Caracas, 14 Jun. AVN .- La invasión militar sobre Libia, sus gastos y consecuencias políticas internacionales, despertó entre los jefes militares de la misión contradicciones sobre su financiamiento, teniendo como trasfondo la creciente crisis económica europea.
El portavoz de la alianza guerrerista, Oana Lungescu, aseguró este martes que se disponen de los medios necesarios para continuar los bombardeos, aunque reconoció que hace falta tiempo para lograr los objetivos.
Esta declaración se produce un día después que el jefe de la Armada británica, almirante Mark Stanhope, advirtiera que la flota de su país no está preparada para mantener la misión en Libia por mucho tiempo más, reseñó la agencia Europa Press.
“¿Durante cuánto tiempo podemos continuar así en Libia?”, se preguntó el militar y señaló que pasado el verano “tendremos que solicitar al Gobierno que tome algunas decisiones difíciles sobre las prioridades”.
A su vez, el jefe del Estado Mayor del Ejército inglés, Sir David Richards, expresó que Gran Bretaña podría continuar en la guerra de agresión contra Libia si la decisión es esa.
Lungescu confirmó que la Organización del Tratado para el Atlántico Norte (Otan) tiene como objetivo principal “mantener la presión” sobre el líder libio Muamar Al Gaddafi.
La afirmación del portavoz llega después de la reunión de ministros de Defensa de la alianza militar de la pasada semana, en la que tanto los países miembros como los que no integran el bloque pero que participan en las operaciones sobre Libia, no respondieron de forma positiva a una petición para enviar más medios o permitir que los ya presentes en la zona sean usados de forma más flexible.
Finalizado este encuentro, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Robert Gates, advirtió de un futuro “sombrío” y “desalentador” para la Otan si las naciones que la integran no se comprometen más política, militar y económicamente con sus intervenciones.
Durante esta jornada, se reportó un nuevo bombardeo de la OTAN en cercanías a la residencia presidencial Bab Al Aziziyah de Gaddafi, en Trípoli.
Los ataques sacudieron el hotel donde se encuentran alojados los corresponsales extranjeros.
Pese a los bombardeos en la capital del país, los pobladores se reúnen todas las noches alrededor de la residencia del líder libio para manifestar su apoyo.
Mientras tanto, en el oeste del país el Ejército sigue combatiendo contra los grupos separatistas armados, que controlan un paso fronterizo clave hacia Túnez.
Los sublevados anunciaron que avanzaron desde Misurata más de 200 kilómetros hacia Trípoli.
Los ataques de la Otan han dejado hasta el momento cientos de civiles muertos y miles de heridos, siendo Gran Bretaña y Francia las naciones que realizaron la gran mayoría de los bombardeos contra Libia con gastos, solamente en bombas, que oscilan entre los 600 mil y 1 millón 500 mil dólares diarios.
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