VAMOS A DARLE DURO AL DEBATE
LAS MEDIDAS DEL GOBIERNO Y EL CONTROL OBRERO EN GUAYANA
Por Ricardo Galíndez
Miembro del equipo de El Topo Obrero
Hace dos años, cuando por responsabilidades en el equipo de la CSR – El Topo Obrero y con los trabajadores de IOSA, tuve que dejar de militar en Ciudad Guayana, en el informe que pasé sobre el movimiento obrero, dije casi textual: Guayana es un volcán en erupción con la característica de que es la zona obrera más importante del país. El desarrollo de la lucha de clases, ha venido confirmando el análisis realizado, sin que esto signifique que desde la huelga de SIDOR a esta parte, la importancia de las luchas haya correspondido de manera ininterrumpido a lo dicho. Hoy en Guayana se están dando una serie de combates laborales, que van a marcar la historia de nuestro movimiento obrero en los próximos meses.
LOS TRABAJADORES TIENE RAZÓN
En fecha 30/01/11 fue publicado en Aporrea y el 31 en csr-eltopoobrero.com el artículo de mi autoría “Sobre las medidas del gobierno y el control obrero. El Control Obrero en las Empresas de Guayana y las declaraciones de Elio Sayago Pdte. De ALCASA”. Posteriormente en Aporrea aparecieron los artículos de los compañeros de ALCASA Dennys Sucre y Alcides Rivero, quienes se lanzaron de manera frontal contra aquellos directivos que dirigen a los trabajadores en conflicto con la paralización de buena parte de la Empresa. Por su lado el 31 de enero, el Buró Político del PCV dio una declaración de prensa donde dicen que “La lucha reivindicativa que se está desarrollando en Guayana tiene plena justificación.” añadiendo: “Los trabajadores y trabajadoras necesitan sentarse con la patronal estatal a los fines de discutir la contratación colectiva,”, (web Tribuna Popular). Coincidiendo con lo dicho sobre la justeza de la reclamación de los trabajadores, notamos que en la llamada a los trabajadores a sentarse a discutir con el gobierno, se obvia que es el propio presidente Chávez quien ha girado instrucciones de que no se discuta el contrato colectivo, con lo que se suma uno más a los centenares que están congelados por política gubernamental, algunos por más de un lustro, violando con esto la Ley Orgánica del Trabajo y los camaradas no hacen ninguna advertencia o llamado y menos aún reclamo sobre este nada despreciable detalle.
Pero con toda y esta tremenda concesión al gobierno, reiteramos la coincidencia de que los reclamos son justos, por lo que nosotros no dudamos en dar nuestro apoyo a las acciones sindicales tomadas por los trabajadores, aún a sabiendas que la dirección sindical no sea ni socialista ni revolucionaria habiendo sido denunciados entre otros por Elio Sayago, presidente de ALCASA, y trabajadores de esta empresa como Dennys Sucre y Alcides Rivero.
O SE ESTÁ CON LA CLASE O CON EL PATRÓN
En esta situación, de que las acciones sindicales conflictivas están siendo dirigidas por burócratas sindicales, la responsabilidad de que así suceda no puede ser evadida por los compañeros del “Control Obrero”, que han preferido descuidar los intereses reivindicativos de la clase en medio de una sociedad y empresa capitalista, para apoyar la política de Calidad Total, disfrazada de control Obrero, que desarrolla la nueva gerencia de ALCASA. Han preferido ocultar el nefasto papel jugado por el gobierno al sostener por años a Rodolfo Sanz como Presidente de la CVG cuando todos los dirigentes clasistas lo denunciaban. Esta es la triste realidad que es aprovechada por los enemigos declarados de la revolución.
La situación es tan mala para los trabajadores que el propio Dennis Sucre, dirigente del FST, en su artículo “Reconozcamos a los voceros y operadores políticos de la Glencore y Noble en CVG Alcasa” (Aporrea el 26/01/11) que hay que “Exigir al ejecutivo nacional recursos económicos que permitan a la empresa comenzar a honrar las cuantiosas deudas por pasivos laborales que crecen mensualmente desmejorando la calidad de vida de los trabajadores y las trabajadoras y que tiene ahogada las finanzas de la empresa.” Pero lamentablemente en vez de plantearse combatir al lado de los trabajadores que conocen quién es el principal responsable de la situación de las empresas del aluminio, pide comprensión para este y hasta lo exculpa. “Cada vez que se acerca la posibilidad de un financiamiento a la empresa a través del estado, este enemigo de la clase trabajadora arremete contra el patrimonio de una empresa estratégica utilizando el discurso de salvar las reivindicaciones laborales de los trabajadores.”
