Un tribunal argentino comenzó hoy el juicio contra el exgeneral Luciano Benjamín Menéndez por el asesinato del obispo Enrique Angelelli durante la última dictadura militar (1976-1983), informaron fuentes judiciales.
Empieza el juicio por el crimen de un obispo en la dictadura argentina
Un tribunal argentino comenzó hoy el juicio contra el exgeneral Luciano Benjamín Menéndez por el asesinato del obispo Enrique Angelelli durante la última dictadura militar (1976-1983), informaron fuentes judiciales.
El Tribunal Oral Federal de la provincia norteña de La Rioja sentó en el banquillo de los acusados a Menéndez y al exvicecomodoro (capitán de navío) Luis Fernando Estrella, imputados por homicidio agravado y asociación ilícita, detalló el Centro de Información Judicial.
En el marco de esa causa, la Justicia ordenó en 2011 la detención del expresidente de facto Jorge Rafael Videla, fallecido en mayo pasado, y del exministro del Interior Albano Harguindeguy, quien murió en octubre de 2012.
El expolicía Juan Carlos Romero, también imputado, falleció en septiembre pasado, lo que dejó a Menéndez y Estrella como únicos acusados.
Además del crimen del religioso, los dos exmilitares serán juzgados por el supuesto intento de homicidio calificado de Arturo Aído Pinto, colaborador del prelado.
Angelelli, que formó parte de un grupo de obispos que denunció las violaciones de derechos humanos cometidas durante la dictadura argentina, murió el 4 de agosto en 1976 al volcar la camioneta que conducía por una carretera de La Rioja, a 1.150 kilómetros al noroeste de Buenos Aires.
En el momento de su muerte, el obispo, que tenía 53 años, llevaba consigo un informe con sus pesquisas sobre el asesinato de dos sacerdotes y un laico por parte de militares argentinos.
El régimen militar atribuyó la muerte de Angelelli a un accidente automovilístico cerca de la localidad riojana de Punta de los Llanos.
En 2006, la Justicia reabrió la investigación por la muerte del obispo para procesar a los responsables del crimen.
Durante la etapa de instrucción de la causa, la Justicia estableció que Angelelli fue asesinado porque estaba tras las pistas de los homicidios de Carlos de Dios Murias y Gabriel Longueville, crímenes por los que en diciembre de 2012 fueron condenados a prisión perpetua Menéndez, Estrella y el policía Domingo Benito.
El Tribunal Oral Federal de la provincia norteña de La Rioja sentó en el banquillo de los acusados a Menéndez y al exvicecomodoro (capitán de navío) Luis Fernando Estrella, imputados por homicidio agravado y asociación ilícita, detalló el Centro de Información Judicial.
En el marco de esa causa, la Justicia ordenó en 2011 la detención del expresidente de facto Jorge Rafael Videla, fallecido en mayo pasado, y del exministro del Interior Albano Harguindeguy, quien murió en octubre de 2012.
El expolicía Juan Carlos Romero, también imputado, falleció en septiembre pasado, lo que dejó a Menéndez y Estrella como únicos acusados.
Además del crimen del religioso, los dos exmilitares serán juzgados por el supuesto intento de homicidio calificado de Arturo Aído Pinto, colaborador del prelado.
Angelelli, que formó parte de un grupo de obispos que denunció las violaciones de derechos humanos cometidas durante la dictadura argentina, murió el 4 de agosto en 1976 al volcar la camioneta que conducía por una carretera de La Rioja, a 1.150 kilómetros al noroeste de Buenos Aires.
En el momento de su muerte, el obispo, que tenía 53 años, llevaba consigo un informe con sus pesquisas sobre el asesinato de dos sacerdotes y un laico por parte de militares argentinos.
El régimen militar atribuyó la muerte de Angelelli a un accidente automovilístico cerca de la localidad riojana de Punta de los Llanos.
En 2006, la Justicia reabrió la investigación por la muerte del obispo para procesar a los responsables del crimen.
Durante la etapa de instrucción de la causa, la Justicia estableció que Angelelli fue asesinado porque estaba tras las pistas de los homicidios de Carlos de Dios Murias y Gabriel Longueville, crímenes por los que en diciembre de 2012 fueron condenados a prisión perpetua Menéndez, Estrella y el policía Domingo Benito.
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