Caracas, 06 Jun. AVN (Nazareth Balbás, enviada especial).- A las 11:30 de la mañana la guardia de honor se apostó en la entrada del Palacio de Planalto en Brasilia para recibir con honores al mandatario venezolano, Hugo Chávez Frías, quien este lunes sostuvo su primera reunión trimestral con su par brasilera, Dilma Rousseff, cita que culminó con la firma de diez acuerdos bilaterales y la suscripción de proyectos de desarrollo entre Caracas y el sector privado.
Chávez, con evidente muestra de mejoría tras la lesión que sufrió en la rodilla, llegó al Palacio junto a su hija Rosa y parte del gabinete ministerial, y con un fuerte abrazo saludó a Rousseff cuando ésta salió a su encuentro.
Con una amplia sonrisa, su homóloga le acompañó hasta el callejón de honor donde dos hileras de uniformados allanaron en formación el pasillo de ingreso a la sede de gobierno.
El sonido de las balas de salva fue parte del protocolo inicial que transcurrió mientras dos oficiales enarbolaban el pabellón venezolano y se escuchaban las notas del Gloria Al Bravo Pueblo, que resonaron hasta la Plaza de los Tres Poderes, ubicada al frente del palacio presidencial.
Tras el recibimiento, Chávez y Dilma se dirigieron brevemente a los periodistas y luego procedieron al saludo de sus respectivas delegaciones, mientras en la parte superior del salón, estudiantes de un centro educativo de Brasilia ondeaban su pabellón patrio y el de Venezuela.
“¿Qué tal? ¿Cómo están ustedes?”, preguntó Chávez a los niños, quienes respondieron con un fuerte “Olá”. El mandatario nacional también se acercó a los reporteros que se aglomeraban en un reducido espacio para tratar de interrogarle sobre los temas de la reunión.
Sin embargo, Chávez se limitó a bromear con ellos y les contó que una vez aterrizó en un aeropuerto y se encontró con un grupo de comunicadores: "Les pregunté, para tratar de evadirlos, "¿ustedes son periodistas?" y una chica me respondió "sí Presidente, pero también somos personas"”, lo que desató las risas de los reporteros.
Pasado el mediodía, Chávez y Rousseff subieron al despacho presidencial para su encuentro privado y después se incorporaron a la reunión ampliada con los ministros para afinar detalles de los instrumentos de cooperación en materia de vivienda, agricultura, energía, comercio, ciencia y tecnología.
Posteriormente, un pequeño auditorio se dispuso en el imponente primer piso de la sede del Poder Ejecutivo, obra del arquitecto brasilero Oscar Nienmeyer, para que los dos mandatarios presidieran el acto de firma de acuerdos.
Pocos minutos después de las 2:00 de la tarde (hora local), se inició la suscripción de los convenios, protocolo que precedió la declaración conjunta de los Jefes de Estado quienes además de expresar su satisfacción por los documentos alcanzados, se comprometieron a continuar con el fortalecimiento de la relación bilateral en beneficio de sus pueblos.
"Queremos promover la mejoría de las condiciones de vida en nuestros países, y estamos seguros que Venezuela, debido a su política interna, y Brasil, por su política desarrollada hasta el momento, vamos a ser capaces de cumplir con este profundo compromiso en el área social”, dijo Rousseff .
Explicó además que la dimensión y alcance de las inversiones, que en la actualidad se desarrollan en Venezuela, demuestran la confianza del sector privado brasileño en la economía de la nación caribeña.
Por su parte, Chávez hizo énfasis en la necesidad de fortalecer la dinámica integradora y el mapa estratégico de las relaciones entre Venezuela y Brasil, en lo político, social, agroalimentario, así como en la satisfacción de las necesidades básicas de los pueblos.
“Estamos creando y articulando un nuevo modelo de relación con Brasil, que no se limita a la competencia propia de los modelos neoliberales, sino se trata de un modelo de cooperación y complementariedad económica que debe seguir fortaleciéndose”, aseveró.
Luego de la firma de compromisos, los dos presidentes partieron rumbo al Palacio de Itamaraty, sede protocolar de la cancillería brasilera, para un almuerzo al que asistieron también las delegaciones de alto nivel y con el que se cerraba la agenda bilateral.
Aunque el Presidente -quien se alojó en la sede de la embajada venezolana en Brasilia- tenía previsto partir con rumbo a Ecuador al finalizar el almuerzo, retrasó su salida para ofrecer declaraciones a los medios que se apostaron en los alrededores de la misión diplomática en búsqueda de mayores detalles sobre los temas del encuentro.
Chávez comentó que una de las acciones acordadas tras la primera reunión con Rousseff fue la revisión a nivel de cancilleres del actual mapa de convenios y “después del análisis concluir cuáles son los proyectos motores con más fuerzas en distintas áreas de la alianza estratégica que tenemos con Brasil”.
“Queremos agregar nuevos proyectos”, apuntó Chávez, quien antes de partir con rumbo a Ecuador para su segunda parada de la gira que finalizará en Cuba, adelantó además que recibirá a Rousseff en septiembre de este año en Caracas.
“En septiembre debemos estar listos para firmar nuevos compromisos, nuevos acuerdos”, aseveró el mandatario, tras lo cual dijo que también esperaría a su par brasileña en la próxima cumbre regional que se realizará en Venezuela para fundar la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, los días 5 y 6 de julio de este año.
Para Chávez la conformación de un bloque inédito que unirá a todo el continente sin Estados Unidos y Canadá “no hubiese sido posible sin el compromiso de Brasil, Venezuela y de muchos otros países”.
“Estamos trabajando intensamente. Los invitamos a todos ustedes a que nos acompañen desde el 3 de julio a una fiesta patria en toda Venezuela”, finalizó Chávez antes de abordar el automóvil negro que lo llevó hasta la base aérea Juscelino Kubitschek, punto conclusivo de su estadía en la capital brasileña.
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