NO SE LE PUEDE LAVAR LA CARA AL GOBIERNO …
Todos los trabajadores de Guayana están conscientes de la posición del gobierno, pues se lo escucharon al propio presidente Chávez en una visita a ciudad Guayana, de que su hombre de confianza para las empresas de Guayana era Rodolfo Sanz y en ese mismo acto amenazó con usar a los cuerpos de seguridad contra los trabajadores que reclamaran los “excesivos” privilegios de los cuales gozaban. Si lo destituyeron fue porque le salía más caro sostenerlo, que jugársela con la Calidad Total disfrazada.
Para continuar, ¿Cómo exigirle a los trabajadores que se sigan sacrificando en función de favorecer una empresa donde se les explota y oprime, cuando los pasivos laborales siguen creciendo, palabras de Dennys Sucre, y los mismos se están devaluando con una de las inflaciones más altas de América?
Los camaradas de “Control Obrero de Guayana” no han terminado de entender que para los trabajadores es difícil creer en el respaldo consecuente del gobierno en defender un proyecto nacionalistas para las empresas del aluminio, hierro y acero que impulse la independencia nacional, denunciando las ventas a futuro, si precisamente fue el presidente Chávez quien anunció la firma de los acuerdos de suministro a China de hierro a futuro con un descuento de 20$ la tonelada sobre el precio internacional, sino que nos la ha dejado a los trabajadores y sectores socialistas revolucionarios. Es el propio gobierno, quien ha ocultado las condiciones del préstamo del Fondo Chino y que se llegó a conocer porque el gobierno chino lo publicó en un diario de su país.
Es difícil creer en un discurso nacionalista u obrerista cuando se le niegan derechos básicos como el de contratar colectivamente y conocen experiencias como la de los trabajadores del metro o de PDVSA.
… NI A LA BUROCRACIA SINDICAL
José Gil y socios como Ángel Marcano y el tristemente ex ministro José Ramón Rivero y su comitiva conformada por agentes de las transnacionales gringas están claros que es bien cierto que lo que se está practicando en las empresas del aluminio, acero y hierro, no es ningún control obrero, sino una política llamada, por las propias burguesías imperialistas de, “CALIDAD TOTAL” lo que solo significa sobreexplotación de la clase, mediante subterfugios. Tenemos que tener claro que las multinacionales no tendrían mayores problemas con la gestión Calidad Total sino se les excluyera del negocio de la compra venta de aluminio, pero para los José Gil, el problema es otro y es que con la calidad total, se les dificulta ser parte del negocio del aluminio, pues sencillamente no tienen todo el poder de decisión.
ACLAREMOS LA CONFUSIÓN IDEOLÓGICA PARA AVANZAR
Los camaradas de los equipos de “Control Obrero” que son tan buenos elaborando materiales sobre el dominio ideológico de la burguesía sobre la clase y los mecanismos de explotación, han fallado de largo a largo en esta oportunidad al no saber desentrañar el carácter burgués de la propuesta de “control obrero” que se desarrolla en ALCASA y que está en el Plan Guayana. Su confusión los ha puesto en contra de los intereses concretos e históricos de la clase obrera y del proceso social revolucionario venezolano.
La confusión los ha colocado al lado de un sector de la burocracia de gobierno, enfrentado otro sector burocrático, donde ambos coinciden en violentar los derechos de los trabajadores y en buscar la obtención de la máxima ganancia de la compra de la Fuerza de Trabajo. Ni siquiera podemos hablar de que los compañeros están asumiendo una posición nacionalista revolucionaria al impulsar el crecimiento de empresas, en este caso del estado, buscando la independencia tecnológica del país frente a las multinacionales, sino que simplemente, olvidando el carácter burgués del estado, introducen elementos para elevar la producción y la productividad de dichas empresas (elevar la productividad implica elevar el grado de explotación, puesto que productividad es producir más a menor costo).
