Entre los documentos que utilizará la Fiscalía, en el juicio que se abre este lunes en El Paso, Texas, para demostrar que Luis Posada Carriles mintió a las autoridades de Inmigración se encuentra una entrevista hecha al terrorista salvadoreño Francisco Chávez Abarca en el año 2007 por agentes del FBI.
Así lo revela el diario salvadoreño La Prensa Gráfica al anunciar la existencia de este encuentro, desconocido hasta ahora, entre la policía federal norteamericana y Chávez Abarca, condenado hace unas semanas en Cuba por su responsabilidad en los atentados terroristas de 1997 contra instalaciones turísticas en la Habana, organizados por Posada Carriles y financiados por la Fundación Nacional Cubano Americana.
Posada Carriles, hoy acusado de perjurio pero no de terrorismo, declaró a Inmigración no conocer al delincuente Chávez Abarca y sus cómplices.
La jueza Kathleen Cardone, encargada del caso, aceptó que la Fiscalía Federal presentara como pruebas la entrevista del FBI a Chávez Abarca, entre otros documentos.
El 16 de diciembre, la jueza Cardone informó a la defensa que su solicitud para que fuesen rechazados había sido denegada.
Es precisamente “en esa solicitud donde aparece que hubo entrevistas tanto a Chávez Abarca como a (Otto) Rodríguez Llerena”, revela el diario salvadoreño conocido por sus investigaciones del caso Posada.
El rotativo subraya en su reporte que “a Chávez Abarca el FBI lo entrevistó entre diciembre de 2007 y en fecha tan tardía como marzo de 2008 (...) en San Salvador”.
“De esto da fe Francisco Chávez, padre del Salvadoreño preso en Cuba, quien dijo a La Prensa Gráfica que su hijo se reunió con oficiales del FBI, aunque desconoció qué habló con ellos”.
“También reconoció, aunque con evasivas, la relación que su hijo mantuvo con cubano-americanos y con Luis Posada Carriles, a quien él dijo no conocer personalmente”.
El diario salvadoreño precisa como la petición firmada por Hernández y Rhonda Anderson, también defensora del cubano, estipula lo siguiente: “En el momento de la última entrevista, era evidente que Chávez Abarca se refería a la posibilidad de sanciones penales si él mismo se sometía a la jurisdicción de Estados Unidos”.
Reporta el periodico como Hernández dijo el 7 de diciembre en el programa “A Mano Limpia”, dirigido por el periodista Óscar Haza, de la televisión de Miami, Florida, que aceptar las entrevistas es “un bombazo en el caso”.
Y se añade una muy importante precisión: “La petición da cuenta de que Estados Unidos no había hecho solicitud para tomar declaraciones a Chávez Abarca o pedir su extradición desde El Salvador para que declarara como testigo”.
¿Cuál era el propósito entonces del encuentro entre la policía federal norteamericana y el terrorista salvadoreño? ¿Qué agentes viajaron a San Salvador para esta tarea “sensible”? ¿Por qué no se exigió entonces a las autoridades salvadoreñas el arresto del criminal y su extradición? ¿Quién tenía interés en saber lo que pudiera declarar?, son algunas de las interrogantes que se desprenden de la revelación del encuentre entre Chávez Abarca y el FBI.
Así lo revela el diario salvadoreño La Prensa Gráfica al anunciar la existencia de este encuentro, desconocido hasta ahora, entre la policía federal norteamericana y Chávez Abarca, condenado hace unas semanas en Cuba por su responsabilidad en los atentados terroristas de 1997 contra instalaciones turísticas en la Habana, organizados por Posada Carriles y financiados por la Fundación Nacional Cubano Americana.
Posada Carriles, hoy acusado de perjurio pero no de terrorismo, declaró a Inmigración no conocer al delincuente Chávez Abarca y sus cómplices.
La jueza Kathleen Cardone, encargada del caso, aceptó que la Fiscalía Federal presentara como pruebas la entrevista del FBI a Chávez Abarca, entre otros documentos.
El 16 de diciembre, la jueza Cardone informó a la defensa que su solicitud para que fuesen rechazados había sido denegada.
Es precisamente “en esa solicitud donde aparece que hubo entrevistas tanto a Chávez Abarca como a (Otto) Rodríguez Llerena”, revela el diario salvadoreño conocido por sus investigaciones del caso Posada.
El rotativo subraya en su reporte que “a Chávez Abarca el FBI lo entrevistó entre diciembre de 2007 y en fecha tan tardía como marzo de 2008 (...) en San Salvador”.
“De esto da fe Francisco Chávez, padre del Salvadoreño preso en Cuba, quien dijo a La Prensa Gráfica que su hijo se reunió con oficiales del FBI, aunque desconoció qué habló con ellos”.
“También reconoció, aunque con evasivas, la relación que su hijo mantuvo con cubano-americanos y con Luis Posada Carriles, a quien él dijo no conocer personalmente”.
El diario salvadoreño precisa como la petición firmada por Hernández y Rhonda Anderson, también defensora del cubano, estipula lo siguiente: “En el momento de la última entrevista, era evidente que Chávez Abarca se refería a la posibilidad de sanciones penales si él mismo se sometía a la jurisdicción de Estados Unidos”.
Reporta el periodico como Hernández dijo el 7 de diciembre en el programa “A Mano Limpia”, dirigido por el periodista Óscar Haza, de la televisión de Miami, Florida, que aceptar las entrevistas es “un bombazo en el caso”.
Y se añade una muy importante precisión: “La petición da cuenta de que Estados Unidos no había hecho solicitud para tomar declaraciones a Chávez Abarca o pedir su extradición desde El Salvador para que declarara como testigo”.
¿Cuál era el propósito entonces del encuentro entre la policía federal norteamericana y el terrorista salvadoreño? ¿Qué agentes viajaron a San Salvador para esta tarea “sensible”? ¿Por qué no se exigió entonces a las autoridades salvadoreñas el arresto del criminal y su extradición? ¿Quién tenía interés en saber lo que pudiera declarar?, son algunas de las interrogantes que se desprenden de la revelación del encuentre entre Chávez Abarca y el FBI.
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