Durante el pasado año 2011, podemos destacar como el hecho económico de mayor significación, la prolongación del ciclo de crisis del capitalismo mundial, ciclo aperturado desde el 2008 con la crisis financiera mundial, crisis que pone de presente, como la austeridad, transparencia y ética pregonada por el capitalismo, se predica pero no se aplica para ellos.
Desde el 2008, estallaron en sus manos las más vergonzosas estafas y fabulaciones contables en los bancos más importantes del mundo, las cuales vinieron a mostrar que el capitalismo financiero se ha emparentado definitivamente con prácticas gansteriles de estafa y robo descarado a los ahorristas; tambien quedó en evidencia que el estado capitalista siempre está presto para salvar al gran capital, mientras impone austeridad, recorte salarial, desmonte de pensiones y reducción del gasto social para los ciudadanos.
En el marco de esta misma crisis, dos hechos estremecieron la economía mundial durante el 2011:
El panorama previsible es de caída en el crecimiento de la economia Europea, lo cual sumado a la ola de inflación en sus economías, más las elevadas deudas de las empresas, permite presagiar la aparición de un fuerte ciclo de recesión mundial.
En el contexto de esta crisis, nuestra economía fue impactada desde el 2008, con una fuerte caída en los precios del petróleo, caída que si bien se detiene para el segundo semestre del 2009, logra arrastrar toda la economía venezolana hacia tasas negativas de crecimiento durante todo el 2009 y 2010.
La caída en el crecimiento de la economía nacional vino a poner de presente el papel no superado del petróleo en toda la trama nacional. La salud de la economía Venezolana está inexorablemente atada a los precios internacionales del petróleo, ni la estrategia de industrialización del 70, ni la estrategia industrial y agroalimentaria del ciclo Bolivariano ha logrado superar, o crear las bases para la superación de la condición rentista petrolera.
Pero a pesar de la continuada dependencia petrolera, el hecho fundamental para la sociedad venezolana durante el 2011 y los años anteriores de crisis, es que una nueva concepción de la sociedad y la vida está rectorando el curso de la sociedad venezolana, es la concepción y práctica socialista, que cuestiona la lógica del crecimiento cuando éste solo sirve para desestructrar y dislocar lo social en beneficio del capital.
Indicativo de la gestión de una economía para la gente es que mientras en “el primer mundo”, la burguesia descarga la crisis sobre los trabajadores, reduciendo salarios, pensiones y desmontando sistemas de seguridad social; en la venezuela revolucionaria la reducción de la pobreza se mantiene a pesar de la crisis en 27.4%, significando una reducción de 50% desde el 2003, se logra un indice de desarrollo humano ascendente a pesar de los períodos de contracción de la economía, así mismo, el indice de remuneración de los trabajadores se incrementa; registrando en el segundo trimestre del año 2011, un incremento de 17,7%, significativamente mayor al observado durante el trimestre anterior (2,8%), y al mismo período del año 2010 (7,5%).
En contravía a la expulsión de los trabajadores de sus empresas y el incremento del desempleo, que en sociedades como la española ha significado durante este año 2011 la existencia de 5.400.000 desempleados, equivalentes al 23 % de la población activa, en Venezuela el gobierno bolivariano ha defendido el empleo como estrategia fundamental para contrarrestar la crisis. El desempleo en Venezuela, a pesar de la profunda crisis de los precios del petróleo y la contracción de la economía nacional, se mantuvo en un dígito, siendo 7.5% para 2009, 7.7% para 2010 y 6.5 para Diciembre de 2011.
Un indicativo de la acertada política económica del gobierno bolivariano de responder a la crisis con inversión y no con austeridad monetarista, es el despegue de la economía durante todo este año 2011, el Producto Interno Bruto (PIB) a precios constantes experimentó un crecimiento de 4.8 en el primer trimestre, 2.5 en el segundo trimestre y 4.2 en el tercer trimestre, lo cual representó un crecimiento de la economía de 3,8% en los primeros nueve meses del año 2011.
Por el contrario las burguesías del mundo y dentro de ellas la Venezolana, ante la crisis práctica y teórica del liberalismo económico para construir la sociedad y su economía, equivocadamente quieren escapar hacia adelante aplicando más recetas liberales de reducción del gasto y la inversión.
El liberalismo económico como soporte ideológico del capitalismo postfordista, ha intentado desde la fase descendente en la acumulación capitalista iniciada en 1973, explicar la crisis como causa de la presión de los sindicatos o el estado de bienestar, por la presión que la fuerza laboral supuestamente ejerce sobre todo el sistema, llevando a una baja universal a largo plazo el ritmo de las utilidades a través de todo el planeta.