Esto de elevar la productividad se está desarrollando cuando se usa el conocimiento práctico de los obreros para mejorar la capacidad instalada de la empresa y elevar el rendimiento de la producción, cuando los trabajadores no fueron contratados para esa labor y por lo tanto el salario que perciben no es por esta nueva labor, sino por la que fueron contratados. Aparte de que al realizar ciertas modificaciones tecnológicas a la maquinaria para elevar la productividad se le está preparando para que a futuro la intensificación del trabajo sea una realidad. Pero también, cuando se les cercena el derecho a contratar colectivamente, se les está negando el derecho democrático a cuantificar el valor de su fuerza de trabajo y por lo tanto se le desvaloriza. Por añadidura todo esto se está realizando con el uso del aparato ideológico y el coercitivo y represivo del estado, lleno de un discurso de combate a multinacionales y de defensa de una empresa socialista y del “control obrero”, cuando todos sabemos que es imposible montar una empresa socialista cuando ni el estado ni el gobierno lo son y de amenazas del uso de los cuerpos policiales y del aparato judicial del estado burgués. Y el gobierno no está jugando al amenazar, allí están los ejemplos de los compañeros de transporte Camila, de Rubén González Secretario General del sindicato de FERROMINERA y de los compañeros de Mitsubishi en Anzoátegui e IOSA en Barquisimeto y de los propios trabajadores de SIDOR durante la discusión de su contrato colectivo, que de paso también está en mora.
Llegado a este punto queremos hacer otra observación a la declaración dada por los camaradas del Buró Político del Partido Comunista de Venezuela ya mencionada, puesto que en la misma señalan lo justo de los reclamos de los trabajadores, dicen “pero esos derechos reivindicativos no pueden poner el riesgo el desarrollo de la empresa y el proceso de control obrero” sin dejar claro que lo que se está desarrollando en ALCASA, VENALUM, SIDOR etc. no tiene nada que ver con Control Obrero, por lo que la declaración se presta a confundir a sectores obreros en esas empresas y el país.
Si realmente lo que se estuviese aplicando en las empresas de Guayana, fuese un Control Obrero de verdad, nosotros no tuviésemos ningún problema en apoyarlo abiertamente, así se diese en una empresa capitalista, cuyo patrón, en este caso digamos “medio patrón” fuera el dueño legal, pero el caso es, como lo demostramos en el escrito “Sobre las medidas del gobierno y el control obrero. El Control Obrero en las Empresas de Guayana y las declaraciones de Elio Sayago Pdte. De ALCASA” el patrón es patrón completo. Él decidió nombrar al presidente de la empresa y su tren gerencial, no los trabajadores; él decide cuánto se invierte y con quien adquiere la deuda y en qué condiciones, y más allá de todo eso, él decide cuándo será el tiempo para valorizar la compra de la fuerza de trabajo del personal que tiene como trabajadores en su empresa. ¿Nos equivocamos en esto o tenemos razón? Si Uds. camaradas dicen que no la tenemos pues abramos el debate entre compañeros revolucionarios y si la tenemos pues entonces vamos a ser claros con el patrón gobierno. Nosotros los revolucionarios y los trabajadores requerimos la implementación de un verdadero CONTROL OBRERO. No es una cogestión ni una Calidad Total, sino un CONTROL OBRERO donde los trabajadores decidamos sobre los cambios a realizar en la empresa, incluyendo la elección del presidente de la misma hacia abajo, pero también poder decidir que nuestro contrato se discute YA y que tiene un carácter retroactivo, que se nos paguen todos los pasivos laborales, pero no con un nuevo endeudamiento de empresa, sino del gobierno que es el dueño de la empresa y es el responsable del grado de deterioro a la cual han llegado todas las empresas del aluminio y todas las que conformaron las empresas básicas. Un verdadero control obrero tiene que denunciar el Fondo Chino, por ser antinacional y entonces desconocerlo, así como se desconoció el contrato de venta a futuro con las multinacionales del aluminio. ¿Cómo es que es correcto desconocer los contratos de venta a futuro con la Glencore y la Noble y no la venta a futuro con el gobierno chino? Los trabajadores no tenemos porque pagar los desastres de una gerencia puesta por el patrón gobierno, ni unos préstamos adquiridos por ese mismo patrón, también con su propia política.
