Escrito por Lucha de Clases / CMI Venezuela |
Miércoles 07 de Septiembre de 2011 |
Las nacionalizaciones de varias empresas estratégicas son un paso adelante que está dando la revolución. En un importante artículo publicado por el diario burgués Últimas Noticias, se hace un estudio importante sobre las estatizaciones. El artículo afirma que en los últimos 09 años se han nacionalizado más de 450 empresas de sectores como: agroindustria, alimentos, comercio, construcción, metalúrgico, químico, transporte, turismo, eléctrico, financiero, telecomunicaciones, gas, textil, envases, educación y automotor. Según el estudio, sólo en el 2010 se han expropiado 234 empresas.
Muchas de estas empresas se han llevado grandes cantidades de dinero como Hato El Frío $69 millones, Hato La Vergareña $17 millones y medio, Centro de Alimentos Congelados (Cealco) $86 millones, Centro Genético Florentino $ 29 millones. Pero a su vez, muchas de estas empresas han intentado demandar al Estado ante órganos internacionales por no pagar lo que este les debe.
El 22 de marzo de 2005 el Gobierno expropió al grupo británico Vesley 12.950 hectáreas de las 46 mil que eran parte del Hato El Charcote. En el caso de la ex marqueseña , llamada hoy Florentino nos dice: “Florentino exhibe hoy entre sus logros en mano de los campesinos la existencia de más de 1.200 bovinos de razas F1, Brahaman, Gyrolando, Siboney y Gyr Lechero, producción de más de 64.000 pajuelas de semen provenientes de reproductores de alta calidad genética”. “Además, han sido sembradas y cosechadas más de 3.000 hectáreas de maíz (semilla y comercial), sorgo, girasol, tomate, hortalizas y frutales, producción que fue vendida directamente a Pdval y Mercal”.
Lo mismo nos dice de Café Fama de América: “Esta empresa aumentó 20% su producción desde que el Gobierno la expropió. Hubo mejoras económicas de trabajo y hasta cesta ticket, pero todavía no formamos parte de la dirección de la empresa”. Estas son declaraciones de Gustavo Martínez, secretario de reclamos del sindicato, y nos muestra lo que reclaman los trabajadores: quitar a las burocráticas direcciones de las empresas nacionalizadas.
El mismo artículo nos dice lo mismo de Aceites Diana: “Aceites Diana fue tomada cuando se encontraba fuera de producción en junio de 2008. A partir de esa fecha, los trabajadores produjeron inicialmente 8.500 toneladas de producto para elevarlas actualmente a 20mil entre aceite, manteca vegetal y margarina industrial”. “También se incrementaron 50% los puestos de trabajo, llegando a 300 los que trabajan en tres turnos”.
Estos ejemplos deben incrementarse en todo el país, nacionalizando la industria y la tierra como vimos en el caso de Aceites Diana, Fama de América y Florentino. Sin embargo, muchas de estas nacionalizaciones se hacen de manera burocrática donde grupos de burócratas se acercan a los trabajadores para anunciarles recortes salariales o echarlos de la empresa. La nacionalización de la empresa debe ir de la mano del control obrero de la producción. Como hemos explicado a lo largo del documento si la revolución sigue por el camino de las reformas dentro del “marco constitucional” estará completamente perdida, pues como vemos, las contradicciones tienden a agudizarse y los capitalistas aprovechan la propiedad de sus empresas para sabotear al máximo la revolución, movilizando incesantemente a los sifrinos de varias universidades del país contra el Gobierno.
El camarada Alan Woods lo explica con total claridad en su artículo ¿Adónde va la revolución bolivariana? Una contribución al debate sobre la propiedad y las tareas de la revolución:
Hoy en día las fuerzas de la reacción hacen una gigantesca campaña contra las nacionalizaciones y expropiaciones que ha hecho el Gobierno. Los medios de comunicación de derecha no paran en esta campaña día y noche. Este discurso va dirigido sobre todo a las masas de la pequeña burguesía. Pero los marxistas hemos mantenido una posición clara sobre el tema de la propiedad, explicando que lo que defendemos es la nacionalización de los principales medios de producción: la banca, la industria y la tierra. El régimen burgués de la propiedad privada y su estado, durante años, ha estado ligado íntimamente al capital imperialista,
“Sin embargo, la pequeña burguesía no es una clase homogénea. Dentro de la clase media hay contradicciones que se pueden expresar en escisiones en la oposición. Las capas altas de la clase media se componen de elementos privilegiados –abogados prósperos, profesores universitarios, gerentes de bancos y los políticos– que están cercanos a la oligarquía y son sus solícitos servidores. Las capas bajas –los pequeños comerciantes, pequeños campesinos, empleados de banco, etc. – están más cerca de la clase obrera y pueden ser ganados. Sin embargo, la manera de ganar a los rangos inferiores de la pequeña burguesía no es haciendo concesiones a sus líderes (en realidad sus explotadores políticos), sino tomando la ofensiva contra los grandes banqueros y capitalistas, para mostrar una actitud de absoluta firmeza y decisión”.
