20 ENERO 2012 tomado de cuba debate
(En colaboración con Karel Pérez Alejo, especial para Trabajadores.cu y Cubadebate)
Cualquier lugar del mundo, tarde del jueves 19 de enero. @X, junto a millones de usuarios en Internet, no ha dejado de seguir y participar las protestas originadas por las leyes SOPA y PIPA que pretenden despojarlo de sus derechos como internauta, de la posibilidad de ser un poco más libre en este mundo de inicios de siglo. Aún está conmocionado por el cierre de Megaupload, justo ahora que había empezado a descargar los capítulos finales de aquella serie. Como buena parte de la comunidad de Internet rechazó la acción y llevaba horas twitteando y retwitteando mensajes contra SOPA, el FBI y los poderes ocultos tras ellos.
En su timeline, entre el montón de tweets de rechazo comenzaron a colarse una serie de mensajes inquietantes:
Pensó que era un chiste, alguien que quería levantar los ánimos entre tanta indignación. Pero cuando empezaron a hacerse más reiterados los tweets sobre el tema decidió pinchar el enlace. Después de unos segundos, tras refrescar varias veces el navegador para comprobar que no fuera algún desliz pasajero, se quedó mirando su pantalla, incapaz de creerlo. Imposible pero cierto: las páginas oficiales del FBI, el Departamento de Justicia y otros sitios relacionados con el derecho de autor en Estados Unidos estaban caídas. Los responsables, el grupo Anonymous, había llevado a cabo la mayor operación de hackeo de la historia en respuesta al cierre del popular sitio de descarga Megaupload. Ya no cabían dudas, empezó la batalla de Anonymous contra SOPA, el enfrentamiento entre el 99% y el 1 restante ha llegado a la web.
El detonante
El día 18 de enero fue un día decisivo en la lucha contra las leyes SOPA (Stop Online Piracy Act, Ley para Terminar la Piratería Online) y PIPA (Ley de Protección de la Propiedad Intelectual). Una intensa campaña de movilización de los usuarios a través de las redes sociales y el cierre por 24 horas de Wikipedia -todo un símbolo de la información libremente compartida en la web- como expresión de rechazo a las leyes generó un verdadero cambio en el panorama político.Si el día 18 la ley SOPA era apoyada por 80 congresistas y apenas 31 estaban en contra, al día siguiente el balance era de 65 congresistas a favor y 101 en contra.
El impacto en la web y redes sociales tuvo dimensiones de récords: 2.4 millones de mensajes en la red social Twitter relacionados con SOPA, 162 millones de visitas al sitio web preparado por Google para impedir el avance de la ley y 7 millones de solicitudes online a los congresistas norteamericanos para que no apoyen SOPA y PIPA.
En la tarde del 19 de enero, un operativo del FBI realizó la mayor operación por delito de copyright de la historia, al clausurar el sitio de descargas Megaupload, y apresar a parte de su directiva , en un acto de fuerza extrajudicial al solicitar el encarcelamiento de ciudadanos extranjeros y proponer penas excesivamete elevadas.
Según la declaración del Departamento de Justicia norteamericano, Meagaupload es un sitio cuyo accionar ha provocado pérdidas por encima de los 500 millones de dólares a los dueños de los derechos de autor de los contenidos compartidos por el sitio.
Como demostró la clausura de Megaupload y confirma la propia ley SOPA, el objetivo principal de esta arremetida son los sitios que desde el exterior se dedican a compartir contenido cuyo derecho de autor los posean personas (ya sean naturales o jurídicas) norteamericanas. Incluso olvidando el carácter intrusivo que destila este tipo de pensamiento, queda en el fondo un problema mayor: ¿quién y cómo se establecen los límites para la “información pirateada”? Como bien señala Jimmy Wales, fundador de Wikipedia, ” la ley es tan amplia y tan mal escrita que va a tener un impacto en todo tipo de cosas que no tienen que ver con detener la piratería”.
David Bravo, abogado especialista en propiedad intelectual y derecho informático opina que esta medida es solo una cabeza de turco “como aviso a navegantes. Bien sabe el poder que el garrote no llega tan lejos como el miedo al garrote”.
El ataque de Anonymous
Apenas tres horas después de las operaciones del FBI sobre Megaupload, llegó la respuesta de Anonymous. El grupo hacker anunció en una de sus cuentas de Twitter que se estaba realizando un ataque informático al sitio del Departamento de Justicia de Estados Unidos.
No paso mucho tiempo antes de que los mensajes declararan abiertamente el comienzo de la ofensiva digital, al anunciarse los sitios que estaban siendo atacados.
La lista de sitios que quedaron fuera de servicio por la operación #opmegaupload, y publicada en el blog de Anonymous, incluye desde sitios gubernamentales, de la industria del cine y discográfica, hasta agencias nacionales de propiedad intelectual.
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