Los trabajadores y los revolucionarios saludamos que no se haya intentado despedir a ningún trabajador en medio de la crisis, pero no podemos saludar que se nos desvalorice nuestros beneficios económicos y sociales, pues es la otra cara de la moneda de hacernos pagar la crisis capitalista de la cual no somos nada, pero nada culpables. Saludamos que se haya pasado a un personal contratado a fijo, pero el caso es que son todos los contratados los que tienen que pasar a fijos, pues todos son necesarios en la puesta en marcha de estas empresas. Ellos no son trabajadores de segunda que ganan menos y hasta trabajan más, por lo tanto desde ya y eso implica desde que laboran en ALCASA y las otras empresas de Guayana son beneficiarios de los diferentes contratos colectivos. Así funcionaría una empresa bajo Control Obrero.
El debate entre los trabajadores de las empresas del aluminio y de todas las empresas que conocemos como “Básicas” tiene que ser desarrollado desde cada departamento y de allí hacia arriba de manera organizada y coordinada. La única manera de romper el poder de la burocracia sindical y gubernamental es discutir la problemática de las empresas en el seno de la clase y allí mismo aprobar una propuesta de desarrollo de Control Obrero y de fiel cumplimiento de nuestros derechos contractuales, que no puede ser como dice Sayago, que los pasivos no se pueden cancelar de una sola vez pues es una cantidad muy grande. Si el gobierno tiene para pagar y con sobre precio las empresas que estatiza, pues con más razón tiene con pagarnos a los creadores de toda la riqueza nacional: a los obreros.
Abrir y profundizar el debate es de vital importancia a la hora de construir una corriente revolucionaria a nivel sindical y socialista a nivel político para darle un nuevo impulso no solo por nuestras reivindicaciones, por el control obrero y por la libertad de nuestros presos como Rubén González, sino también por un verdadero socialismo.
Desde la CSR – El Topo Obrero te invitamos a unirnos para luchar juntos.
LAS MEDIDAS DEL GOBIERNO Y EL CONTROL OBRERO EN GUAYANA
Por Ricardo Galíndez
Miembro del equipo de El Topo Obrero
Hace dos años, cuando por responsabilidades en el equipo de la CSR – El Topo Obrero y con los trabajadores de IOSA, tuve que dejar de militar en Ciudad Guayana, en el informe que pasé sobre el movimiento obrero, dije casi textual: Guayana es un volcán en erupción con la característica de que es la zona obrera más importante del país. El desarrollo de la lucha de clases, ha venido confirmando el análisis realizado, sin que esto signifique que desde la huelga de SIDOR a esta parte, la importancia de las luchas haya correspondido de manera ininterrumpido a lo dicho. Hoy en Guayana se están dando una serie de combates laborales, que van a marcar la historia de nuestro movimiento obrero en los próximos meses.
LOS TRABAJADORES TIENE RAZÓN
En fecha 30/01/11 fue publicado en Aporrea y el 31 en csr-eltopoobrero.com el artículo de mi autoría “Sobre las medidas del gobierno y el control obrero. El Control Obrero en las Empresas de Guayana y las declaraciones de Elio Sayago Pdte. De ALCASA”. Posteriormente en Aporrea aparecieron los artículos de los compañeros de ALCASA Dennys Sucre y Alcides Rivero, quienes se lanzaron de manera frontal contra aquellos directivos que dirigen a los trabajadores en conflicto con la paralización de buena parte de la Empresa. Por su lado el 31 de enero, el Buró Político del PCV dio una declaración de prensa donde dicen que “La lucha reivindicativa que se está desarrollando en Guayana tiene plena justificación.” añadiendo: “Los trabajadores y trabajadoras necesitan sentarse con la patronal estatal a los fines de discutir la contratación colectiva,”, (web Tribuna Popular). Coincidiendo con lo dicho sobre la justeza de la reclamación de los trabajadores, notamos que en la llamada a los trabajadores a sentarse a discutir con el gobierno, se obvia que es el propio presidente Chávez quien ha girado instrucciones de que no se discuta el contrato colectivo, con lo que se suma uno más a los centenares que están congelados por política gubernamental, algunos por más de un lustro, violando con esto la Ley Orgánica del Trabajo y los camaradas no hacen ninguna advertencia o llamado y menos aún reclamo sobre este nada despreciable detalle.
