22 NOVIEMBRE 2011
Por Alexei Padilla Herrera
Entrevista al pacifista canadiense Kevin Neish, miembro de la Flotilla de la Libertad
Kevin Neish fue el único canadiense que en la primavera de 2010 se unió la Flotilla de la Libertad. La iniciativa fue impulsada por la organización de derechos humanos Free Gaza, intentaba llevar 10 mil toneladas de ayuda humanitaria a los habitantes de la Franja de Gaza, sometida al férreo bloqueo decretado por el gobierno de Israel en 2007.
Amigo de la Revolución Cubana y de la causa palestina familiar por tradición, Kevin era uno de los activistas que viajaba a bordo del Mavi Marmara cuando los seis barcos fueron interceptados por la marina israelí en aguas internacionales y abordados por comandos armados con rifles de asalto. En el ataque 9 pacifistas perdieron la vida y más de 30 resultaron heridos.
Neish decidió viajar a Cuba este otoño para presentar un documental-censurado por los medios de comunicación de su país- que muestra imágenes inéditas de los crímenes cometidos por los militares sionistas en el Mavi Marmara. Luego de la premier Kevin accedió a compartir algunas de sus vivencias con los lectores.
“Mi relación con los palestinos - nos cuenta- comienza en 1961 cuando mis padres vinieron a Cuba, se reunieron con Fidel y una parte de los sobrevivientes del desembarco del Granma. Ellos siempre estuvieron muy al tanto de los acontecimientos en Vietnam, la situación en Palestina y el apartheid en Sudáfrica.”
Por su adhesión a las causas justas en plena la Guerra Fría, los padres de Kevin corrieron el riesgo de perder su patrimonio, ser marginados política y socialmente e incluso fueron objetos de agresiones físicas.
“Yo di continuidad a esas ideas, así que en el 2002 estuve en la Franja de Gaza, específicamente en Belén, como escudo humano. Después apoyé la primera flotilla con mi propio dinero desde 2008 y luego en 2010 como voluntario en uno de los barcos.”
El 30 de mayo la marina hebrea advirtió que no permitiría la llegada a Gaza. ¿Calcularon los pacifistas el riesgo de desafiar la voluntad de Israel?
“Todo el mundo sabía que los israelitas nos atacarían pero nadie esperaba tanta violencia. No se suponía que yo estaría a bordo el Mavi Marmara, los sionistas realmente no esperaban occidentales en ese barco. Es decir, se imaginaron que allí solo encontrarían personas de «color». Creo que fue esa la razón de tanta violencia porque cuando los soldados abordaron el barco quedaron sorprendidos y al ver que era blanco me preguntaron qué hacía allí. ”
¿En algún momento imaginaron que los soldados dispararían contra personas desarmadas que se defendían con palos de madera y mangueras contra incendio?
“En la presentación no dije que encontré dos cadáveres de pacifistas con agujeros de bala detrás de la cabeza y otras heridas. Nadie dispara detrás de la cabeza para después tirar a otras partes. Hubo personas que cayeron heridas y luego los israelitas los remataron. Vi con mis propios ojos las ejecuciones.”
Los activistas lograron desarmar a tres de los militares israelitas que minutos antes disparaban contra ellos. “Les quitamos las armas, las tiramos al mar y luego los llevamos con los médicos.”
Kevin recuerda que los soldados estaban muy sorprendidos porque pensaban que les sería aplicada la ley del Talión.
-Las imágenes del documental son reveladoras. Pero, ¿qué sucedió después de apagar la cámara?
Ellos revisaron todas las cámaras pero como no pudieron encontrar los chips. Registraron a muchas personas, incluso en el interior de sus cuerpos y dieron con algunos. Luego destruyeron las cámaras. Todo el set de cámaras fue destruido. La mujer que estaba grabando perdió 70 mil dólares solo en cámaras, y no fue la única.
Los soldados me rodearon y pusieron un arma en mi cabeza en tres ocasiones. En una ocasión un musulmán se paró y comenzó a rezar y los israelíes le apuntaron y le dijeron en inglés que se callara. Entonces levanté para ver si me dispararían. Por suerte uno de ellos al parecer se dio cuenta que yo era blanco y no nos dispararon solo por eso.
