Por: Felson Yajure
Ante todo es bueno señalar que por fin existe un documento escrito de la máxima instancia del PSUV sobre el que se pueda debatir. Eso es nuevo en este proceso, y aunque no haya en él un análisis claro o contundente, ni una propuesta igual para superar algunas ideas que se expresan implícitamente, no le quita mucho mérito a el que por primera vez se le de a la militancia la orientación de reflexionar sobre esos lineamientos, reflexión que más que un derecho es un deber de todo militante revolucionario, y no sólo sobre los lineamientos que se planteen, sino igualmente, sobre el desempeño de sus dirigentes a todos los niveles, por eso le damos la bienvenida al documento y su implícita autocrítica.
Es una realidad inocultable que el apoyo electoral a candidatos del PSUV distintos de Chávez, ha disminuido y mantiene una tendencia al declive, desde las últimas elecciones a Gobernadores y Alcaldes y las últimas a la Asamblea Nacional. Prueba de ello ha sido haber perdido estados que antes se habían ganado, como Miranda, Carabobo, Táchira, Zulia y Nueva Esparta, la Alcaldía de Sucre (Petare), Alcaldía Mayor del Dtto. Capital y otras, tampoco se puede negar que perdimos el voto lista en Caracas, que sacamos 1 de 8 diputados en Anzoátegui, donde el Gobernador es del PSUV. Algunos podrán tener un gran optimismo al decir que tenemos mayoría en la Asamblea, pero otros nos preguntamos, no cuantas circunscripciones ganamos, si no en cuantas de las que ganamos hemos perdido ventaja, y en cuántas la tendencia es a seguir perdiendo votos. Todo ello indica la necesidad imperiosa de evaluar y rectificar, y creemos que ese es el espíritu de las llamadas 5 “Líneas Estratégicas de Acción Política”, por eso bienvenidas, al menos por la intensión.
Reflexiones sobre las Líneas propuestas:
1. La transición de la cultura política capitalista a la militancia socialista:
En esta línea el documento señala: “Esta “cultura capitalista” se expresa en el hecho de considerar que pertenecer a un partido equivale a “invertir” en él, a través de sus contribuciones financieras o con su trabajo militante, y que esa “inversión” debe ser “recompensada” o “remunerada” con puestos, cargos, prebendas o influencias en el Estado, en el terreno de los negocios o en el mismo partido”.
El parágrafo trascrito evidencia la existencia en el PSUV de una mentalidad pequeño-burguesa, por no decir burguesa, ya que acertadamente se dice que esa mentalidad es producto de la cultura capitalista, y por la cual algunas y algunos se creen dueños del partido o de alguna de sus partes, es la mentalidad burguesa de la propiedad privada sobre el partido, alguno de sus sectores, estados, municipios, o parroquias. Lamentablemente, no se dice o aclara si es una cultura manifiesta en todo el partido, en parte de sus niveles dirigentes o en esa base heroica que sin dirigencia salió a las calles el 12 y 13 de abril del 2002 a rescatar al Presidente y al proceso. Creo que esta existencia de valores burgueses es la clave de lo que sucede en el PSUV. Pero he aquí el dilema, no nacemos con los valores, éstos nos son inculcados en nuestras familias, escuelas, medios de comunicación, amistades, por el Estado, etc., y en el caso de un partido especialmente por su dirigencia. Esos valores se inculcan principalmente con el ejemplo. Lo señalado podría ser la causa por la cual, cuando Chávez participa en un proceso electoral, la votación que alcanza es siempre mayor a la de otros dirigentes del proceso, cuando son candidatos a Gobernadores, Alcaldes, Diputados, Concejales, etc., ¿será que el pueblo no ve en esos camaradas los mismos valores que ve en Chávez?.
Creo que si la alta dirigencia, no en forma implícita, sino explícita, manifestara una clara autocrítica, y asumiera su responsabilidad en lo que pasa, como lo hizo Chávez en el “Por ahora” del 92, y acompañaran con serias y contundentes rectificaciones y una conducta contraria a los valores burgueses que menciona el documento, especialmente contra el grupismo, contra el sectarismo, contra la lucha por cuotas de poder, y a la vez, colocaran como su principal objetivo la lucha por el socialismo entorno al liderazgo de Chávez con verdadero desprendimiento y nobleza, sería mucho lo que avanzaríamos como partido y en el cumplimiento de las líneas estratégicas, mejorando la gestión pública, garantizándose el avance al socialismo y el triunfo del Presidente en el 2012. El partido todo debe ser una escuela de formación de los nuevos valores y la nueva sociedad.
