar los interéses de la comunidad estudiantil. Propongo en cambio, la creación de una asamblea general de facultades, donde la representación sea amplia y con decisiones vinculantes, en lo referente a todo lo que afecta y favorece al estudiantado. Además, de la Contraloría
Estudiantil para evitar el desvío de recursos y presupuestos asignados a la comunidad universitaria.
3.-La autonomía de líneas de investigación, adecuadas a los planes de desarrollo nacional, que estén vinculadas a la comunidad, donde se realicen alianzas con las empresas estratégicas del Estado; que propulse el desarrollo económico, la producción, la auto sustentación , la eliminación paulatina de la dependencia tecnológica.
Una autonomía para la producción intelectual, que promueva la crítica constructiva, para el debate, para la formación cultural de nuestra nación, no para que los estudiantes seamos manejados como materiales de una empresa, sin valores
4.- La eliminación de las pruebas internas, porque son un mecanismo excluyente del sistema burgués, individualista y explotador.
5.- La reevaluación de los pensum de estudio, por no estar adecuados a las potencialidades del país.
6.- La obligatoriedad del servicio comunitario, desde el primer semestre o año de estudio, orientando los proyectos con el plan de la nación Simón Bolívar
7.- La democratización en la elección de las autoridades en las Universidades Experimentales y Misión Sucre.
No permitamos que las autoridades y la derecha que controla las universidades logren que la discusión se enclaustre, negando el acceso al debate de las ideas a los obreros y obreras, empleados y empleadas, profesores y profesoras, y estudiantes que hacen vida en las casas de estudio universitario.
Periodico La Misión
En estos momentos,las universidades del país están pasando por un intenso debate para decidir su futuro institucional, ya que luego de 40 años hoy se propone un modelo de ley de universidades que debe ser discutido y utilizado para lograr la transformación universitaria. Recordemos que la ley de universidades vigente, fue aprobada en 1970, durante el primer gobierno de Rafael Caldera, con la Universidad Central de Venezuela intervenida por los tanques del Ejército y el Servicio de Inteligencia de las Fuerzas Armadas (SIFA) realizando una cacería de estudiantes revolucionarios. Entonces, sucede que está ley fue escrita con sangre de estudiantes, cosa nada civil y democrática, pero muy propio de los regímenes de la cuarta república.
El debate y la transformación son necesarias en el seno de nuestras facultades, ya que las universidades han cambiado de centros de estudio y se han convertido en centros de corrupción, donde se estafa, se roba (administrativa e intelectualmente), se gestan planes desestabilizadores contra el gobierno actual, se desvían recursos para planes armamentistas contra el Estado.
Además, acreditan la mediocridad en pensum de estudios caducos, no acordes conlas necesidades de la sociedad. Estas universidades, lamentablemente, se han convertido en la caja chica para financiar proyectos conspirativos en contra del gobierno.
El actual proyecto para la Ley de Universidades es poco precisa para con los delitos de corrupción que puedan cometer las autoridades universitarias. Además, es burocrática, ya que plantea una serie de comités y estructuras para lograr la solución de los problemas en cada universidad.
Asimismo, no toma en cuenta en sus artículos a las Universidades Experimentales ni a las Misiones Universitarias.
Entonces, para este debate propongo desde la base estudiantil, lo siguiente:
1.-La paridad del voto, para que estudiantes, obreros, profesores, empleados, y toda la comunidad involucrada, tengan la posibilidad de escoger en igualdad de condiciones sus autoridades y órganos que los representen.
2.-La abolición del Consejo de Universidades, por no representar los interéses de la comunidad estudiantil. Propongo en cambio, la creación de una asamblea general de facultades, donde la representación sea amplia y con decisiones vinculantes, en lo referente a todo lo que afecta y favorece al estudiantado. Además, de la Contraloría
Estudiantil para evitar el desvío de recursos y presupuestos asignados a la comunidad universitaria.
3.-La autonomía de líneas de investigación, adecuadas a los planes de desarrollo nacional, que estén vinculadas a la comunidad, donde se realicen alianzas con las empresas estratégicas del Estado; que propulse el desarrollo económico, la producción, la auto sustentación , la eliminación paulatina de la dependencia tecnológica.
Una autonomía para la producción intelectual, que promueva la crítica constructiva, para el debate, para la formación cultural de nuestra nación, no para que los estudiantes seamos manejados como materiales de una empresa, sin valores
4.- La eliminación de las pruebas internas, porque son un mecanismo excluyente del sistema burgués, individualista y explotador.
5.- La reevaluación de los pensum de estudio, por no estar adecuados a las potencialidades del país.
6.- La obligatoriedad del servicio comunitario, desde el primer semestre o año de estudio, orientando los proyectos con el plan de la nación Simón Bolívar
7.- La democratización en la elección de las autoridades en las Universidades Experimentales y Misión Sucre.
No permitamos que las autoridades y la derecha que controla las universidades logren que la discusión se enclaustre, negando el acceso al debate de las ideas a los obreros y obreras, empleados y empleadas, profesores y profesoras, y estudiantes que hacen vida en las casas de estudio universitario.
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