Allí nos dejaron por 7 horas arrodillados bajo el sol y 15 sin poder ir al baño. Nos ataron con esposas plásticas. Pedí varias veces ir al baño y en una de esas ocasiones un guardia se acercó, me tomó por las esposas y me las apretó tanto que mis manos sangraron y comenzaron a ponerse moradas. Entonces me dijo que yo los había molestado por preguntar demasiado. Me torturaron de esa manera en tres ocasiones.
Soy canadiense, así que puedo imaginar lo que le hicieron a los musulmanes. Muchos de ellos tenían las manos muy hinchadas. Hubo huesos rotos, fue terrible.
Pasaron 3 horas hasta que los israelitas evacuaron a los heridos en helicópteros. Durante ese tiempo tres personas murieron desangradas.
En otro sitio del barco los comandos llegaron a la puerta e inmediatamente sentaron a los doctores, luego los esposaron y los colocaron separados de los pacientes.
-¿Cómo logró salvar las imágenes con las que se hizo el documental que acaba de presentar?
Usé mi color de piel y mi pasaporte para pararme frente a los israelitas, quienes por cierto, se molestaron mucho y me dejaron en el barco por más de 10 horas. Cuando me bajaron para procesarme estaban cansados de buscar personas y no me revisaron. Uno de los chips se encontraba en mi media y los otros escondidos en mi boca y en la ropa interior.
-El gobierno canadiense no hizo nada por él.
Cuando estuve detenido en Israel mi embajada no pudo sacarme de prisión. Sin embargo, Turquía exigió que todos fuéramos liberados.
La voluntad del ejecutivo turco logró que fuéramos excarcelados. Me llevaron a un hotel de Estambul, allí me alimentaron y más tarde me montaron en un vuelo a Canadá. Todo eso gratis porque los israelitas habían tomado todo cuanto tenía. Pude conservar mis espejuelos, mi pasaporte, el reloj. Tenía 4 mil dólares para donarlas a Gaza y ellos se los llevaron junto a mis tarjetas de crédito.
Pude regresar gracias al gobierno turco. El gobierno de Canadá es aliado de Israel por eso me odia, dice riendo.
Los ataques de la prensa
Comenta que su decisión de presentar en Cuba la versión de su audiovisual en español constituye una forma de agradecer el fuerte apoyó que Fidel Castro ha brindado a los pueblos latinoamericanos y la autodeterminación de los palestinos.
Las acusaciones realizadas por Kevin Neish contra el régimen sionista y el periplo que iniciara para exhibir el documental en varias provincias de Canadá, provocó la ira de la prensa conversadora.
El 15 de junio de 2010 el sitio digital National Post publicó un artículo titulado de Las incongruentes historias de Kevin Neish que intentaba deslegitimar el testimonio de los pasajeros del Mavi Marmara.
El texto firmado por Michael Ross, un ex-agente del Mossad, niega la brutalidad del los militares hebreos durante el ataque a la Flotilla de la Libertad y apunta que “las denuncias de Neish sobre disparos rasantes son tan ridículas como otras acusaciones. Esta es una táctica bien conocida -prosigue el artículo- a la que acuden organizaciones terroristas para que sus miembros digan que han sido torturados y maltratados, algo que funciona bien con el público de los medios occidentales”, y asegura no tener dudas de que no es más que “una estrategia para mentir”.
Sobre la ofensiva mediática en su contra Kevin comentó: “He exhibido el documental más de 20 o 25 veces y siempre pregunto si alguien lo ha visto en la TV y la respuesta es negativa. La gente no entiende ni puede creer lo que narra el documental, porque ellos solo ven la versión israelí y no aceptan que pueda ser tan diferente a mi historia. Mas yo estuve allí, tengo las pruebas, lo vi todo con mis propios ojos, tenía sangre en mis pantalones, tomé fotos y aún así no pueden creerlo porque en los medios muestran una historia totalmente opuesta.”
Agrega, que “los medios de mi país nunca exhibieron este filme porque consideran que soy un tonto, un ingenuo o un tipo rico en busca de emociones, es decir, que no lo hacía por principios.
Ni la indiferencia del gobierno canadiense ni los mensajes negativos de la gran prensa han impedido que este amigo de la paz desista de divulgar la verdad sobre acontecido el 31 de mayo de 2010 en el mar Mediterráneo. En esa lucha tiene presente lo que un día su padre le dijo: Cuando el enemigo se molestaba con alguien, es porque ese alguien estaba haciendo algo bueno.
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