Con este título tan llano e inocente de Pedro y el capitán que remite al otro infantil de Pedro y el lobo, parece que Mario Benedetti, su autor, quisiera engañarnos y llevarnos a creer que nos va a contar un cuento. Nada más lejos de la realidad, si bien es cierto que nada se resiste a ser contado en forma de cuento, sea éste de hadas o de terror.
En Pedro y el Capitán estamos ante una obra dramática que enfrenta a dos personalidades en una celda de tortura psicológica, es decir la celda donde te consuelan después de haberte reventado por dentro y ponen a tu disposición un confesor para darte consejos, agua y hasta un pitillo.
Él es el bueno, un policía bueno y de grado, los malos son los otros, a los que volverás si no colaboras.
Toda la acción dramática se desarrolla en un diálogo apasionante. Las voces de ambos personajes ayudan a situar el contexto en la dictadura argentina reciente, cuyas tácticas han sido divulgadas ampliamente por los supervivientes y han impregnado ya para siempre la literatura y el arte de todos los tiempos, como una pesadilla que siempre puede volver.
No sé si se acuerdan de la personalidad del Gran Inquisidor en el cuento titulado El pozo y el péndulo, de Edgar Allan Poe, pero a mí me lo recordó en todo momento y me lo puso delante nada más empezar la pieza: El torturador es un ser torturado a su vez, nada cínico, al que le duele su deber ineludible de salvaguardar el sistema que, de lo contrario, caería en manos de las fuerzas del mal. Iba para santo pero le tocó hacer esto y alguien lo tiene que hacer.
Tal es la personalidad del torturador de Pedro que se nos muestra en Pedro y el capitán.
Pero con lo que no contamos –he aquí la sorpresa- es con la personalidad del torturado, Pedro, la víctima, quien desdeñosa y defensivamente se niega a hablar hasta que, deshecho, pierde el miedo a morir. Es entonces, destruido como está, cuando se lanza a la tortura de su verdugo con las mismas armas que él y con tanta habilidad que nos hace preguntarnos con otro autor todavía más cercano: ¿Quién imaginó indefensas a las víctimas?
El espacio cavernario de Off LaLatina situa con perfección la acción dramática, que hábilmente nos soprende in medias res, pues nada más bajar ya oímos las palabras de boca del poli bueno, el Capitán, encargado de convencer por las buenas a Pedro de que colabore.
Una obra intensa apoyada en un texto magnífico con dos actuaciones muy, muy convincentes.
Autor: Mario Benedetti
Compañía: Círculo Teatro
Dirección: Blanca Vega, Tomás P. Sznaiderman
Intérpretes: José Emilio Vera y Antonio Aguilar
Fecha: 13 de diciembre
Off LaLatina: Mancebos, 4, Madrid
Sábados a las 20’15
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