2. Convertir la maquinaria del Psuv en un partido-movimiento, al servicio de las luchas del pueblo:
En esta línea el documento señala que: “En el ámbito interno, es necesario reconocer que las aspiraciones de la militancia por lograr la democracia interna, en cierto modo, han sido frustradas por algunos militantes con cargos de dirección o de gobierno, los cuales manejan recursos y gestionan cuotas de poder, para imponer a sus lealtades personales por encima de los auténticos liderazgos populares, leales a los principios revolucionarios”. (subrayado mío)
En esta línea, no lo digo yo, lo señala el documento, se reconoce la aspiración de la militancia a la democracia interna y que ésta es frustrada desde cargos de dirección en las instituciones del gobierno, sin embargo la respuesta no es corregir ese grupismo burgués, si no dejar a la militancia sin democracia interna a través de la cooptación, con lo cual se cede ante el grupismo burgués, cuando realmente es hora de combatirlo con firmeza y asumir realmente a lo interno la democracia protagónica que pregonamos. Sinceramente, me parece el remedio peor que la enfermedad, lo que debiera hacerse es cumplir con el principio estatutario de la democracia interna y sancionar con contundencia la interferencia del grupismo, que como bien dice el escrito, no proviene de las bases, sino de “militantes con cargos de dirección o de gobierno” , los cuales con manejo de recursos institucionales “gestionan cuotas de poder, para imponer a sus lealtades personales por encima de los auténticos liderazgos populares”, pero contradictoriamente son las bases las que pagan y no esos grupos. Creo que casi 2 años de anticipación a las elecciones del 2012, eran suficiente tiempo para haber realizado elecciones internas y con renovados liderazgos logrado la unidad que garantizara la reelección de Chávez con la consiguiente continuación de proceso. La democracia participativa no puede ser sólo para puertas afuera del PSUV, debe ser un ejemplo interno hacia el pueblo, que sólo se suspendiera ante circunstancias excepcionales como una guerra civil, un golpe, la clandestinidad, o situación análoga. Recordemos como ya dije, que se enseña con el ejemplo, y sin contradicciones entre el discurso y la práctica. Y si se considerase que la cooptación pudiera ser oportuna, lo cual está dentro de lo analizable, en un partido cuyo paradigma es la democracia participativa, tal medida debía haberse consultado o debatido en las bases, argumentándose el porqué de la medida. Quien se cree o se sabe con razón no debe evadir el debate. Quién garantiza que esos militantes con cargos de dirección o de gobierno, que mediatizan y distorsionan los procesos internos, no sean en buena parte los cooptadores. La experiencia de la cooptación en el PSUV no ha sido muy buena, lo vemos en las últimas elecciones internas para escoger candidatos a la Asamblea Nacional, todos los cooptados de la anterior Asamblea se postularon y al menos el 90% fue revocado por las bases, esto junto al declive electoral ya referido parece indicar que la cooptación no ha interpretado muy bien el sentir de las bases. Queda una gran duda: “¿Qué pasaría en unas elecciones internas para organismos públicos o instancia internas sin que esos; militantes con cargos de dirección o de gobierno, que manejan recursos y cuotas de poder, para imponer a sus lealtades personales por encima de los auténticos liderazgos populares; no pudieran hacerlo?. ¿Qué pasaría si fueran impedidos por nuestra alta dirigencia, de usar esos puestos institucionales, y recursos, y sus cuotas de poder, para imponer sus lealtades personales?, tal como el documento de las 5 líneas estratégicas reconoce. Personalmente creo que se garantizaría el rumbo al socialismo. Y Queda una gran pregunta: acaso no será la cooptación, en buena parte, la responsable de que haya una tendencia en aumento a que entre la votación de Chávez y de otros candidatos del PSUV sea cada vez más amplia, y por lo tanto la brecha siga en aumento. La historia se encargará de dar las respuestas.
