LEOPOLDO LÓPEZ
Credito: Archivo
18-06-13.-En su habitual columna Piedra de Tranca, publicada por el diario Vea este martes, el columnista Marciano señala que la oposición venezolana continúa con su labor conspiradora contra el gobierno nacional. “Hay un plan conspirativo elaborado al detalle que cuenta con poderosos recursos y sólidos apoyos internacionales”, detalla.
Igualmente, explica que “este plan trabaja en dos carriles: el legal, el electoral, por un lado; y por otro, el ilegal, el subversivo. Un plan que tiene la meta de derrocar a Maduro, porque quienes lo dirigen están convencidos de que el gobierno es débil, que con la desaparición de Chávez todo se facilita y que el crecimiento electoral de la oposición crea una base que permite meterse a fondo en la aventura sin correr los riesgos del 11-A”.
En este sentido, acota que los conspiradores se dividen en dos grupos, aquellos que son públicamente conocidos, y hacen la “conjura a pleno sol, adoptando poses heroicas” como el candidato perdedor Capriles Radonksi, el partido derechista Primero Justicia, la CIA, el Mossad israelí, entre otros. El otro grupo está conformado por quienes hacen la conspiración solapados, que “están metidos hasta los teque teques pero simulando”, por ejemplo los articulistas, analistas, opinadores de oficio que desde posiciones aparentemente asépticas confunden la opinión pública, ridiculizando las denuncias sobre conspiración. “Quizás estos son los peores”, puntualiza Marciano.
A propósito de ello, afirma que “Capriles es el mascarón de proa. Está metido hasta los calzoncillos en la aventura como ya lo hizo el 11-A, en el paro petrolero y el guarimbeo pero se cuida de no evidenciarse tanto, deslindarse del golpismo en público y alentarlo en privado para eludir la acción de los órganos de seguridad del Estado”.
“Este trabajo lo asume por delegación Leopoldo López. Dice lo que el gobernador de Miranda no dice. Contacta con la macolla golpista que se mueve en la oscuridad y expone, porque indudablemente tiene las bolas que Capriles no tiene. Quien, en las chiquiticas, arruga y se va para su apartamento de New York”, asegura el columnista.
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