“Una sección de la oposición se compone de gente que ha sido engañada por los contrarrevolucionarios. Esta puede ser ganada para la revolución. Sin embargo, la manera de ganarles es llevando a cabo medidas para expropiar a los grandes capitalistas y adoptando medidas a favor de los pequeños comerciantes y pequeños empresarios. Deben estar convencidos de que la revolución es invencible y que sus intereses están defendidos mejor uniendo sus fuerzas con las de clase obrera contra los grandes bancos y monopolios”.
“La llamada democracia burguesa es un fraude gigantesco, detrás del cual se esconde la DICTADURA DEL GRAN CAPITAL. Esta dictadura oprime no sólo a los trabajadores, sino también a la clase media. Lo que se necesita no es el fraude de la democracia burguesa formal –en la que el poder real está en manos de los grandes bancos y monopolios–, sino una verdadera democracia, una democracia de los trabajadores, basada en la propiedad colectiva de la tierra, los bancos y la industria”.
“Debe quedar claro que estas medidas de nacionalización se dirigen sólo a los grandes capitalistas, banqueros y terratenientes. No tenemos ninguna intención de nacionalizar pequeños negocios, granjas o tiendas. Estos no juegan ningún papel independiente en la economía, ya que son totalmente dependientes de los grandes bancos, supermercados, etc. Nosotros haremos un llamamiento a los pequeños comerciantes, etc., para apoyar el programa de nacionalización, que es de su interés”.
“La nacionalización de los bancos permitirá al gobierno conceder crédito fácil y barato a las pequeñas empresas. La nacionalización de las grandes empresas de fertilizantes le permitirá vender los fertilizantes baratos a los campesinos. Y al eliminar a los intermediarios y nacionalizar los grandes supermercados y las empresas de distribución y transporte, podremos proporcionar a los campesinos un mercado garantizado y un precio justo por sus productos, al tiempo que reduciremos los precios al consumidor”.
“La nacionalización de las palancas fundamentales de la economía no es un acto de agresión o de venganza, sino, por el contrario, un medio necesario de defensa de la revolución. Las medidas adoptadas por un gobierno revolucionario no se dirigen a la propiedad de los trabajadores y los campesinos o los pequeños propietarios que representan las nueve décimas partes de la población, sino sólo en contra de la décima parte de la población que tiene la mayor parte de la propiedad en esta sociedad”.
explotando al máximo a la clase trabajadora venezolana.
El artículo del camarada Alan abrió un gran debate y encendió la alarma de las fuerzas de la reacción y la derecha. La explicación de cómo ganar a las capas medias de la sociedad asusto a la derecha, a tal punto, que Ramón Muchacho, dirigente del partido de derecha Primero Justicia, ofreció una rueda de prensa advirtiendo a las capas medias de lo “malvado” que es el programa del marxismo. Lo mismo los principales medios de comunicación de derecha de prácticamente todo el país. Los marxistas estamos completamente seguros de la superioridad que ofrece nuestro programa, frente al caos capitalista.
Hemos citado las grandes cantidades de dinero que se han dado a los capitalistas. Nuestra posición es que este dinero se debe invertir en escuelas, hospitales, centros de recreación o inversión en la industria. Como lo explica Trotsky en el Programa de Transición: “El programa socialista de la expropiación, vale decir, de la destrucción política de la burguesía y de la liquidación de su dominación económica, no puede, en ningún caso, constituir un obstáculo en el presente período de transición, bajo diversos pretextos, a la reivindicación de la expropiación de ciertas ramas de la industria, vitalísima para la existencia nacional de los grupos más parasitarios de la burguesía”.
“La diferencia entre estas reivindicaciones y la consigna reformista demasiado vieja de “nacionalización” consiste en que: 1) Nosotros rechazamos la indemnización; 2) Prevenimos a las masas contra los charlatanes del Frente Popular que, mientras proponen la nacionalización en palabras, siguen siendo, en los hechos, los agentes del capital; 3) Aconsejamos a las masas a contar solamente con su fuerza revolucionaria; 4) ligamos el problema de la expropiación a la cuestión del poder obrero y campesino”. Es justamente esta política la que defendemos.
