En abril de 2005 la entidad bancaria emite un reporte de actividades sospechosas debido a los montos de tales depósitos, los cuales entre enero y marzo de ese año ascendieron a 4 millardos de bolívares, aunque Amaya González se identificara como distribuidor autorizado de fertilizantes de Inversiones Makled con un sueldo de 800 mil bolívares viejos. Esta particularidad activó la alarma en la Unidad de Inteligencia Financiera de la Superintendencia de Bancos (Sudeban).
Los continuos depósitos fueron realizados en su mayoría a través de una oficina del Banco de Venezuela ubicada en Maracay, estado Aragua, y posteriormente fueron deducidos en poco tiempo, casi en su totalidad.
Los fondos eran retirados mediante cheques a nombre de terceras personas “aparentemente producto de su actividad económica, haciendo difícil determinar la veracidad de la información”, indica el informe, el cual también agrega que en mayo de 2002 se registraron transacciones similares.
Además, Sudeban detectó que una de las personas relacionadas financieramente con Amaya González, era Erick José Echegaray Navas, quien el 30 de noviembre de 2008 fue acusado por el Ministerio Público por presuntamente incurrir en los delitos de asociación para delinquir y legitimación de capitales, luego de un allanamiento efectuado en la finca Rosario, propiedad del narcotraficante Walid Makled, lugar donde decomisaron 393 kilogramos de cocaína.
Echegaray Navas depósito, en el primer trimestre de 2005, más de 4 millardos de bolívares a la cuenta personal de Amaya González.
El negocio: comercializar fertilizantes
En una inspección realizada el 22 de julio de 2004 por el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) a la empresa Inversiones Makled, específicamente al galpón ubicado en la Urbanización Industrial El Recreo, en Valencia, estado Carabobo, fue recibida por Makled y Amaya González, en sus funciones de gerente general y gerente de ventas, respectivamente.
El acta levantada ese día por los funcionarios, destaca que ambos ciudadanos están relacionados por la distribución de fertilizantes, específicamente urea.
Posteriormente, el 30 de septiembre de ese mismo año, la Guardia Nacional fiscalizó la empresa y detectaron como irregularidad, con relación a los inventarios, un faltante de 7.895.890 kilogramos de urea perlada y 3.499.800 kilogramos de urea granulada.
También detectaron que las facturas de ventas no indicaban las direcciones exactas de los clientes, limitándose a mencionar el nombre de la ciudad y el estado, así como la inexistencia de la factura de compra.
El informe de Sudeban detalla que a mediados de 2005 Pequiven suspendió el contrato con la empresa de transporte Makled C.A., la cual se encargaba de transportar fertilizantes, por anomalías y desviaciones en la relación comercial, entre las que destacan: reporte de inventarios inexactos, ventas no reportadas, sustracción del producto en beneficio propio y desvío de productos a otros almacenes.
La urea producida como fertilizante se aplica al suelo y provee nitrógeno a las plantas. El tipo de urea con bajo contenido de biuret (reactivo químico) es utilizada como fertilizante de uso foliar, a través de las hojas de las plantas. Sin embargo, la urea también tiene otros fines: es usada como precursor químico para la producción de cocaína.
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