Desmontan nuevo instrumento neocolonizador del capitalismo
En el documento final aprobado por los representantes de los 193 países que participan en la Cumbre de Río+20, en su punto 57, aparte B, se fija que las políticas de economía verde deben respetar la soberanía nacional de cada país
Prensa Web RNV
20 Junio 2012
Venezuela, junto a los países que integran la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA), materializaron el esfuerzo de una ardua lucha librada en Naciones Unidas, desde enero, en el documento final aprobado por los representantes de 193 países que participan en la Cumbre de Río+20, en el que se establece que las políticas de economía verde deben respetar la soberanía nacional de cada país sobre sus recursos naturales.
Claudia Salerno, representante de Venezuela ante la Cumbre de Río+20, que tiene lugar en Brasil, durante su participación en el programa Comunicación en Tiempos de Revolución, que transmite el Canal Informativo de Radio Nacional de Venezuela, y el Sistema de Comunicación Popular Fabricio Ojeda, señaló que se la ALBA logró reapropiar un concepto que trataron de imponer los países desarrollados como la panacea del capitalismo.
A raíz de la crisis económica y financiera del capitalismo –en el 2008- se plantea la economía verde, dentro de un plan de rescate, como un mecanismo para la creación de escenarios y espacios para la transferencia de tecnología limpia en los países en vías de desarrollo, concebido como un mercado para salir de sus crisis, refirió Salerno al señalar que esto conllevaría a la imposición de un modelo o patrón de producción en el mundo.
Esto –continuó comentando- “no era otra cosa más que seguir haciendo lo mismo y disfrazar una pretensión neocolonialista que iba dirija a recolonizar la gestión de los recursos naturales y controlar el derecho soberano de cada país a decidir cómo se desarrolla”.
La celebración de la Cumbre de Río+20, por mandato de Naciones Unidas, está enmarcada en dos temas: la economía verde, sobre la base del desarrollo sostenible y la lucha por la erradicación de la pobreza, y la reforma institucional de Naciones Unidas para apuntalar el desarrollo sostenible.
La economía verde fue uno de los tres pilares del desarrollo sostenible (ambiental, social y económico) que había quedado ignorado, añadió al reiterar que en este espacio se debe dar un debate profundo que lleve a cambiar el curso de la historia y el patrón de producción y consumo insostenible.
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