HISTÓRICAS CONCESIONES
A esto se suman las históricas concesiones que ha dado el Gobierno, no solo a la derecha nacional, sino internacional. El Gobierno ha pensado equivocadamente que a través de concesiones políticas y económicas logrará tranquilizar a la burguesía y al imperialismo. Pero como hemos dicho en nuestros artículos, por cada paso atrás que de el Gobierno, la derecha exigirá 10 más. Es esto justamente lo que estamos viendo ante la negativa del Gobierno a aceptar la Ley Orgánica de Educación, la decisión de dejar a corruptos y hampones en la calle tras las protestas de los sifrinos, la propuesta de entregar la Ley Habilitante (a pesar de que esta no se cumplió), la extradición de dirigentes vascos que tienen más de 20 años viviendo en el país. Pero la peor de todas estas fue el secuestro de Joaquín Pérez Becerra por parte del Gobierno Bolivariano, ¡orden emanada nada más y nada menos que por Juan Manuel Santos, el Presidente reaccionario de Colombia!
El secuestro de este periodista de nacionalidad sueca, ha generado un gran descontento en las filas revolucionarias, sobre todo en el sector obrero y en la juventud. El Partido Comunista dio una rueda de prensa junto a varias organizaciones revolucionarias rechazando la acción del Gobierno y declarando que la confianza en el Gobierno está fracturada (16).
Estas concesiones no dejarán nada al Gobierno, todo lo contrario, la derecha está viendo con claridad las debilidades de este para golpear con más fuerza. ¿Han frenado estas concesiones los ataques de los empresarios y la derecha? Todo lo contrario, tras 12 años de Gobierno Revolucionario, hay aún multimillonarios que usan todo su dinero y poder por acabar con la Revolución. Entre ellos Gustavo Cisneros y Lorenzo Mendoza. Estos dos están ubicados en el ranking de los latinos multimillonarios, según la revista América Economía. El estudio afirma que Cisneros amasa una fortuna de $4.200 millones, que ha logrado en el sector mediático, sobre todo con Venevisión. Este ocupa el número 20 en el ranking. Mientras que Lorenzo Mendoza amasa una fortuna de 4.000 millones de dólares, producto de extraer plusvalía de los trabajadores de Empresas Polar. Este se ubica en el puesto número 22 de los más ricos (17).
1. Es ingenuo imaginar que concesiones al imperialismo disminuirán la oposición, de éste y de la oligarquía venezolana, como si “perdonaran” por las posiciones tomadas en los últimos años.
2. El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, agradeció este viernes a Hugo Chávez, la captura de Julián Conrado "Yo le agradezco al presidente Chávez que nos haya entregado a este narcoterrorista alias 'Julián Conrado', un ideólogo de las FARC, con 28 años (en la guerrilla) y del que ustedes ya saben su historial".
3. El gobierno bolivariano ha justificado la deportación de revolucionarios como derivadas de “razones de estado”. Pero resulta que ese argumento sólo funciona dentro de un estado burgués. Un gobierno revolucionario no puede utilizar “razones de estado” desconocidas para la población, no puede recurrir a la “diplomacia secreta” propia de los países burgueses e imperialistas, para justificar acciones difíciles de encajar en el programa socialista bolivariano.
4. Si las razones de estado se deben a la búsqueda desesperada de la “aprobación” o “visto bueno” del imperio para evitar sanciones como las tomadas por la ONU contra Libia, difícilmente se puede creer en la palabra de los imperialistas y en los acuerdos con la oligarquía colombiana. En la situación actual de las relaciones con el presidente Santos no hay garantías verdaderas, no hay certezas ni siquiera medianas, acerca de que la conducta de la burguesía colombiana se haya modificado con relación a la revolución bolivariana. Igual sucede con los Estados Unidos. Si ahora están muy ocupados con la rebelión árabe, el ataque criminal contra Libia, y la crisis económica profunda que sacude a Europa y USA, se volverán contra nosotros apenas vean la posibilidad de acabar de una vez con un proceso que sólo les trae problemas y que construye enemigos antiimperialistas por toda Nuestra América.
5. Si las razones de estado tienen que ver con el narco Makled, ha sido también una muy mala decisión, pues desvía el rumbo de la revolución, destruye alianzas con fuerzas revolucionarias a nivel internacional, sin tener garantía alguna de que las supuestas denuncias de Makled contra funcionarios del gobierno bolivariano no hayan sido ya recogidas por instancias del imperio (como se ha afirmado públicamente, que funcionarios estadounidenses interrogaron a Makled antes de que este fuera entregado a Venezuela). En todo caso, la entrega de un narcotraficante jamás podrá equipararse a la entrega de un revolucionario, por más que intenten calificarlo de terrorista.