Por otra parte, a lo externo del partido, debemos tener siempre presente que los procesos electorales son sólo una expresión de la lucha de clases, que en las campañas electorales debemos no sólo buscar votos, sino principalmente crear conciencia para la transformación social, por ejemplo, cuando se hace campaña electoral no sólo hay que dar consignas, afiches y cosas por el estilo, al estilo IV república, hay que dar ante todo conciencia, y no dedicarnos a repetir consignas electoreras que no favorezcan la formación. Igualmente, cuando se dan recursos a los consejos comunales u otras organizaciones o sectores sociales, hay que darles simultáneamente también conciencia. Consejo Comunal que no haga talleres ideológicos no debería recibir recursos, para así acabar con la visión del Estado paternalista burgués de dar recursos sin dar conciencia, y evitar que sólo se hagan consejos comunales para recibir aportes materiales. Sólo así se estará trabajando para crear el Estado Comunal donde el pueblo organizado, con educación política, sea la base y sustento del nuevo Estado.
3. Convertir al partido es un poderoso medio de propaganda, agitación y comunicación:
La necesidad de esta línea se funda en la falta de eficiencia de nuestra política comunicacional, y más aún, la casi inexistente política comunicacional del partido, el cual ni siquiera posee un órgano escrito, ya que el que existía dejó de hacerlo sin que se haya realizado una evaluación colectiva, no sólo de la dirección nacional, de sus aciertos y desaciertos, menos aún, se ha emprendido un nuevo proyecto, limitándose enormemente la comunicación de la dirigencia nacional con las bases del partido. Más eficiente eran desde la clandestinidad, las organizaciones de los 60’s y 70’s en esta materia, existiendo hasta 3 periódicos que salían con bastante regularidad a pesar de la falta de recursos, represión, y asesinato de sus partidarios. También es necesario distinguir que la derecha también agita o al menos lo trata y también hace propaganda. Nosotros no podemos hacer sólo lo mismo, nuestra propaganda y agitación tienen que ser formativas de conciencia, por lo que yo la llamaría propagación más que propaganda, porque debe propagar nuestros valores e ideales socialistas.
4. El PSUV como plataforma del desarrollo y fortalecimiento del Poder Popular: Como ya dijimos, el partido debe tener siempre presente que las elecciones son sólo una expresión de la lucha de clases por el socialismo, que en las campañas electorales debemos no sólo buscar votos, sino principalmente crear conciencia para la transformación social lo cual es la forma revolucionaria de crear poder popular, si no como crear poder popular sin conciencia social, eso es imposible. El Socialismo no se puede regalar y decretar, sólo facilitar al participar junto al pueblo en sus luchas y ayudarlos a extraer de ellas sus enseñanzas, y estimular así la creación de poder popular. Como decía el barbudo aquel, un metro en el avance del movimiento real (o la conciencia real), vale más que mil teorías.
5. La constitución del gran polo patriótico, como una audaz política de reunificación y repolarización: A este respecto nuestro líder señaló “Le hago un llamado a todas las corrientes y movimientos. Mientras más críticos, más me gusta”. Y más me gustan a mí esas palabras de Chávez. Que ojalá retumbe en los oídos de todos, y claro, que seamos consecuentes con ellas. Esa crítica debe ser respetuosa, oportuna y constructiva, propositiva. Si se cumplen esas condiciones, y en particular dentro del PSUV se hacen acatando disciplinadamente lo que decida la mayoría, no se debe señalar a nadie de divisionista por el solo hecho de criticar. Lo contrarrevolucionario sería ver las fallas y callar, pues se sería cómplice y se estaría debilitando al proceso, recordemos que la verdad es siempre revolucionaria. Es necesario evitar que bajo el pretexto de una supuesta unidad, vayamos juntos al fracaso, a acabar la esperanza del pueblo de un mundo mejor. No se puede permitir que alguien bajo supuesta lucha contra el divisionismo oculte su interés por mantener parcelas de poder personal.
Con gusto repetimos también a Lenin, en carta a la redacción de Iskra en 1903, “Es hora ya, en efecto de arrojar resueltamente por la borda las tradiciones del sectario espíritu de circulo y lanzar – en un partido que se apoye en las masas – una consigna categórica: más luz, que el partido lo conozca todo, que se le entregue todo, absolutamente todo el material para valorar todas y cada una de las discrepancias,…”.
Sólo así hay educación política, con el debate a lo interno, sincero, sobre como rectificar y aplicar las 3 R.
Por último es vital que el debate incluya los procedimientos para aplicar estas líneas, para que no sean simples eslóganes y generalidades características de un estilo de cliché pequeño burgués.
