Caracas, 27 Jun. AVN .- A dos años del golpe de Estado que derrocó al ex presidente José Manuel Zelaya, el pueblo hondureño continúa en la lucha por reformar la Constitución luego de que el Acuerdo de Reconciliación, promovido por Colombia y Venezuela, abriera las puertas para iniciar esa transformación.
Semanas atrás, el pacto de Cartagena, firmado por Zelaya y el actual presidente hondureño, Porfirio Lobo, permitió el retorno del ex mandatario, así como de su gabinete ministerial y exiliados, quienes salieron del país para escapar de la persecución que se desató durante la dictadura de Roberto Micheletti, impuesta tras el golpe.
Pero uno de los puntos más importantes que contempla ese acuerdo es el compromiso suscrito por el Ejecutivo hondureño para “tomar las medidas que estén en el marco de sus atribuciones legales, a velar por los derechos electorales de los ciudadanos, así como a encomendar a la Comisión de Seguimiento que verifique el cumplimiento de los procedimientos establecidos para la realización de plebiscitos”.
Por lo tanto, la propuesta de Asamblea Nacional Constituyente, planteada por Zelaya y que motivó el golpe de la oligarquía, se puede mantener en pie siempre que esté ceñida a los actuales mecanismos de consulta “con total respeto de las atribuciones legales de los poderes del Estado", reza el pacto de Cartagena.
Desde el regreso de Zelaya se han agilizado las gestiones para convocar a una Constituyente. Sin embargo, las huellas de la represión no se han borrado. En los últimos días, el Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP), conformado luego del golpe, ha denunciado que la justicia es usada como arma de persecución.
Por eso ha manifestado su preocupación por el caso de Enrique Flores Lanza, ex ministro de Zelaya, quien fue puesto bajo arresto domiciliario por presuntos actos de corrupción. La justicia le impuso una fianza de 27 millones de lempiras (1,4 millones de dólares), lo que fue calificado por el ex funcionario como una persecución judicial.
Una comisión de seguimiento, conformada por altos voceros de Caracas y Bogotá, acordó con Lobo velar por el cumplimiento del acuerdo de Cartagena, mientras tanto Zelaya ha hecho un llamado a crear el Frente Amplio de Resistencia Popular, un grupo político antigolpista y antioligárquico.
Si bien la “razón” de la oligarquía para atentar contra la democracia el 28 de junio de 2009 fue una consulta popular convocada para cambiar la Constitución de ese país, hoy esa misma petición es la que enarbola Zelaya, quien ha instado a la conformación de un frente amplio que sea alternativa a los partidos conservadores de Honduras para los comicios de 2013.
El llamado que se mantiene en el país centroamericano es el de una Asamblea Nacional Constituyente que impulse un proceso refundacional con la participación de la mayoría del pueblo.
En el país “está en construcción una nueva fuerza política que va a gobernar los próximos 50 años” y que permitirá dejar atrás “las viejas estructuras”, aseveró Zelaya el domingo pasado, tras afirmar que el Frente Amplio de Resistencia Popular quiere participar en las urnas para hacer justicia y abrir espacios democráticos
No hay comentarios:
Publicar un comentario