6. No hay concesión que satisfaga al imperialismo, que hará todo para que el próximo presidente venezolano sea un auténtico y confiable burgués a su servicio, Es evidente la presencia de agentes colombianos del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) en el país y "que la data que se entrega a la inteligencia colombiana es del manejo de la inteligencia norteamericana y del sionismo internacional.
7. Desde finales de 2010 se restablecieron las relaciones diplomáticas con el gobierno colombiano, a partir del nuevo gobierno de Juan Manuel Santos. Al hacer esto, el gobierno bolivariano abandonó sus fuertes reclamos sobre la instalación de bases militares norteamericanas en territorio del vecino país, y se olvidó de la denuncia contra el Plan Colombia como mecanismo intervencionista gringo hacia el continente suramericano.
8. En la reciente entrevista Chávez-Santos en Cartagena, se reconoció al gobierno hondureño de Porfirio Lobo, nacido del proceso golpista contra Manuel Zelaya en 2009, y se legitimó a la vez a la OEA (al aceptar la reincorporación de Honduras), cuando en años recientes Chávez cuestionaba fuertemente la vigencia de ese organismo y proclamaba la necesidad de sustituirlo por una organización integrada sólo por países latinoamericanos.
9. La captura y entrega de Joaquín Pérez Becerra al gobierno de Santos, unida a la reciente captura de Julián Conrado, echa por tierra los principios socialistas más elementales. La acción de captura de ambos, se produjo mediante la acción “conjunta” de los cuerpos de inteligencia de ambos países, como lo ha declarado el propio presidente Santos (y no ha sido desmentido por las autoridades Venezolanas), lo que desprestigia de manera importante a los ojos de miles de trabajadores, militantes de izquierda y luchadores sociales de todo el continente, el carácter internacionalista que la revolución bolivariana ha demostrado en los hechos durante estos diez años.
Como dijo el camarada Allende: “Este es un gobierno socialista mierda y no entregamos a ningún compañero”, razón por la cual de debe suspender y dejar sin efecto los acuerdos de cooperación en materia de inteligencia que Venezuela ha establecido con Colombia.
Los empresarios no han cesado en la guerra económica, y a pesar de que el Gobierno se ha hecho la vista gorda con Cisneros, este fue el principal artífice de la reunión que se llevó a cabo con los principales enemigos declarados del Presidente Chávez. Fue el propio Gustavo Cisneros quien pagó la cuenta de un hotel de lujo en República Dominicana para nada más y nada menos que ¡José María Aznar, George W. Bush y Álvaro Uribe! Lo peor de todo, es que la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES) que dirige el propio Aznar fue quien convocó la reunión que se denominó “Pasado, presente y futuro de la democracia en Venezuela”, donde participó el escritor fascista Xavier Reyes Metheus. En esta reunión participaron varios miembros de la “Mesa de la Unidad Democrática” (MUD) (18). Lo que vemos es la total bancarrota de la política reformista de tranquilizar a la derecha.
¿Control obrero o participación de los trabajadores?
El último periodo de la revolución ha estado marcado por un incesante incremento de las luchas de la clase obrera. Las huelgas y exigencias de los trabajadores terminan una y otra vez con combativas ocupaciones de fábrica como la que hemos visto en Sidor, Mitsubishi, Vivex, Ura-Plast, Diana, Fama de América, Sanitarios Maracay, Gotcha, Jhonson´s Control y cientos de fábricas en todo el país. Los obreros han defendido sus reivindicaciones a través de sus organizaciones tradicionales como los sindicatos. Hemos visto un movimiento mayoritario de huelgas con ocupaciones de fábrica liderizadas por los dirigentes sindicales, en muchas ocasiones, empujados por los obreros de sus fábricas y sus industrias. Sería un error no reconocer y participar activamente en los sindicatos para discutir nuestro programa político, como correctamente participamos en la lucha de los trabajadores de Sanitarios Maracay e Inveval, debemos seguir trabajando en los sindicatos, para dotar a estos de nuestro programa y explicar la necesidad del control obrero de la producción.
El año pasado se abrió un excelente debate que aun se mantiene dentro del movimiento obrero, abriendo profundas brechas a derecha e izquierda; entre el movimiento obrero organizado y los sindicalistas de vieja data. Como hemos visto el control obrero ha logrado disminuir los costos de producción como en Venalum, donde la directiva obrera logró llevar el costo de producción de aluminio primario desde $3.442 la tonelada y llevarla hasta $2.984. Esto tuvo que reconocerlo el diario burgués El Mundo Economía y Negocios en una entrevista realizada a Andrés Rengel, secretario general del sindicato de profesionales de Venalum (19).