Conclusión.
Como bien señala el documento en su primera línea, “… . Hoy, al PSUV le toca ejercer esa función y ser vanguardia en el proceso de construcción y defensa de la Revolución Bolivariana y Socialista.
Sin embargo, a pesar de haber logrado preservar una amplia mayoría en la Asamblea Nacional en las últimas elecciones parlamentarias, los resultados pusieron en evidencia algunas fallas en el funcionamiento del PSUV y su vinculación con la base social de apoyo a la Revolución”.
En el citado párrafo, segunda parte, es loable el reconocimiento explícito a la situación existente, en la primera parte está implícita la causa, se debe a que el PSUV no ejerce cabalmente su función de vanguardia en el proceso. Entonces la propuesta es obvia, la línea es “hacer del PSUV la verdadera vanguardia política del proceso revolucionario”, tal como se dice en nuestra Declaración de Principios, y claro no tal cuál como está buena parte del partido en estos momentos, como lo señala el escrito de la dirigencia nacional, víctima de grupos con mentalidad capitalista. Entonces, hacerlo vanguardia será un largo proceso caracterizado por la lucha por hacerlo cada vez más un mejor partido revolucionario. Parte de la propuesta es que en estos debates de las líneas estratégicas, se debata si Alcaldes, Gobernadores, Presidentes de Institutos Autónomos y demás autoridades institucionales que militan en el PSUV, acatan y acogen las orientaciones del PSUV que los colocó allí, y si le rinden cuenta a las instancias de dirección correspondientes, como lo manda el art. 4 de nuestros estatutos. El PSUV debe ser controlador e interpelador con nuestra gestión, porque no es o no debe ser individual de quienes la hacen, tenemos responsabilidad por ser quienes los pusimos allí.
No somos pocos los que decimos que el proceso se ha venido dirigiendo desde las instituciones, el mismo documento lo reconoce en buena parte. Quizás la falta de un partido revolucionario con mayor madurez y experiencia ha tenido que ver, pero también es verdad que esa experiencia no debe adquirirse en lucha contra las autoridades de instituciones donde sus autoridades sean nuestras, y las cuales más bien debieran coadyuvar a crear una relación más dialéctica que coadyuve a una mejor gestión de esas instituciones al servicio de la causa socialista y del liderazgo de nuestro presidente. Esta falta de articulación, como señala el documento en la segunda línea, ha sido también alimento de apetencias grupales en torno a muchas autoridades institucionales, en detrimento de una mayor unidad orgánica del partido, llegándose desde algunas instituciones inclusive a incrustar en el partido supuestos “líderes” con el apoyo de esas mismas instituciones, alimentándose exclusión, en menoscabo de votos y de la eficiencia del partido, y de la imagen del proceso, lo cual a ayudado a la reanimación electoral de la contrarrevolución, y por ello es tan importante se implemente correcciones, como importante es se implemente de verdad la primera línea propuesta por el Presidente. Pero, como hay una gran probabilidad de que algunas de esas autoridades institucionales encuentren la vía de seguir interfiriendo, sólo implementando de verdad verdad la línea propuesta de transformar al PSUV en vanguardia del proceso, y en la misma medida, lo transformemos en un mejor partido revolucionario, garantizándo que la soberanía del partido resida en sus bases, garantizaremos el triunfo del 2012 y el tránsito al socialismo.
He dicho algunas verdades, como verdades son las señaladas en el documento, pero necesarias porque lo peor que podemos hacer como militantes es guardar silencio ante nuestros errores, no exponerlos al debate, so pretexto de favorecer a la oposición, cuando con ese silencio cómplice desmoralizamos a la militancia y mantenemos los valores del capitalismo, favorecemos a la contra generando frustración y desmovilización. En una ocasión Fidel citando a Lenin, ese gran maestro aceptado en nuestros Estatutos y Principios, acotó “La Seriedad de un partido revolucionario se mide por la actitud ante sus propios errores”. También señaló Lenin que, la educación del partido debe hacerse sobre la base del análisis de sus propios errores. Se deben reconocer abiertamente los errores, descubrir sus causas y discutir atentamente como superarlos, no ocultar sino criticarlos así como las desviaciones, desenmascarando la ideología contrarrevolucionaria. En otras palabras, la crítica hecha adecuadamente, en forma constructiva, la que recogen nuestros estatutos y principios, es instrumento de corrección y no debe ser censurada, así como tampoco sus autores.
