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No hay dinero, ni los estados, ni los bancos centrales, ni las comunidades autonómicas ni los ayuntamientos y por supuesto tampoco hay dinero en los exhaustos bolsillos de los ciudadanos. Pero el dinero no se ha desintegrado, no ha pasado a otra dimensión… el dinero sencillamente se ha amasado en inmensas corporaciones financieras que controlan los mercados, los gobiernos, los ejércitos y los medios de comunicación.
En el siguiente vídeo hablamos de las titánicas cifras que manejan estas corporaciones y los siniestros personajes que las controlan.
¿Por qué realmente somos pobres la mayoría?
Clarito se explica y clarito se entiende. Menos de dos (2.000) mil personas acumulan una fortuna que no puede ser sumada en ninguna computadora que tenga a la mano un proletario, una persona común de los pueblos porque, entre otras cosas, se requiere de conocimiento matemático para saber leer esa cantidad (en dólares o euros) aunque hoy día hayamos aprendido hablar y escribir sobre millardos y hasta billones. ¿Cuántas personas, por ejemplo y creo yo no lo sé, en el mundo saben escribir la cantidad de un trillón o cuatrillón y qué realmente significa eso en dinero en poder de menos de dos (2.000) mil personas en este mundo de más de seis mil quinientos (6.500) millones de habitantes?
Prestemos atención a esto: la revista Forbes se ocupa de destacar las personas más ricas en este mundo, donde la inmensa mayoría vive en miseria crítica y padece de todos los dolores sociales de nuestro tiempo. En el 2007 señalaron a las mil ciento cuarenta y ocho (1.148) personas más ricas del mundo pero en 2009 se han ocupado, exclusivamente, de setecientos noventa y tres (793). De Estados Unidos, siempre Estados Unidos aparece de primero v como debe ser en este tiempo de dominio imperialista en el mundo, se incluyen trescientos cincuenta y nueve ricos (359 realmente ricos), y de los veinte (20) primeros de la lista, diez (10) son estadounidenses. Estados Unidos cuenta con una población de más de doscientos sesenta y cinco (265) millones de habitantes y sólo trescientas cincuenta y nueve (359) personas disfrutan y se gozan cantidades multimillonarias de dinero constante y sonante. Tremendo ejemplo, como nación, de justicia social. El camarada Bill Gates (el buen filántropo Gates que dona millones de dólares al Africa para luchar contra el hambre) ocupa el primer lugar desplazando a Warren Buffet (no sé si será estadounidense o inglés, pero ni haitiano ni boliviano es jamás). Ojo: en el tercer lugar está un mexicano (Carlos Slim), que como todos los grandes multimillonarios del mundo tendrían que explicarle a la humanidad (especialmente a esa inmensa mayoría que vive la pobreza extrema y el dolor agónico) ¿cómo hicieron su gigantesca fortuna sin explotar el trabajo ajeno, sin que la propiedad sea un robo? Y también de México aparece un señor llamado Joaquín Guzmán Loera, a quien tienen por uno de los más importantes capos de la droga en el mundo. El narcotráfico produce billete y, por eso y no por otra cosa, el Estado estadounidense se desvive en la lucha antinarcótica debido a que no tiene posibilidad alguna de tener la supremacía en el manejo, control y comercialización de ese negocio para garantizarse una entrada extra multimillonaria. Esa es la verdad.
Londres, por ejemplo, cuenta con una población cerca de seis y medio (6.5) millones de personas, de la cual sólo veintiocho (28) disfrutan y gozan de cantidades multimillonarias de euros o dólares. ¿Podrá ser Londres, capital de la conservadora y monárquica Inglaterra, un ejemplo de la justicia social para el mundo? Que respondan esos veintiocho (28) magnates de la economía capitalista. De España, también monárquica y con un gobierno que se dice socialista, aparecen sólo doce (12) macacoeburros del capital con una población de más de cuarenta millones (40) millones de habitantes siendo la inmensa mayoría pobre, realmente pobre.