Incluso, las ventas totales del mes de diciembre del 2009 se ubicaron en 40.106 toneladas, es decir 3.662t más de lo planteado por la empresa. Los despachos internacionales de ventas del mes de noviembre del 2009 y ubicando esos despachos en 22.452 toneladas, mientras lo programado fue 18.920 toneladas (20).
El despacho total de ventas nacionales se ubicó en 17.655t, mientras que lo programado era de 17.524 toneladas, 131 toneladas más. La nomina de Venalum creció de 2.976 trabajadores a 3.971 para diciembre del 2009 (21).
La producción bajo las directivas obreras ha sido una total falta de respeto para la burguesía nacional y para el imperialismo. La burguesía buscó rápidamente contactos en el aparato burocrático de estado encontrado como fiel servidor al Gobernador del estado Bolívar Francisco Rangel Gómez. Como se ha publicado en varios artículos de opinión, este elemento ha utilizado una y otra vez parte de las directivas sindicales para acabar con las experiencias de control obrero en la Corporación Venezolana de Guayana. Lo vimos en los rudos enfrentamientos en empresas como Venalum y Alcasa, donde los sindicatos estaban exigiendo sus nuevas contrataciones colectivas a los dirigentes obreros.
Esto creo una confusión fuerte entre los trabajadores, haciendo lo posible por mostrar que los dirigentes obreros y las juntas directivas actuaban como patrones capitalistas contra los que hay que luchar. La burocracia de la mano con grandes empresas internacionales ha logrado poner a pelear a los propios trabajadores de las mismas empresas. Elio Sayago, obrero y miembro de la junta directiva de Alcasa, dijo en rueda de prensa que no tiene duda del financiamiento de las empresas internacionales Glencore y Noble al conflicto generado en Alcasa y afirmó que el Gobernador del Estado Bolívar se ha lavado las manos sobre el conflicto en varias empresas. “Queremos que el Gobierno nacional asuma su responsabilidad en este conflicto que ha retrasado la toma de la ruta de la rentabilidad en Alcasa porque ya tenemos los 403 millones necesarios para la adecuación tecnológica de la planta” (22).
Para el mes de febrero, el conflicto en Alcasa dejó pérdidas por más de 1,8 millones de dólares. A esto se suma la producción de materias primas solo para la exportación para grandes empresas internacionales. Tal y como pasa con el petróleo, las alzas y bajas de los precios de las materias primas en el mercado mundial ha afectado la producción en una parte importante de las empresas básicas de Guayana. Mientras tanto, el Gobierno busca desesperadamente cabillas para la construcción de viviendas (lo mismo que cemento y demás productos para la construcción de viviendas).
El control obrero en Guayana se encuentra con graves dificultades: la propiedad privada de las empresas con las que tienen que negociar por una parte y la existencia de gerentes burócratas nombrados desde arriba pasando por encima de los trabajadores por otra. Esto lo vimos en el caso de Sidor, donde los trabajadores en mesas de trabajo decidieron que fuera Carlos D´Oliveira un trabajador de base de la industria su Presidente. Pero este se vio inmediatamente saboteado por la hordas de gerentes burócratas y administradores a los que el ¡no puede remover!
La burocracia ha visto amenazados sus interesas a través de las direcciones obreras en varias empresas. Las experiencias de control obrero en Guayana se han visto amenazadas por los burócratas del aparato de Estado burgués. Marx llego a la conclusión de que no es el Estado el que domina y rige la sociedad en su conjunto, sino la clase dominante es la que rige y condiciona al Estado. Por tanto los trabajadores no pueden desarrollar el control obrero a través del aparato de Estado burgués y su burocracia.
A su vez el control obrero en Guayana se enfrenta a otra dificultad, y es que mientras Sidor, Venalum, Inveval, Inaf, Gotcha, Vivex y Alcasa están produciendo bajo control obrero, tienen a su alrededor todo un mar de empresas capitalista que les suministran productos y materias primas. Por tanto, no es posible crear una isla de control obrero en un mar capitalista donde predomina el mercado y el secreto comercial. Tal como lo explica Lenin: "La ley de salvaguarda de los secretos comerciales no sirve a los requerimientos de la producción de intercambio sino a la especulación y al enriquecimiento en su forma más cruda. Es una ayuda directa a la estafa que, como es bien conocido, está particularmente extendida en las sociedades anónimas y claramente ocultadas por libros de cuentas y balances ideados para engañar a la opinión pública.... Este secreto significa salvaguardar los privilegios y los beneficios literalmente de un puñado de personas frente al conjunto de la población".