No importa que tantas cosas buenas hemos hecho, no es por ellas que el proceso se puede perder, sino por la influencia de los "males" y las carencias que existan.
“Unidad, debate, Unidad”
Felson Yajure (felsonyajure@yahoo.es).
Es una realidad inocultable que el apoyo electoral a candidatos del PSUV distintos de Chávez, ha disminuido y mantiene una tendencia al declive, desde las últimas elecciones a Gobernadores y Alcaldes y las últimas a la Asamblea Nacional. Prueba de ello ha sido haber perdido estados que antes se habían ganado, como Miranda, Carabobo, Táchira, Zulia y Nueva Esparta, la Alcaldía de Sucre (Petare), Alcaldía Mayor del Dtto. Capital y otras, tampoco se puede negar que perdimos el voto lista en Caracas, que sacamos 1 de 8 diputados en Anzoátegui, donde el Gobernador es del PSUV. Algunos podrán tener un gran optimismo al decir que tenemos mayoría en la Asamblea, pero otros nos preguntamos, no cuantas circunscripciones ganamos, si no en cuantas de las que ganamos hemos perdido ventaja, y en cuántas la tendencia es a seguir perdiendo votos. Todo ello indica la necesidad imperiosa de evaluar y rectificar, y creemos que ese es el espíritu de las llamadas 5 “Líneas Estratégicas de Acción Política”, por eso bienvenidas, al menos por la intensión.
Reflexiones sobre las Líneas propuestas:
1. La transición de la cultura política capitalista a la militancia socialista:
En esta línea el documento señala: “Esta “cultura capitalista” se expresa en el hecho de considerar que pertenecer a un partido equivale a “invertir” en él, a través de sus contribuciones financieras o con su trabajo militante, y que esa “inversión” debe ser “recompensada” o “remunerada” con puestos, cargos, prebendas o influencias en el Estado, en el terreno de los negocios o en el mismo partido”.
El parágrafo trascrito evidencia la existencia en el PSUV de una mentalidad pequeño-burguesa, por no decir burguesa, ya que acertadamente se dice que esa mentalidad es producto de la cultura capitalista, y por la cual algunas y algunos se creen dueños del partido o de alguna de sus partes, es la mentalidad burguesa de la propiedad privada sobre el partido, alguno de sus sectores, estados, municipios, o parroquias. Lamentablemente, no se dice o aclara si es una cultura manifiesta en todo el partido, en parte de sus niveles dirigentes o en esa base heroica que sin dirigencia salió a las calles el 12 y 13 de abril del 2002 a rescatar al Presidente y al proceso. Creo que esta existencia de valores burgueses es la clave de lo que sucede en el PSUV. Pero he aquí el dilema, no nacemos con los valores, éstos nos son inculcados en nuestras familias, escuelas, medios de comunicación, amistades, por el Estado, etc., y en el caso de un partido especialmente por su dirigencia. Esos valores se inculcan principalmente con el ejemplo. Lo señalado podría ser la causa por la cual, cuando Chávez participa en un proceso electoral, la votación que alcanza es siempre mayor a la de otros dirigentes del proceso, cuando son candidatos a Gobernadores, Alcaldes, Diputados, Concejales, etc., ¿será que el pueblo no ve en esos camaradas los mismos valores que ve en Chávez?.
Creo que si la alta dirigencia, no en forma implícita, sino explícita, manifestara una clara autocrítica, y asumiera su responsabilidad en lo que pasa, como lo hizo Chávez en el “Por ahora” del 92, y acompañaran con serias y contundentes rectificaciones y una conducta contraria a los valores burgueses que menciona el documento, especialmente contra el grupismo, contra el sectarismo, contra la lucha por cuotas de poder, y a la vez, colocaran como su principal objetivo la lucha por el socialismo entorno al liderazgo de Chávez con verdadero desprendimiento y nobleza, sería mucho lo que avanzaríamos como partido y en el cumplimiento de las líneas estratégicas, mejorando la gestión pública, garantizándose el avance al socialismo y el triunfo del Presidente en el 2012. El partido todo debe ser una escuela de formación de los nuevos valores y la nueva sociedad.