Pero con toda y esta tremenda concesión al gobierno, reiteramos la coincidencia de que los reclamos son justos, por lo que nosotros no dudamos en dar nuestro apoyo a las acciones sindicales tomadas por los trabajadores, aún a sabiendas que la dirección sindical no sea ni socialista ni revolucionaria habiendo sido denunciados entre otros por Elio Sayago, presidente de ALCASA, y trabajadores de esta empresa como Dennys Sucre y Alcides Rivero.
O SE ESTÁ CON LA CLASE O CON EL PATRÓN
En esta situación, de que las acciones sindicales conflictivas están siendo dirigidas por burócratas sindicales, la responsabilidad de que así suceda no puede ser evadida por los compañeros del “Control Obrero”, que han preferido descuidar los intereses reivindicativos de la clase en medio de una sociedad y empresa capitalista, para apoyar la política de Calidad Total, disfrazada de control Obrero, que desarrolla la nueva gerencia de ALCASA. Han preferido ocultar el nefasto papel jugado por el gobierno al sostener por años a Rodolfo Sanz como Presidente de la CVG cuando todos los dirigentes clasistas lo denunciaban. Esta es la triste realidad que es aprovechada por los enemigos declarados de la revolución.
La situación es tan mala para los trabajadores que el propio Dennis Sucre, dirigente del FST, en su artículo “Reconozcamos a los voceros y operadores políticos de la Glencore y Noble en CVG Alcasa” (Aporrea el 26/01/11) que hay que “Exigir al ejecutivo nacional recursos económicos que permitan a la empresa comenzar a honrar las cuantiosas deudas por pasivos laborales que crecen mensualmente desmejorando la calidad de vida de los trabajadores y las trabajadoras y que tiene ahogada las finanzas de la empresa.” Pero lamentablemente en vez de plantearse combatir al lado de los trabajadores que conocen quién es el principal responsable de la situación de las empresas del aluminio, pide comprensión para este y hasta lo exculpa. “Cada vez que se acerca la posibilidad de un financiamiento a la empresa a través del estado, este enemigo de la clase trabajadora arremete contra el patrimonio de una empresa estratégica utilizando el discurso de salvar las reivindicaciones laborales de los trabajadores.”
NO SE LE PUEDE LAVAR LA CARA AL GOBIERNO …
Todos los trabajadores de Guayana están conscientes de la posición del gobierno, pues se lo escucharon al propio presidente Chávez en una visita a ciudad Guayana, de que su hombre de confianza para las empresas de Guayana era Rodolfo Sanz y en ese mismo acto amenazó con usar a los cuerpos de seguridad contra los trabajadores que reclamaran los “excesivos” privilegios de los cuales gozaban. Si lo destituyeron fue porque le salía más caro sostenerlo, que jugársela con la Calidad Total disfrazada.
Para continuar, ¿Cómo exigirle a los trabajadores que se sigan sacrificando en función de favorecer una empresa donde se les explota y oprime, cuando los pasivos laborales siguen creciendo, palabras de Dennys Sucre, y los mismos se están devaluando con una de las inflaciones más altas de América?
Los camaradas de “Control Obrero de Guayana” no han terminado de entender que para los trabajadores es difícil creer en el respaldo consecuente del gobierno en defender un proyecto nacionalistas para las empresas del aluminio, hierro y acero que impulse la independencia nacional, denunciando las ventas a futuro, si precisamente fue el presidente Chávez quien anunció la firma de los acuerdos de suministro a China de hierro a futuro con un descuento de 20$ la tonelada sobre el precio internacional, sino que nos la ha dejado a los trabajadores y sectores socialistas revolucionarios. Es el propio gobierno, quien ha ocultado las condiciones del préstamo del Fondo Chino y que se llegó a conocer porque el gobierno chino lo publicó en un diario de su país.