Ted Grant explica en su artículo ¿Control obrero o participación de los trabajadores? que no es suficiente tener toda la información que a los empresarios y a los gerentes les conviene. El control obrero necesita abrir los libros de cuentas y mostrar a los trabajadores las estafas impuestas en las lujosas oficinas de los empresarios. Estas estafas no solo son impuestas a los trabajadores de las empresas de suministros de la CVG, sino que también estafan a los trabajadores de Alcasa, Sidor Venalum etc.
Las huelgas con ocupaciones de fábrica y las experiencias de control obrero significa un paso adelante del movimiento obrero, como los hemos visto en muchas fábricas ocupadas por los trabajadores, sin embargo son experiencias transitorias que no pueden permanecer en esa condición toda la vida mientras exista el capitalismo. Tal como lo explica Ted en su artículo:
“En este sentido ahora se pueden analizar los elementos positivos y negativos en la experiencia de las ocupaciones de fábrica llevadas a cabo internacionalmente por los trabajadores en el último período. Sobre todo la experiencia de la ocupación de los trabajadores en la fábrica Lip en Besançon, Francia, o los trabajadores de USC, ambas demostraron que los trabajadores pueden gestionar la industria, pagar sus propios salarios sin un consejo de dirección lleno de capitalistas”.
“Pero esta acción está limitada mientras sigua aislada de la lucha general por la transformación socialista de la economía”.
“Mientras que el control obrero se desarrolla desde abajo, desde el taller hacia las plantas de arriba, la administración obrera se desarrolla desde arriba, y sólo tiene sentido en términos de una economía socialista planificada, con unos monopolios nacionalizados”.
“El control de una o varias fábricas como ocurrió en España en 1936 o en Chile en 1972-3, no significa el final del capitalismo o del estado capitalista. Inevitablemente, mientras los capitalistas tengan el control absoluto de la economía, el control obrero no se puede mantener de forma permanente”.
El control obrero, como claramente explicaron Lenin y Trotsky va de la mano de la industria nacionalizada. A su vez explica la trampa que significa la creación de cooperativas como aconteció en varios países de Europa tras la crisis de los años 70. Lo mismo hemos visto en Venezuela, donde la creación de cooperativas por parte de los trabajadores deja al Estado sin la responsabilidad de estatizar o nacionalizar la empresa como hemos visto en muchos casos. A su vez, la introducción de cooperativas ha creado una total confusión y ha hecho que los dirigentes de las cooperativas (como claramente hemos visto en el caso de Invepal) actúen como patronos contratando trabajadores tercerizados que trabajan para la cooperativa.
Hemos explicado que la caída de los precios de las materias primas ha golpeado fuertemente la producción de las empresas de Guayana. Pero mientras el Gobierno colocó a representantes obreros en varias de las empresas de Guayana, bajó de sus espaldas las discusiones de contratos colectivos vencidos y puso todo su peso en las direcciones obreras como en el caso de Venalum que tiene cuatro años vencidos y dos en Alcasa, Bauxilum y Carbonorca. El propio Ministro de Empresas Básicas y Minería dejó que los presidentes de las empresas ofrecieran un aumento salarial a los trabajadores de acuerdo a sus posibilidades. El conflicto en Guayana abrió una dura lucha entre los propios obreros, mientras los patronos (sean empresas burguesas internacionales o burócratas nacionales) estaban felices por los conflictos. Las subidas y mejoras salariales deben ser discutidas abiertamente por los obreros en sus asambleas y votadas por los consejos de fábrica y de industria. A diferencia como han planteado los sindicalistas de extrema izquierda unidos hoy con la derecha, no existe contradicción alguna entre las reivindicaciones de los trabajadores y el control obrero.
El caso Rubén González
El 21 de mayo del 2009, el Presidente Chávez habló de la necesidad del control obrero en un taller con trabajadores de las empresas básicas. Habló del logro alcanzado por el sindicato de CVG Ferrominera con la homologación del contrato colectivo y la reducción de los salarios de la nomina gerencial de un 10% y un 20%. "Bueno, así que felicitaciones, pues, ¡porque este es un éxito de todos! Pero especialmente de ustedes, del Sindicato y de todos los trabajadores".