De Europa, con una población que sobrepasa los setecientos treinta (730) millones, sólo ciento noventa y seis (196) se chupan fortunas incalculables, para la mente común y corriente en este mundo, de capitales que ante el juez celestial y ante los pueblos del planeta no saben explicar cómo la hicieron sin recurrir a factores leoninos de la economía. De Asia, con una población (asombroso por lo terrorífico) de más de tres mil doscientos (3.200) millones de habitantes, sólo aparecen ciento treinta (130) personas con capitales multimillonarios. ¡Qué bárbaros!, porque acaban hasta con el poquito de queso que encuentren en las mesas de los pobres. De Africa, continente en vías de ser el primero en extinguirse, sólo se incluyen a cinco (5) magnates que no están en capacidad de conocer con exactitud el capital que poseen, mientras que la aplastante mayoría de una población de ochocientos (800) millones de personas vegeta y mueren de hambre y de sed. No estoy seguro, pero creo que ninguno de Oceaníaaparece en la lista de los setecientos noventa y tres (793) más ricos del mundo.
Por nosotros desenvolvernos (como venezolanos) en América Latina, enterémonos que sólo cinco (5) magnates de esta parte geográfica del planeta son realmente poderosos e influyentes en la economía, en la política y en la ideología de los latinoamericanos, aunque en este momento se están cayendo de un coco si creen que la mayoría de nuestros pueblos les agarra línea ciega y dogmáticamente para seguir siendo esclavos, buenos esclavos y fieles esclavos del capitalismo. De esos cinco (5) magnates uno (1) es venezolano: el señorGustavo Cisneros. No olvidemos que somos una población de más de veintiséis millones de habitantes.
Aquí viene la gran monstruosidad de este mundo: si multiplicásemos setecientas noventa y tres (793) personas –magnates de la riqueza mundial- por cincuenta (50) personas para considerarlas como familias (padres, madres, hermanos y hermanas, hijos e hijas, tíos y tías, sobrinos y sobrinas), tendríamos que treinta y nueve mil seiscientas cincuenta (39.650) personas ocupan el escalafón económico más elevado del planeta, las que mejor viven, las que mejor comen, las que mejor se divierten, seguramente las de mejor salud, las de mayor probabilidad de estudio pero, quizá, las que menos duermen en paz creyendo que de un momento a otro viene una revolución proletaria y les expropia la riqueza que ellos le expropiaron a la humanidad.
¿Se dan cuenta por qué la mayoría del mundo es pobre, si sólo treinta y nueve mil seiscientas cincuenta personas (39.650) personas lo tienen todo, poseen demás, en exceso la riqueza económica en un planeta que marcha aceleradamente hacia los siete mil (7.000) millones de habitantes en este tiempo? Un dato y es otra gran monstruosidad del capitalismo: sumando los salarios de cinco mil (5000) millones de pobres no se reúne la cantidad de la fortuna que tienen en sus manos los setecientos noventa y tres (793) magnates de la economía mundial.¡Por Dios!, ¿qué mundo aguanta eternamente eso?
Lo expuesto es sólo una razón de la pobreza y el dolor para la mayoría y la riqueza y el privilegio para una escasísima minoría en el mundo capitalista. La lucha debe ser contra las causas de esa y mucha otras razones que mantienen con vida al capitalismo y no han hecho que aún el socialismo termine por desplazarlo. ¡Qué hermoso será ese mundo cuando todas las personas vivientes sean inmensamente ricas en conocimiento, satisfechas todas sus necesidades materiales y espirituales, y no haya ninguna lista de poquísimos magnates de la economía del planeta!
EL GRAN ENGAÑO, CONFERENCIA 48
La primera parte de esta conferencia (1 hora) analiza en profundidad el papel manipulador de la mafiosa organización religiosa del Vaticano en esta prefabricada y diseñada crisis mundial:
Agradecimientos a aquit y vozypensamiento
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