Esta tesis pueril, le otorga al factor trabajo una capacidad de impacto global sobre todo el sistema capitalista que no es real, pero lo hace con la amañada intensión de legitimar las políticas de austeridad, lo hace buscando descargar sobre los ciudadanos el peso de la crisis. Las series estadìsticas sobre la remuneración descendente de los asalariados, muestran como el índice de remuneración ha tendido a la baja, incluso en el marco del auge o bonanza capitalista de 1945 a 1970 y posteriormente en el ciclo descendente, no ha sido el factor fundamental.
La causa de la crisis debe buscarse por el contrario en la intensa y agresiva competencia intercapitalista, en la sobreacumulación de capital y el subconsumo de los trabajadores, en los viejos bloques y nuevas economías emergentes que entran a disputarse las ganancias, colocando en evidecia, como el sagrado valor de la competencia, se convierte en su ruina. Se suma a este factor, la hegemonía del capital financiero y sus gansteriles juegos especulativos, los cuales han dislocado la economía real con la creación de burbujas o ficciones financieras, que operadas por “prestigiosas” firmas bancarias y avaladas por la academia económica neoliberal, nos recuerdan el cercano parentesco entre crimen y acumulación capitalista.
Este año 2012 estará signado por las grandes turbulencias mundiales, en la venezuela Bolivariana fuera de los seguros impactos que esto traerá, se abrirá la disputa fundamental frente a los proyectos de sociedad que requiere Venezuela, la ciudadanía podrá optar entre un proyecto de economía para la gente o un proyecto de economía para el capital; pero el ejemplo Europeo será un gran faro en la conciencia de los ciudadanos venezolanos y en un pueblo que difícilmente rubricará el suicidio colectivo.
Desde el 2008, estallaron en sus manos las más vergonzosas estafas y fabulaciones contables en los bancos más importantes del mundo, las cuales vinieron a mostrar que el capitalismo financiero se ha emparentado definitivamente con prácticas gansteriles de estafa y robo descarado a los ahorristas; tambien quedó en evidencia que el estado capitalista siempre está presto para salvar al gran capital, mientras impone austeridad, recorte salarial, desmonte de pensiones y reducción del gasto social para los ciudadanos.
En el marco de esta misma crisis, dos hechos estremecieron la economía mundial durante el 2011:
- Uno, fue la crisis de pagos de la deuda externa norteamericana y su disputa política interna para poder elevar el techo de su deuda y la posterior calificación de Standard & Poor’s (S&P), la cual rebajó la calificación crediticia de Estados Unidos desde AAA hasta AA+ el 5 de agosto. A partir de esta situación, el dólar ha entrado en un proceso grave e irreversible de pérdida de valor como moneda de reserva mundial, aunque su devaluación ha favorecido temporalmente al sector exportador Norteamericano, el cual hoy se vuelve hacia Latinoamérica como un mercado importante para paliar su crisis en el marco de los tratados de libre comercio que ha logrado firmar con los países del acuerdo pacífico (México, Panamá, Colombia, Perú, Chile).
- Dos, la crisis se extiende y amenaza la Eurozona y al Euro mismo como moneda de referencia común; se profundizaron las gigantescas crisis fiscales de Irlanda,Grecia, España y Portugal, se suma a esta crisis también Italia; pero es el 16 de agosto cuando todas las bolsas europeas se tambalean tras conocerse el estancamiento de la economía de Alemania, la cual es vista como el factor fundamental de arrastre de la economía de la zona Euro, para esta fecha Frankfourt descendió un 2,3%, Madrid un 1,5%, París cedío un 1,2% y Londres lo hacía un 0,8%.
El panorama previsible es de caída en el crecimiento de la economia Europea, lo cual sumado a la ola de inflación en sus economías, más las elevadas deudas de las empresas, permite presagiar la aparición de un fuerte ciclo de recesión mundial.
En el contexto de esta crisis, nuestra economía fue impactada desde el 2008, con una fuerte caída en los precios del petróleo, caída que si bien se detiene para el segundo semestre del 2009, logra arrastrar toda la economía venezolana hacia tasas negativas de crecimiento durante todo el 2009 y 2010.
La caída en el crecimiento de la economía nacional vino a poner de presente el papel no superado del petróleo en toda la trama nacional. La salud de la economía Venezolana está inexorablemente atada a los precios internacionales del petróleo, ni la estrategia de industrialización del 70, ni la estrategia industrial y agroalimentaria del ciclo Bolivariano ha logrado superar, o crear las bases para la superación de la condición rentista petrolera.