Sin embargo a Chávez le pintaron un panorama diferente a lo que estaba aconteciendo en Ferrominera, pues los trabajadores estaban reclamando un monto adeudado por la empresa de 350 millones de Bs.F y hasta la fecha no se ha dado ninguna respuesta. “Le dijeron al Presidente que todo estaba bien y resulta que nos deben los pasivos laborales, el retroactivo desde el 5 de enero hasta el 29 de mayo de 2009” dijo Rubén González. Este dijo también que les deben el bono de producción vencido del 2008 y el aumento de 30 bolívares fuertes y afirmó que se deben mejorar las operaciones industriales y el ambiente de trabajo.
A esto se suma las cifras, donde el precio del hierro cayó un 45% según cifras oficiales; 370 millones tenía la empresa para operar y un 63% cayeron las ganancias de exportación del hierro por la caída de las ventas internacionales. Estas cifras demuestras la extrema necesidad de que Ferrominera y todo el sector minero, este bajo control obrero. Ante esta situación, un grupo importante de trabajadores de Ferrominera del Orinoco decidieron apoyar a Rubén González en ir a la huelga. Una parte importante de estos trabajadores también apoyaron a González en las elecciones internas del PSUV como alcalde. En la huelga, la Guardia Nacional se presentó para intimidar a los trabajadores para que vuelvan a trabajar, sin ningún resultado.
La respuesta de la burocracia estatal no se hizo esperar: metieron tras las rejas a Rubén González aproximadamente 17 meses antes de la indignante condena de 7 años, seis meses, 21 días y 12 horas, acusándolo de “instigación a delinquir, violación a la zona de seguridad y restricción a la libertad de trabajo”. La detención de Rubén González creó un movimiento de solidaridad impresionante que crecía cada día más contra la arbitraria decisión de enviarlo a la cárcel. Incluso dirigentes sindicales contrarios a González se solidarizaron con él como Alfredo Spooner secretario de organización de Ferrominera (hoy secretario general tras la ausencia de González) quien afirmó: “Todos en el sindicato nos sentimos muy mal por la decisión contra Rubén, estuvimos juntos casi 17 años, nos duele, no lo compartimos”.
Cientos de obreros de diferentes empresas estaban esperando el veredicto de inocencia de Rubén González, esperando que el Gobierno rectificara. Pero todos quedaron sorprendidos tras la declaración de culpabilidad del dirigente sindical enviándolo tras las rejas por 7 años. La Unión Nacional de Trabajadores se pronunció y exigió su liberación. Este ha sido sin duda un grave error político por parte del Gobierno. Tras el gran movimiento que levantó la lucha de Rubén González, el Gobierno tomó la decisión de dejarlo libre bajo régimen de presentación.
Al salir Rubén González a la calle, totalmente decepcionado del Gobierno y del PSUV dio una rueda de prensa de la mano de varios de los sifrinos del grupo ultraderechista JAVU. Ha sido sin duda la actitud del Gobierno quien ha lanzado a González a los brazos de la derecha. Pero no ha sido el único caso. Lo mismo hemos visto con dirigentes del movimiento bolivariano como William Sanguino dirigente estudiantil de la Universidad Bolivariana y de la J-PSUV y de Sabino Romero cacique Yukpa, quién luchó arduamente por la demarcación de tierras de los indígenas contra el latifundio. La Revolución corre un serio peligro de seguir el Gobierno con esta política equivocada, pues mientras se castiga a dirigentes revolucionarios enviándolos a la cárcel, se perdona a golpistas y corruptos de la derecha.
SINDICATOS Y CONSEJOS DE FÁBRICA
La crisis capitalista mundial ha movilizado al proletariado en varios países del mundo. En muchos lugares los dirigentes obreros se han visto empujados a movilizarse y a defender los derechos de los trabajadores, llamando a huelgas en muchos casos. Como hemos visto los sindicatos han jugado un papel importante en las reivindicaciones clásicas del proletariado. En Venezuela la mayoría del proletariado venezolano no está sindicalizado y muchos de los que se han organizado en sindicatos no se identifican con ninguna de las corrientes que existen hoy en el movimiento sindical. Esto nos permite conectar con amplias capas obreras y sindicales.
Los sindicatos juegan hoy un papel clave ante las contradicciones internas que vive el aparato de Estado. Por un lado están los dirigentes sindicales de MMC Automotriz en su justa lucha contra la tercerización, el abuso patronal y la violación de los derechos de los trabajadores llevada a cabo por el Ministerio del Trabajo, y por otro lado tenemos a los dirigentes sindicales como los de General Motor´s que en la última contratación colectiva dejaron que fueran los patrones quienes decidieran a quien botar de la empresa y a quién no. Muchos de los trabajadores de General Motor´s hoy están trabajando como tercerizados bajo el esquema de las cooperativas. Es justamente este modelo el que están tratando de imponer los patronos a los trabajadores del sector automotriz.
