LA CENICIENTA…

Ese nombre es el apropiado para comenzar estas letras de reflexión, así llamaban hasta hace apenas unos días al equipo oficial de fútbol de Venezuela (La Vinotinto), ¿por qué nos lamaban así? Porque una serie de reporteros, dirigentes, jugadores y directivos de otras selecciones habían decretado que nuestro equipo era malo, porque sí, y listo! Siempre habíamos colocado el alma en la cancha, pero eso no contaba… No habían triunfos, y si los habían los titulaban de “falla del equipo rival”, porque ni siquiera suerte nos podían atribuir.

Así llegamos a esta Copa América, en el llamado “Grupo de la muerte”. Su nombre bien merecido, porque estaba conformado por el súper campeón Brasil, por el poderoso equipo de Paraguay y un Ecuador temible. Los más optimistas “conocedores del futbol mundial nos daban, tal vez, un tercer lugar para clasificar.

La cenicienta...

Primer juego: empatamos con Brasil, un sacrilegio! Gritaban algunos, ¿cómo esta “seleccioncita” se atreve a empatar con el tetracampeon mundial? La respuesta? Claro, Brasil jugó mal, pésimo, terrible! Por lo cual Venezuela logró el empate. César Farías como siempre tan analítico, directo y honesto declara: “acá no hubo suerte, hubo fútbol, ya es hora de que comiencen a respetarnos”.

Segundo juego: ha, no vale, La Vinotinto lo que tiene es suerte pareja! Ecuador se dejó ganar con sus errores! Vuelve Farías y les dice: queremos respeto! No los estamos ganando en la cancha. Reconocemos a los grandes, pero acá nosotros también jugamos!

Tercer juego: Oye… lo de la Vinotinto como que no es suerte, dos goles en los últimos 5 minutos para empatar y quedar de primera? Clasificaron! Tremendo logro para esos muchachos. Claro, aunque de ahí no pasan, les toca Chile... el gran Chile.

La burla: Entel empresa de comunicaciones chilena se da la tarea de burlarse de un equipo, un equipo de 27 millones de Venezolanos, los cuales vieron los videos se mordieron los labios y esperaron el pitazo del partido.

Cuarto Juego: Chile ignoró dos cosas: una que los juegos no se ganan en la tele, se ganan en la cancha, y dos, la capacidad tan espectacular del “chalequeo” venezolano, jamás en la vida se había visto una jodedera de 27 millones de personas en contra de unas pocas que se les ocurrió la idea del “videíto”, pero Venezuela aun sigue en el torneo ¿Cómo es eso? Si esos deberían estar eliminados hace años! Ya lo de “cenicienta” no les cuadra. Los jugadores de Paraguay declara: Fácil? Quiénes? Los de Venezuela? Ja ja amigo ¡esos chamos juegan! y lo demás es P…

Quinto juego: acá me detengo a pensar en lo que pasó en esos 120 minutos de juego. Habían visto alguna vez un equipo de cualquier país jugar tan bien, pero tan bien como jugaron esos venezolanos? Disculpen pero no puedo colcar la palabra de perder en este párrafo, porque no sólo jugamos contra 11 excelentes jugadores paraguayos, sino también en contra de 3 arbitros, una arquería y un stadium repleto de hinchas en contra, y por 120 minutos fuimos el equipo más espectacular que haya pasado por Copa América alguna vez. Jugamos con disciplina, técnica, garra y arrechera, para que, lamentablemente, un penal le diera la tranquilidad de que “por ahora” no nos traeremos esa copa a una plaza a celebrar un campeonato.

Se habrá visto que un equipo sin perder un juego, no esté en la final? Bueno mirenlo acá, Venezuela, el nombre que hoy en la noche muchos jugadores, analistas y aficionados en el mundo pronunciarán con respeto a partir de hoy, la palabrita de “cenicienta” se la tendrán que meter por el mismo lado que Entel se metió su comercial hace unos días. El sentimiento de nuestro país lo expresó ese gran comunicador como lo es César Farías: “El fútbol tiene garantía suramericana, pero con el propio sello venezolano, y eso lo vamos a exigir de ahora en adelante, no aceptamos un irrespeto más, y lo vamos a pelear a sangre y fuego”, me felicito los felicito, felicítense de ser hoy más que nunca, VENEZOLANOS.