Pero a pesar de la continuada dependencia petrolera, el hecho fundamental para la sociedad venezolana durante el 2011 y los años anteriores de crisis, es que una nueva concepción de la sociedad y la vida está rectorando el curso de la sociedad venezolana, es la concepción y práctica socialista, que cuestiona la lógica del crecimiento cuando éste solo sirve para desestructrar y dislocar lo social en beneficio del capital.
Indicativo de la gestión de una economía para la gente es que mientras en “el primer mundo”, la burguesia descarga la crisis sobre los trabajadores, reduciendo salarios, pensiones y desmontando sistemas de seguridad social; en la venezuela revolucionaria la reducción de la pobreza se mantiene a pesar de la crisis en 27.4%, significando una reducción de 50% desde el 2003, se logra un indice de desarrollo humano ascendente a pesar de los períodos de contracción de la economía, así mismo, el indice de remuneración de los trabajadores se incrementa; registrando en el segundo trimestre del año 2011, un incremento de 17,7%, significativamente mayor al observado durante el trimestre anterior (2,8%), y al mismo período del año 2010 (7,5%).
En contravía a la expulsión de los trabajadores de sus empresas y el incremento del desempleo, que en sociedades como la española ha significado durante este año 2011 la existencia de 5.400.000 desempleados, equivalentes al 23 % de la población activa, en Venezuela el gobierno bolivariano ha defendido el empleo como estrategia fundamental para contrarrestar la crisis. El desempleo en Venezuela, a pesar de la profunda crisis de los precios del petróleo y la contracción de la economía nacional, se mantuvo en un dígito, siendo 7.5% para 2009, 7.7% para 2010 y 6.5 para Diciembre de 2011.
Un indicativo de la acertada política económica del gobierno bolivariano de responder a la crisis con inversión y no con austeridad monetarista, es el despegue de la economía durante todo este año 2011, el Producto Interno Bruto (PIB) a precios constantes experimentó un crecimiento de 4.8 en el primer trimestre, 2.5 en el segundo trimestre y 4.2 en el tercer trimestre, lo cual representó un crecimiento de la economía de 3,8% en los primeros nueve meses del año 2011.
Por el contrario las burguesías del mundo y dentro de ellas la Venezolana, ante la crisis práctica y teórica del liberalismo económico para construir la sociedad y su economía, equivocadamente quieren escapar hacia adelante aplicando más recetas liberales de reducción del gasto y la inversión.
El liberalismo económico como soporte ideológico del capitalismo postfordista, ha intentado desde la fase descendente en la acumulación capitalista iniciada en 1973, explicar la crisis como causa de la presión de los sindicatos o el estado de bienestar, por la presión que la fuerza laboral supuestamente ejerce sobre todo el sistema, llevando a una baja universal a largo plazo el ritmo de las utilidades a través de todo el planeta.
Esta tesis pueril, le otorga al factor trabajo una capacidad de impacto global sobre todo el sistema capitalista que no es real, pero lo hace con la amañada intensión de legitimar las políticas de austeridad, lo hace buscando descargar sobre los ciudadanos el peso de la crisis. Las series estadìsticas sobre la remuneración descendente de los asalariados, muestran como el índice de remuneración ha tendido a la baja, incluso en el marco del auge o bonanza capitalista de 1945 a 1970 y posteriormente en el ciclo descendente, no ha sido el factor fundamental.
La causa de la crisis debe buscarse por el contrario en la intensa y agresiva competencia intercapitalista, en la sobreacumulación de capital y el subconsumo de los trabajadores, en los viejos bloques y nuevas economías emergentes que entran a disputarse las ganancias, colocando en evidecia, como el sagrado valor de la competencia, se convierte en su ruina. Se suma a este factor, la hegemonía del capital financiero y sus gansteriles juegos especulativos, los cuales han dislocado la economía real con la creación de burbujas o ficciones financieras, que operadas por “prestigiosas” firmas bancarias y avaladas por la academia económica neoliberal, nos recuerdan el cercano parentesco entre crimen y acumulación capitalista.
Este año 2012 estará signado por las grandes turbulencias mundiales, en la venezuela Bolivariana fuera de los seguros impactos que esto traerá, se abrirá la disputa fundamental frente a los proyectos de sociedad que requiere Venezuela, la ciudadanía podrá optar entre un proyecto de economía para la gente o un proyecto de economía para el capital; pero el ejemplo Europeo será un gran faro en la conciencia de los ciudadanos venezolanos y en un pueblo que difícilmente rubricará el suicidio colectivo.
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