Tras un período de duro debates, congresos, sabotajes de grupos ultraizquierdistas y escisiones, la Unión Nacional de Trabajadores se han puesto a la cabeza del movimiento sindical más organizado haciendo fuertes y correctas críticas al Estado. En su documento la UNT ante la situación nacional exigen con claridad:
- Nacionalización de la banca y de toda intermediación financiera.
- Nacionalización de todo el comercio exterior relacionado con la dieta básica alimenticia y social del pueblo venezolano.
- Aprobación antes de las elecciones de septiembre de una Ley Revolucionaria del Trabajo, la más importante para nuestro proceso después de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
- Reajuste General de los Sueldos y Salarios.
- Congelación de Precios y Creación de una Instancia de sin ceración de Costos, Precios, Salarios y Ganancias que conlleve a la implantación de una Escala Móvil de Salarios, Precio de Costo y de Venta al Público.
- Supresión progresiva del IVA y una Ley que regule a favor del Trabajo la Acumulación Privada de Capital pechando las enormes ganancias especulativas.
- Refundación del Ministerio del Poder Popular para el Trabajo y la Seguridad Social en un Ministerio Socialista del Trabajo y la Seguridad Social, con participación y control social de los trabajadores.
- Creación de un Ministerio Socialista de Control Obrero y de la Producción Social bajo la dirección democrática de los trabajadores.
- Asignación de Viviendas a Futuro bajo Contraloría Social de las familias beneficiarias y sobre la base de un Plan de Construcción y Autoconstrucción de Viviendas que precise un Inventario de Tierras a nivel nacional para Desarrollo Habitacional.
A esto agregaríamos la nacionalización de las grandes industrias y del parque fabril. A pesar de las permanentes luchas internas que han vivido, la UNT hoy mantiene un programa importante, aunque incompleto. Trostky explica en el programa de transición que es una posición criminal dar la espalda a las organizaciones de masas (como han hecho los sindicatos con posturas sectarias) pero también es criminal tolerar la entrega del movimiento revolucionario de las masas a los dirigentes burocráticos que defienden los derechos de los patronos y atacan constantemente las experiencias de control obrero como la FBT.
El Presidente Chávez, el Partido Comunista y la Unión Nacional de Trabajadores han planteado la necesidad de crear los consejos socialistas de trabajadores. Hemos visto el importante papel que han jugado los consejos de fábrica y los consejos de trabajadores, pero estos han sido saboteados por burócratas de varias empresas estatales como en la Fábrica Nacional de Cementos. El caso más insólito fue el de un grupo de trabajadores del Ministerio de Trabajo, que ante la organización del consejo socialista de trabajadores ¡la respuesta del Ministerio fue despedirlos!
Otro grupo de burócratas ha utilizado a los consejos de trabajadores contra los sindicatos. Los marxistas hemos explicado pacientemente la complementariedad de ambas organizaciones, pues mientras el sindicato defiende las reivindicaciones básicas de los trabajadores, los consejos de trabajadores se encargan de la producción real de la empresa, es decir, del control del medio de producción, donde las decisiones se toman democráticamente y donde el sindicato tiene derecho a participar.
Un grupo de dirigentes sindicales ultraizquierdistas como Orlando Chirino, desde hace tiempo en su política de alianzas con los sindicalistas amarillos y partidos reaccionarios se han opuesto radicalmente a los consejos de trabajadores. El propio Trotsky explica que la amplitud del movimiento de los consejos de fábrica creara a los sectores más combativos del proletariado allá donde los sindicatos no pueden llegar. Estos serán los sectores más combativos y serán fácilmente ganados para la revolución socialista.
“A partir del momento de la aparición del comité de fábrica, se establece de hecho una dualidad de poder. Por su esencia ella tiene algo de transitorio porque encierra en sí dos regímenes inconciliables: el régimen capitalista y el régimen proletario. La principal importancia de los Comités de Fábrica consiste precisamente en abrir un período pre-revolucionario, ya que no directamente revolucionario, entre el régimen burgués y el régimen proletario. Que la propaganda por los Comités de Fábrica no es prematura ni artificial, lo demuestra del mejor modo la ola de ocupación de fábricas que se ha desencadenado en algunos países. Nuevas olas de ese género son inevitables en un porvenir próximo. Es preciso iniciar una campaña en pro de los comités de fábricas para que los acontecimientos no se tomen de improviso”.
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