2. Convertir la maquinaria del Psuv en un partido-movimiento, al servicio de las luchas del pueblo:
En esta línea el documento señala que: “En el ámbito interno, es necesario reconocer que las aspiraciones de la militancia por lograr la democracia interna, en cierto modo, han sido frustradas por algunos militantes con cargos de dirección o de gobierno, los cuales manejan recursos y gestionan cuotas de poder, para imponer a sus lealtades personales por encima de los auténticos liderazgos populares, leales a los principios revolucionarios”. (subrayado mío)
En esta línea, no lo digo yo, lo señala el documento, se reconoce la aspiración de la militancia a la democracia interna y que ésta es frustrada desde cargos de dirección en las instituciones del gobierno, sin embargo la respuesta no es corregir ese grupismo burgués, si no dejar a la militancia sin democracia interna a través de la cooptación, con lo cual se cede ante el grupismo burgués, cuando realmente es hora de combatirlo con firmeza y asumir realmente a lo interno la democracia protagónica que pregonamos. Sinceramente, me parece el remedio peor que la enfermedad, lo que debiera hacerse es cumplir con el principio estatutario de la democracia interna y sancionar con contundencia la interferencia del grupismo, que como bien dice el escrito, no proviene de las bases, sino de “militantes con cargos de dirección o de gobierno” , los cuales con manejo de recursos institucionales “gestionan cuotas de poder, para imponer a sus lealtades personales por encima de los auténticos liderazgos populares”, pero contradictoriamente son las bases las que pagan y no esos grupos. Creo que casi 2 años de anticipación a las elecciones del 2012, eran suficiente tiempo para haber realizado elecciones internas y con renovados liderazgos logrado la unidad que garantizara la reelección de Chávez con la consiguiente continuación de proceso. La democracia participativa no puede ser sólo para puertas afuera del PSUV, debe ser un ejemplo interno hacia el pueblo, que sólo se suspendiera ante circunstancias excepcionales como una guerra civil, un golpe, la clandestinidad, o situación análoga. Recordemos como ya dije, que se enseña con el ejemplo, y sin contradicciones entre el discurso y la práctica. Y si se considerase que la cooptación pudiera ser oportuna, lo cual está dentro de lo analizable, en un partido cuyo paradigma es la democracia participativa, tal medida debía haberse consultado o debatido en las bases, argumentándose el porqué de la medida. Quien se cree o se sabe con razón no debe evadir el debate. Quién garantiza que esos militantes con cargos de dirección o de gobierno, que mediatizan y distorsionan los procesos internos, no sean en buena parte los cooptadores. La experiencia de la cooptación en el PSUV no ha sido muy buena, lo vemos en las últimas elecciones internas para escoger candidatos a la Asamblea Nacional, todos los cooptados de la anterior Asamblea se postularon y al menos el 90% fue revocado por las bases, esto junto al declive electoral ya referido parece indicar que la cooptación no ha interpretado muy bien el sentir de las bases. Queda una gran duda: “¿Qué pasaría en unas elecciones internas para organismos públicos o instancia internas sin que esos; militantes con cargos de dirección o de gobierno, que manejan recursos y cuotas de poder, para imponer a sus lealtades personales por encima de los auténticos liderazgos populares; no pudieran hacerlo?. ¿Qué pasaría si fueran impedidos por nuestra alta dirigencia, de usar esos puestos institucionales, y recursos, y sus cuotas de poder, para imponer sus lealtades personales?, tal como el documento de las 5 líneas estratégicas reconoce. Personalmente creo que se garantizaría el rumbo al socialismo. Y Queda una gran pregunta: acaso no será la cooptación, en buena parte, la responsable de que haya una tendencia en aumento a que entre la votación de Chávez y de otros candidatos del PSUV sea cada vez más amplia, y por lo tanto la brecha siga en aumento. La historia se encargará de dar las respuestas.
Por otra parte, a lo externo del partido, debemos tener siempre presente que los procesos electorales son sólo una expresión de la lucha de clases, que en las campañas electorales debemos no sólo buscar votos, sino principalmente crear conciencia para la transformación social, por ejemplo, cuando se hace campaña electoral no sólo hay que dar consignas, afiches y cosas por el estilo, al estilo IV república, hay que dar ante todo conciencia, y no dedicarnos a repetir consignas electoreras que no favorezcan la formación. Igualmente, cuando se dan recursos a los consejos comunales u otras organizaciones o sectores sociales, hay que darles simultáneamente también conciencia. Consejo Comunal que no haga talleres ideológicos no debería recibir recursos, para así acabar con la visión del Estado paternalista burgués de dar recursos sin dar conciencia, y evitar que sólo se hagan consejos comunales para recibir aportes materiales. Sólo así se estará trabajando para crear el Estado Comunal donde el pueblo organizado, con educación política, sea la base y sustento del nuevo Estado.
