(Jueves 06-01-2011)
Pocas veces en la historia política nuestra, dos años han estado tan íntimamente relacionados como el 2011 y el 2012, quizás los años 1810 y el 1811 muestran un similar enlazamiento.
El 11-12 es uno de esos períodos definitorios en los que cada acción, cada decisión, por insignificante que parezca, tendrá repercusión importante sobre el rumbo social.
Esta fase es de aguda disputa del poder, de la hegemonía. La sociedad convulsionada busca un reacomodo en las relaciones sociales, en esta pugna sólo tienen oportunidades de triunfo las clases portadoras de proyectos de sociedad, proyectos que trasciendan los límites mezquinos de su clase, es decir, clases que tengan visión de la totalidad social.
Sin proyecto de sociedad, por más que una clase participe en la pugna por la hegemonía, siempre terminará a la cola de un proyecto ajeno. La historia ilustra esta afirmación.
En la Revolución de la Independencia participaron varias clases sociales. Temprano entendió el Libertador la necesidad de la intervención de esclavos, indios y pardos en la contienda, pero no fue capaz, no podía, no era tiempo, de construir un proyecto de sociedad propio de estas clases. El resultado fue el triunfo de los oligarcas criollos aliados a los neooligarcas, ellos eran los que tenían proyecto de sociedad, y por eso capacidad de disputar con los oligarcas peninsulares.
En nuestros días la situación es similar, la Revolución sólo tendrá oportunidad de éxito, de cumplir el sueño de Bolívar, si construye y hace viable un proyecto de sociedad alternativo al capitalismo y lo encarna en las clases desposeídas, las dirige, las dota de una nueva visión del mundo. En otras palabras, la Revolución sólo será posible si es radical, si corre los riesgos de ser una Revolución Cultural, un Gran Proyecto.
¿Cómo hacerlo?
La respuesta debemos buscarla en la historia, en la teoría revolucionaria universal. El Che en su El Socialismo y el Hombre en Cuba nos da una orientación útil. Dice el Che:
…“llegó la etapa de la lucha guerrillera. Esta se desarrolló en dos ambientes distintos: el pueblo, masa todavía dormida a quien había que movilizar y su vanguardia, la guerrilla, motor impulsor de la movilización, generador de conciencia revolucionaria y de entusiasmo combativo. Fue esta vanguardia el agente catalizador, el que creó las condiciones subjetivas necesarias para la victoria. También en ella, en el marco del proceso de proletarización de nuestro pensamiento, de la revolución que se operaba en nuestros hábitos”…
El párrafo encierra muchas claves de enseñanza. Veamos.
“Proceso de proletarización”, nos indica que la ideología revolucionaria, la proletaria, migra, no es privativa de una clase, en este caso es incorporada por los campesinos, a través de una “revolución que se operaba en nuestros hábitos, en nuestras mentes”… Y concluye: “La vanguardia que se proletariza crea las condiciones subjetivas necesarias para la victoria.”
He allí las claves para la consolidación del proyecto revolucionario en estos dos años: Conciencia, Vanguardia, Ideología. En resumen, proletarización de la Revolución, esa es la tarea.
¡Chávez es Garantía!
Pocas veces en la historia política nuestra, dos años han estado tan íntimamente relacionados como el 2011 y el 2012, quizás los años 1810 y el 1811 muestran un similar enlazamiento.
El 11-12 es uno de esos períodos definitorios en los que cada acción, cada decisión, por insignificante que parezca, tendrá repercusión importante sobre el rumbo social.
Esta fase es de aguda disputa del poder, de la hegemonía. La sociedad convulsionada busca un reacomodo en las relaciones sociales, en esta pugna sólo tienen oportunidades de triunfo las clases portadoras de proyectos de sociedad, proyectos que trasciendan los límites mezquinos de su clase, es decir, clases que tengan visión de la totalidad social.
Sin proyecto de sociedad, por más que una clase participe en la pugna por la hegemonía, siempre terminará a la cola de un proyecto ajeno. La historia ilustra esta afirmación.
En la Revolución de la Independencia participaron varias clases sociales. Temprano entendió el Libertador la necesidad de la intervención de esclavos, indios y pardos en la contienda, pero no fue capaz, no podía, no era tiempo, de construir un proyecto de sociedad propio de estas clases. El resultado fue el triunfo de los oligarcas criollos aliados a los neooligarcas, ellos eran los que tenían proyecto de sociedad, y por eso capacidad de disputar con los oligarcas peninsulares.
En nuestros días la situación es similar, la Revolución sólo tendrá oportunidad de éxito, de cumplir el sueño de Bolívar, si construye y hace viable un proyecto de sociedad alternativo al capitalismo y lo encarna en las clases desposeídas, las dirige, las dota de una nueva visión del mundo. En otras palabras, la Revolución sólo será posible si es radical, si corre los riesgos de ser una Revolución Cultural, un Gran Proyecto.
¿Cómo hacerlo?
La respuesta debemos buscarla en la historia, en la teoría revolucionaria universal. El Che en su El Socialismo y el Hombre en Cuba nos da una orientación útil. Dice el Che:
…“llegó la etapa de la lucha guerrillera. Esta se desarrolló en dos ambientes distintos: el pueblo, masa todavía dormida a quien había que movilizar y su vanguardia, la guerrilla, motor impulsor de la movilización, generador de conciencia revolucionaria y de entusiasmo combativo. Fue esta vanguardia el agente catalizador, el que creó las condiciones subjetivas necesarias para la victoria. También en ella, en el marco del proceso de proletarización de nuestro pensamiento, de la revolución que se operaba en nuestros hábitos”…
El párrafo encierra muchas claves de enseñanza. Veamos.
“Proceso de proletarización”, nos indica que la ideología revolucionaria, la proletaria, migra, no es privativa de una clase, en este caso es incorporada por los campesinos, a través de una “revolución que se operaba en nuestros hábitos, en nuestras mentes”… Y concluye: “La vanguardia que se proletariza crea las condiciones subjetivas necesarias para la victoria.”
He allí las claves para la consolidación del proyecto revolucionario en estos dos años: Conciencia, Vanguardia, Ideología. En resumen, proletarización de la Revolución, esa es la tarea.
¡Chávez es Garantía!
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