Es difícil creer en un discurso nacionalista u obrerista cuando se le niegan derechos básicos como el de contratar colectivamente y conocen experiencias como la de los trabajadores del metro o de PDVSA.
… NI A LA BUROCRACIA SINDICAL
José Gil y socios como Ángel Marcano y el tristemente ex ministro José Ramón Rivero y su comitiva conformada por agentes de las transnacionales gringas están claros que es bien cierto que lo que se está practicando en las empresas del aluminio, acero y hierro, no es ningún control obrero, sino una política llamada, por las propias burguesías imperialistas de, “CALIDAD TOTAL” lo que solo significa sobreexplotación de la clase, mediante subterfugios. Tenemos que tener claro que las multinacionales no tendrían mayores problemas con la gestión Calidad Total sino se les excluyera del negocio de la compra venta de aluminio, pero para los José Gil, el problema es otro y es que con la calidad total, se les dificulta ser parte del negocio del aluminio, pues sencillamente no tienen todo el poder de decisión.
ACLAREMOS LA CONFUSIÓN IDEOLÓGICA PARA AVANZAR
Los camaradas de los equipos de “Control Obrero” que son tan buenos elaborando materiales sobre el dominio ideológico de la burguesía sobre la clase y los mecanismos de explotación, han fallado de largo a largo en esta oportunidad al no saber desentrañar el carácter burgués de la propuesta de “control obrero” que se desarrolla en ALCASA y que está en el Plan Guayana. Su confusión los ha puesto en contra de los intereses concretos e históricos de la clase obrera y del proceso social revolucionario venezolano.
La confusión los ha colocado al lado de un sector de la burocracia de gobierno, enfrentado otro sector burocrático, donde ambos coinciden en violentar los derechos de los trabajadores y en buscar la obtención de la máxima ganancia de la compra de la Fuerza de Trabajo. Ni siquiera podemos hablar de que los compañeros están asumiendo una posición nacionalista revolucionaria al impulsar el crecimiento de empresas, en este caso del estado, buscando la independencia tecnológica del país frente a las multinacionales, sino que simplemente, olvidando el carácter burgués del estado, introducen elementos para elevar la producción y la productividad de dichas empresas (elevar la productividad implica elevar el grado de explotación, puesto que productividad es producir más a menor costo).
Esto de elevar la productividad se está desarrollando cuando se usa el conocimiento práctico de los obreros para mejorar la capacidad instalada de la empresa y elevar el rendimiento de la producción, cuando los trabajadores no fueron contratados para esa labor y por lo tanto el salario que perciben no es por esta nueva labor, sino por la que fueron contratados. Aparte de que al realizar ciertas modificaciones tecnológicas a la maquinaria para elevar la productividad se le está preparando para que a futuro la intensificación del trabajo sea una realidad. Pero también, cuando se les cercena el derecho a contratar colectivamente, se les está negando el derecho democrático a cuantificar el valor de su fuerza de trabajo y por lo tanto se le desvaloriza. Por añadidura todo esto se está realizando con el uso del aparato ideológico y el coercitivo y represivo del estado, lleno de un discurso de combate a multinacionales y de defensa de una empresa socialista y del “control obrero”, cuando todos sabemos que es imposible montar una empresa socialista cuando ni el estado ni el gobierno lo son y de amenazas del uso de los cuerpos policiales y del aparato judicial del estado burgués. Y el gobierno no está jugando al amenazar, allí están los ejemplos de los compañeros de transporte Camila, de Rubén González Secretario General del sindicato de FERROMINERA y de los compañeros de Mitsubishi en Anzoátegui e IOSA en Barquisimeto y de los propios trabajadores de SIDOR durante la discusión de su contrato colectivo, que de paso también está en mora.
Llegado a este punto queremos hacer otra observación a la declaración dada por los camaradas del Buró Político del Partido Comunista de Venezuela ya mencionada, puesto que en la misma señalan lo justo de los reclamos de los trabajadores, dicen “pero esos derechos reivindicativos no pueden poner el riesgo el desarrollo de la empresa y el proceso de control obrero” sin dejar claro que lo que se está desarrollando en ALCASA, VENALUM, SIDOR etc. no tiene nada que ver con Control Obrero, por lo que la declaración se presta a confundir a sectores obreros en esas empresas y el país.
