En sus aspiraciones de controlar la red global en el mundo, EE. UU. quiere sancionar el uso de internet por parte de los funcionarios de otros países que "violan los derechos humanos". Washington se compromete a luchar contra el cierre del acceso a internet, el espionaje de los ciudadanos a través de la red y el uso de otras tecnologías, como un modo de prevenir la disidencia y evitar el peligro del cambio del régimen.
El presidente Barack Obama emitió este lunes, el 23 de abril, un decreto que permite sancionar a los funcionarios extranjeros que "usan las nuevas tecnologías para cometer graves violaciones de derechos humanos".
EE. UU., comprometido en la lucha por los derechos humanos
El programa de EE. UU. prevé los métodos para incentivar a las compañías IT que podrán elaborar los programas y plataformas, que permitirían a los ciudadanos de dichos países detectar los peligros en la red en un corto plazo.
Además se creará un nuevo cargo estatal que a partir de los datos de inteligencia y el Departamento de Estado servirá como centro de coordinación para los ciudadanos de tales países. Algunos ya han calificado estos pasos de Obama de respuesta a la crítica republicana de aplicar insuficientes esfuerzos para defender los derechos humanos en el extranjero.
"Esta decisión sin precedentes por parte del presidente y el desarrollo de una estrategia global envían un mensaje claro de que estamos comprometidos a luchar contra este mal [las violaciones de derechos humanos], una amenaza antigua que a veces se viste de nuevas formas, más modernas y sombrías", dijo Samantha Power, consejera de Seguridad Nacional.
Apunta a Siria e Irán
Según el Gobierno estadounidense, los medios sociales y los teléfonos celulares ayudaron tanto a los defensores de la democracia en Oriente Medio a organizar protestas, como permitieron también a los servicios de seguridad de Siria e Irán vigilar a los disidentes y bloquear el acceso a internet. Y no solo se bloqueó el acceso a los recursos, sino que también se encarceló a varios disidentes.
"Teniendo en cuenta la importancia de las tecnologías que permiten a los ciudadanos de Siria e Irán comunicarse libremente entre sí y con el mundo exterior, las medidas que figuran en este decreto tienen el objetivo de prevenir la violencia de los derechos humanos por las organizaciones en Siria e Irán", dice el mensaje oficial del presidente de EE. UU., Barack Obama.
El mandatario estadounidense decretó congelar la propiedad y los activos y apuntar en la lista 'negra' de visados a los que directa o indirectamente ayudaron al Gobierno de Irán y Siria a 'hackear' las redes, vigilando así a los ciudadanos de dichos países. De momento en la lista figura el jefe de la Inteligencia siria y el servicio en general, Ali Mamluk, el operador sirio de la red móvil Syriatel, todo el Cuerpo de los Guardianes de la Revolución Islámica, los servicios de seguridad de Irán y el proveedor de servicios de internet Datak Telecom. La lista podría ser ampliada.
¿Y EE. UU. nunca abusa de internet?
Entre tanto en EE. UU., que suele subrayar que defiende la libertad y lucha por los derechos humanos, la situación no es tan tranquila.
La organización Human Rights Watch y la Asociación Latinoamericana para los Derechos Humanos (ALDHU) denuncian que Washington "aboga por la libertad en internet para hacer de la red de redes una importante herramienta diplomática de presión y hegemonía, pero impone estrictas restricciones en el ciberespacio en su propio territorio y trata de establecer un cerco legal para lidiar con el desafío que representa, por ejemplo, WikiLeaks y sus filtraciones". Y esto sin hablar del cierre de Megaupload que constituye el "mayor desprecio a los derechos humanos básicos en la historia de internet", según el fundador del banco de intercambio de datos digital, Kim Schmitz.
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