3. Convertir al partido es un poderoso medio de propaganda, agitación y comunicación:
La necesidad de esta línea se funda en la falta de eficiencia de nuestra política comunicacional, y más aún, la casi inexistente política comunicacional del partido, el cual ni siquiera posee un órgano escrito, ya que el que existía dejó de hacerlo sin que se haya realizado una evaluación colectiva, no sólo de la dirección nacional, de sus aciertos y desaciertos, menos aún, se ha emprendido un nuevo proyecto, limitándose enormemente la comunicación de la dirigencia nacional con las bases del partido. Más eficiente eran desde la clandestinidad, las organizaciones de los 60’s y 70’s en esta materia, existiendo hasta 3 periódicos que salían con bastante regularidad a pesar de la falta de recursos, represión, y asesinato de sus partidarios. También es necesario distinguir que la derecha también agita o al menos lo trata y también hace propaganda. Nosotros no podemos hacer sólo lo mismo, nuestra propaganda y agitación tienen que ser formativas de conciencia, por lo que yo la llamaría propagación más que propaganda, porque debe propagar nuestros valores e ideales socialistas.
4. El PSUV como plataforma del desarrollo y fortalecimiento del Poder Popular: Como ya dijimos, el partido debe tener siempre presente que las elecciones son sólo una expresión de la lucha de clases por el socialismo, que en las campañas electorales debemos no sólo buscar votos, sino principalmente crear conciencia para la transformación social lo cual es la forma revolucionaria de crear poder popular, si no como crear poder popular sin conciencia social, eso es imposible. El Socialismo no se puede regalar y decretar, sólo facilitar al participar junto al pueblo en sus luchas y ayudarlos a extraer de ellas sus enseñanzas, y estimular así la creación de poder popular. Como decía el barbudo aquel, un metro en el avance del movimiento real (o la conciencia real), vale más que mil teorías.
5. La constitución del gran polo patriótico, como una audaz política de reunificación y repolarización: A este respecto nuestro líder señaló “Le hago un llamado a todas las corrientes y movimientos. Mientras más críticos, más me gusta”. Y más me gustan a mí esas palabras de Chávez. Que ojalá retumbe en los oídos de todos, y claro, que seamos consecuentes con ellas. Esa crítica debe ser respetuosa, oportuna y constructiva, propositiva. Si se cumplen esas condiciones, y en particular dentro del PSUV se hacen acatando disciplinadamente lo que decida la mayoría, no se debe señalar a nadie de divisionista por el solo hecho de criticar. Lo contrarrevolucionario sería ver las fallas y callar, pues se sería cómplice y se estaría debilitando al proceso, recordemos que la verdad es siempre revolucionaria. Es necesario evitar que bajo el pretexto de una supuesta unidad, vayamos juntos al fracaso, a acabar la esperanza del pueblo de un mundo mejor. No se puede permitir que alguien bajo supuesta lucha contra el divisionismo oculte su interés por mantener parcelas de poder personal.
Con gusto repetimos también a Lenin, en carta a la redacción de Iskra en 1903, “Es hora ya, en efecto de arrojar resueltamente por la borda las tradiciones del sectario espíritu de circulo y lanzar – en un partido que se apoye en las masas – una consigna categórica: más luz, que el partido lo conozca todo, que se le entregue todo, absolutamente todo el material para valorar todas y cada una de las discrepancias,…”.
Sólo así hay educación política, con el debate a lo interno, sincero, sobre como rectificar y aplicar las 3 R.
Por último es vital que el debate incluya los procedimientos para aplicar estas líneas, para que no sean simples eslóganes y generalidades características de un estilo de cliché pequeño burgués.
Conclusión.
Como bien señala el documento en su primera línea, “… . Hoy, al PSUV le toca ejercer esa función y ser vanguardia en el proceso de construcción y defensa de la Revolución Bolivariana y Socialista.