Si realmente lo que se estuviese aplicando en las empresas de Guayana, fuese un Control Obrero de verdad, nosotros no tuviésemos ningún problema en apoyarlo abiertamente, así se diese en una empresa capitalista, cuyo patrón, en este caso digamos “medio patrón” fuera el dueño legal, pero el caso es, como lo demostramos en el escrito “Sobre las medidas del gobierno y el control obrero. El Control Obrero en las Empresas de Guayana y las declaraciones de Elio Sayago Pdte. De ALCASA” el patrón es patrón completo. Él decidió nombrar al presidente de la empresa y su tren gerencial, no los trabajadores; él decide cuánto se invierte y con quien adquiere la deuda y en qué condiciones, y más allá de todo eso, él decide cuándo será el tiempo para valorizar la compra de la fuerza de trabajo del personal que tiene como trabajadores en su empresa. ¿Nos equivocamos en esto o tenemos razón? Si Uds. camaradas dicen que no la tenemos pues abramos el debate entre compañeros revolucionarios y si la tenemos pues entonces vamos a ser claros con el patrón gobierno. Nosotros los revolucionarios y los trabajadores requerimos la implementación de un verdadero CONTROL OBRERO. No es una cogestión ni una Calidad Total, sino un CONTROL OBRERO donde los trabajadores decidamos sobre los cambios a realizar en la empresa, incluyendo la elección del presidente de la misma hacia abajo, pero también poder decidir que nuestro contrato se discute YA y que tiene un carácter retroactivo, que se nos paguen todos los pasivos laborales, pero no con un nuevo endeudamiento de empresa, sino del gobierno que es el dueño de la empresa y es el responsable del grado de deterioro a la cual han llegado todas las empresas del aluminio y todas las que conformaron las empresas básicas. Un verdadero control obrero tiene que denunciar el Fondo Chino, por ser antinacional y entonces desconocerlo, así como se desconoció el contrato de venta a futuro con las multinacionales del aluminio. ¿Cómo es que es correcto desconocer los contratos de venta a futuro con la Glencore y la Noble y no la venta a futuro con el gobierno chino? Los trabajadores no tenemos porque pagar los desastres de una gerencia puesta por el patrón gobierno, ni unos préstamos adquiridos por ese mismo patrón, también con su propia política.
Los trabajadores y los revolucionarios saludamos que no se haya intentado despedir a ningún trabajador en medio de la crisis, pero no podemos saludar que se nos desvalorice nuestros beneficios económicos y sociales, pues es la otra cara de la moneda de hacernos pagar la crisis capitalista de la cual no somos nada, pero nada culpables. Saludamos que se haya pasado a un personal contratado a fijo, pero el caso es que son todos los contratados los que tienen que pasar a fijos, pues todos son necesarios en la puesta en marcha de estas empresas. Ellos no son trabajadores de segunda que ganan menos y hasta trabajan más, por lo tanto desde ya y eso implica desde que laboran en ALCASA y las otras empresas de Guayana son beneficiarios de los diferentes contratos colectivos. Así funcionaría una empresa bajo Control Obrero.
El debate entre los trabajadores de las empresas del aluminio y de todas las empresas que conocemos como “Básicas” tiene que ser desarrollado desde cada departamento y de allí hacia arriba de manera organizada y coordinada. La única manera de romper el poder de la burocracia sindical y gubernamental es discutir la problemática de las empresas en el seno de la clase y allí mismo aprobar una propuesta de desarrollo de Control Obrero y de fiel cumplimiento de nuestros derechos contractuales, que no puede ser como dice Sayago, que los pasivos no se pueden cancelar de una sola vez pues es una cantidad muy grande. Si el gobierno tiene para pagar y con sobre precio las empresas que estatiza, pues con más razón tiene con pagarnos a los creadores de toda la riqueza nacional: a los obreros.
Abrir y profundizar el debate es de vital importancia a la hora de construir una corriente revolucionaria a nivel sindical y socialista a nivel político para darle un nuevo impulso no solo por nuestras reivindicaciones, por el control obrero y por la libertad de nuestros presos como Rubén González, sino también por un verdadero socialismo.
Desde la CSR – El Topo Obrero te invitamos a unirnos para luchar juntos.
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