La reforma interna de la Alianza fue concebida hasta 2020, pero surgen dudas sobre su viabilidad
La OTAN encarará una reforma interna durante la cumbre que se realizará en Chicago el 20 y 21 de mayo. Los cambios permitirán a los miembros ahorrar en defensa nacional a través de una mayor cooperación interestatal.
La iniciativa 'Smart Defense' (Defensa Inteligente), mencionada por el secretario general de la organización, Fogh Rasmussen, en abril pasado, supone tres cambios drásticos en la política de defensa de la organización.
Los Estados miembros deberán coordinar sus gastos de defensa nacional con la OTAN, disolver algunas de sus fuerzas a favor de una especialización más estrecha y lograr una mejor cooperación en inteligencia, logística y entrenamiento, entre otros ámbitos.
“Incluso los países grandes se dan cuenta de que es imposible mantener el conjunto completo de fuerzas y recursos”, dijo una fuente en la sede de la OTAN citada por el diario ruso Kommersant.
Según la fuente, la elección de la especialización dependerá de la experiencia de cada país. “Por ejemplo, las Fuerzas Armadas de la República Checa cuentan con muchos expertos en la defensa química, biológica y nuclear. Por eso podrán desarrollar estas capacidades sin gastar sus fondos en la capacitación de aviadores, que podrán ser enviados por Francia”, dijo la fuente.
Según el representante, algunos de los países ya recurrieron a tal “amputación”: Dinamarca renunció a su flota submarina, Alemania disolvió algunas de sus fuerzas y dejó de comprar armamentos de algunos tipos. Los fondos ahorrados se destinarán a proyectos prioritarios de la Alianza.
Durante la cumbre en Chicago, se anunciarán 25 proyectos, basados en la idea de complementariedad y compartimiento.
Defensa antimisiles
El sistema global de defensa antimisiles es uno de los pocos ámbitos de cooperación que no sufrirán recortes financieros. Tampoco se reducirá el financiamiento para el área de seguridad cibernética.
“Se invierte en estos ámbitos más que antes”, dijo Jorge Benítez, analista del Consejo Atlántico.
“De hecho la defensa antimisiles es 'defensa inteligente' de por sí. Se basa en la cooperación interestatal que garantiza protección que estos países son incapaces de obtener separadamente”, resaltó la representante de la OTAN, Oana Lundjesku.
¿Reforma condenada?
Sin embargo, varios expertos opinan que la reforma, concebida hasta 2020, será un fracaso. Según ellos surgirá una cantidad de obstáculos insuperables como la falta de confianza entre algunos Estados miembros, la negativa de líderes nacionales a ceder parcialmente su soberanía a la coordinación de defensa con la OTAN, la falta de deseo de especializarse en áreas no prestigiosas, así como los intentos de algunos miembros de escoger la especialización que sea más barata posible.
“Hay países que dudan de la necesidad de la reforma, que temen que está destinada a hacer a los europeos comprar solo lo que se fabrica en Estados Unidos”, señaló Benítez.
Una fuente del Ministerio de Defensa ruso dijo que Moscú está preocupada de que a consecuencia de la reforma, los miembros de la OTAN que no disponen de armas nucleares podrían obtener acceso a tales arsenales. Pero la fuente de la OTAN aseguró que “las armas nucleares son lo último que compartiremos”.
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