Sin embargo, a pesar de haber logrado preservar una amplia mayoría en la Asamblea Nacional en las últimas elecciones parlamentarias, los resultados pusieron en evidencia algunas fallas en el funcionamiento del PSUV y su vinculación con la base social de apoyo a la Revolución”.
En el citado párrafo, segunda parte, es loable el reconocimiento explícito a la situación existente, en la primera parte está implícita la causa, se debe a que el PSUV no ejerce cabalmente su función de vanguardia en el proceso. Entonces la propuesta es obvia, la línea es “hacer del PSUV la verdadera vanguardia política del proceso revolucionario”, tal como se dice en nuestra Declaración de Principios, y claro no tal cuál como está buena parte del partido en estos momentos, como lo señala el escrito de la dirigencia nacional, víctima de grupos con mentalidad capitalista. Entonces, hacerlo vanguardia será un largo proceso caracterizado por la lucha por hacerlo cada vez más un mejor partido revolucionario. Parte de la propuesta es que en estos debates de las líneas estratégicas, se debata si Alcaldes, Gobernadores, Presidentes de Institutos Autónomos y demás autoridades institucionales que militan en el PSUV, acatan y acogen las orientaciones del PSUV que los colocó allí, y si le rinden cuenta a las instancias de dirección correspondientes, como lo manda el art. 4 de nuestros estatutos. El PSUV debe ser controlador e interpelador con nuestra gestión, porque no es o no debe ser individual de quienes la hacen, tenemos responsabilidad por ser quienes los pusimos allí.
No somos pocos los que decimos que el proceso se ha venido dirigiendo desde las instituciones, el mismo documento lo reconoce en buena parte. Quizás la falta de un partido revolucionario con mayor madurez y experiencia ha tenido que ver, pero también es verdad que esa experiencia no debe adquirirse en lucha contra las autoridades de instituciones donde sus autoridades sean nuestras, y las cuales más bien debieran coadyuvar a crear una relación más dialéctica que coadyuve a una mejor gestión de esas instituciones al servicio de la causa socialista y del liderazgo de nuestro presidente. Esta falta de articulación, como señala el documento en la segunda línea, ha sido también alimento de apetencias grupales en torno a muchas autoridades institucionales, en detrimento de una mayor unidad orgánica del partido, llegándose desde algunas instituciones inclusive a incrustar en el partido supuestos “líderes” con el apoyo de esas mismas instituciones, alimentándose exclusión, en menoscabo de votos y de la eficiencia del partido, y de la imagen del proceso, lo cual a ayudado a la reanimación electoral de la contrarrevolución, y por ello es tan importante se implemente correcciones, como importante es se implemente de verdad la primera línea propuesta por el Presidente. Pero, como hay una gran probabilidad de que algunas de esas autoridades institucionales encuentren la vía de seguir interfiriendo, sólo implementando de verdad verdad la línea propuesta de transformar al PSUV en vanguardia del proceso, y en la misma medida, lo transformemos en un mejor partido revolucionario, garantizándo que la soberanía del partido resida en sus bases, garantizaremos el triunfo del 2012 y el tránsito al socialismo.
He dicho algunas verdades, como verdades son las señaladas en el documento, pero necesarias porque lo peor que podemos hacer como militantes es guardar silencio ante nuestros errores, no exponerlos al debate, so pretexto de favorecer a la oposición, cuando con ese silencio cómplice desmoralizamos a la militancia y mantenemos los valores del capitalismo, favorecemos a la contra generando frustración y desmovilización. En una ocasión Fidel citando a Lenin, ese gran maestro aceptado en nuestros Estatutos y Principios, acotó “La Seriedad de un partido revolucionario se mide por la actitud ante sus propios errores”. También señaló Lenin que, la educación del partido debe hacerse sobre la base del análisis de sus propios errores. Se deben reconocer abiertamente los errores, descubrir sus causas y discutir atentamente como superarlos, no ocultar sino criticarlos así como las desviaciones, desenmascarando la ideología contrarrevolucionaria. En otras palabras, la crítica hecha adecuadamente, en forma constructiva, la que recogen nuestros estatutos y principios, es instrumento de corrección y no debe ser censurada, así como tampoco sus autores.
No importa que tantas cosas buenas hemos hecho, no es por ellas que el proceso se puede perder, sino por la influencia de los "males" y las carencias que existan.
“Unidad, debate, Unidad”
Felson Yajure (felsonyajure@yahoo.es).
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