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lunes, enero 20, 2025

“Congreso Admirable”



Amigas y amigos, constructores de sueños, forjadores de esperanzas. El 20 de enero de 1830 se instaló en Bogotá el llamado “Congreso Admirable”, denominado así por el propio Simón Bolívar quien lo consideró la expresión de la “sabiduría nacional”, “la esperanza legitimadora de los pueblos y el último punto de reunión de los patriotas”, pues sería el encargado de salvar a Colombia de las facciones y la disolución. El Congreso había sido convocado mediante proclama del 24 de diciembre de 1828, luego de la crisis política desatada tras el fracaso de la Asamblea Constituyente reunida en la población de Ocaña entre el 9 de abril y el 10 de junio.


La República en el limbo

El espíritu federalista, agazapado durante los años en que la grandeza política y militar de Bolívar se consolidaba tras los éxitos alcanzados en la Campaña del Sur que consagraron la independencia de Colombia y Perú, tomó auge luego los sucesos conocidos como La Cosiata, ocurridos en Venezuela en 1826, en los que no fueron las instituciones republicanas la instancia capaz de resolver el conflicto, sino la actuación política del Libertador la que lograría apaciguar la rebelión orquestada desde Valencia, aunque con graves heridas a la unidad colombiana.

Las medidas tomadas por Bolívar para detener la rebelión en Venezuela: amnistía general y ratificación de Páez como Jefe Civil y Militar; produjeron una crisis en el seno del gobierno generando la reacción de los sectores agrupados en torno al vicepresidente Santander, que exigieron respeto a las instituciones y acusaron a Bolívar de actuar como un dictador. En este contexto comenzó a tomar fuerza la idea de una reforma constitucional.

Congreso Admirable

La Convención reunida en Ocaña, que era obligada anticipación de la que estaba prevista reunirse en 1831, fue el escenario para tratar de resolver la crisis política que aquejaba a la nación. En la prensa corría la idea que Bolívar quería imponer un texto constitucional que implantaría la monarquía como forma de gobierno, campaña que hacía parte de la guerra contra el Libertador, que ocultaba, deliberadamente, que tras su regreso de Venezuela, y ante las críticas de sus enemigos políticos, había presentado su renunciar al cargo de presidente, acción rechazada por el Congreso.

El parlamento dispuso que la Constitución de 1821 se mantendría vigente hasta tanto no fuese aprobado un nuevo texto constitucional, también acordó suspender su funcionamiento en vista de la incompatibilidad de mantener activos, simultáneamente, dos cuerpos legislativos, quedando abierta la posibilidad de convocar a nuevas sesiones al parlamento durante el año 28..

Congreso Admirable

El propósito de la Convención devino en rotundo fracaso. Las divergencias entre santanderistas y bolivarianos resultaron insalvables, a pesar que Bolívar, en un esfuerzo por garantizar la buena marcha de la Convención decidió mantenerse alejado de ella, aunque como era de esperarse, recibiendo constante información de sus debates y desempeño. El día 9 de junio se notaron las primeras ausencias no autorizadas de diputados y para el día 11 la disolución de la convención fue anunciada a través de una proclama.

Constitucionalmente la República estaba en un limbo: la Convención se disolvió sin aprobar un nuevo texto constitucional y el Congreso estaba de receso. En ese contexto, en Bogotá se produjo un pronunciamiento ciudadano que solicitaba a Bolívar encargarse del mando supremo de la República con plenitud de facultades hasta tanto fuera posible convocar una nueva Convención Nacional.

El pronunciamiento lo firmaban: el Intendente, el Arzobispo, el Jefe Político Municipal, los Alcaldes, el Rector de la Universidad y diversos ciudadanos. A él se adhirieron en los días siguientes las poblaciones de Villa del Socorro, Tunja, Bucaramanga, Mompox, Pamplona, Riohacha, Mérida, Panamá, Barinas, Pasto, Maracaibo, La Grita, Quito, entre otras. Atendiendo a estos pronunciamientos Bolívar asumió la plenitud de poderes.

Congreso Admirable
Reacción anti-bolivariana

La solución, aunque contaba con apoyo político y popular, no resultaba suficiente para resolver la grave crisis política. Los enemigos del Libertador arreciaron la campaña difamatoria tildándolo abiertamente de dictador. El clímax de esta etapa de paroxismo alcanzó su mayor grado la noche del 25 de septiembre con el intento de asesinato. A pesar que Bolívar evitó una escalada mayor en las tensiones, conmutando por destierro la sentencia condenatoria impuesta a Santander, la República estaba irremediablemente fracturada.

Bolívar

En este contexto los promotores del federalismo vieron clara la oportunidad de hacer valer sus intereses, insurgiendo con nuevos bríos. Los sectores que desde 1821 venían defendiendo una visión autonomista, auspiciaron nuevamente la ruptura con Bogotá.

El 25 de noviembre de 1829 una asamblea popular reunida en Caracas, presidida por Lino de Clemente, apoyada por el jefe de la policía de Caracas, Juan Bautista Arismendi, en la que también participaron: Andrés Narvarte, Alejo Fortique, Antonio Leocadio Guzmán, entre otros; luego de discutir sobre teorías constitucionales, terminó acusando a Bolívar de haber promovido acciones contrarias a la ley desde la propia Constitución de Angostura, ratificaron la autoridad de Páez y auspiciaron la convocatoria a un congreso que decidiría el destino de Venezuela.

Este es el contexto en el cual se reúne el llamado Congreso Admirable, que instalado el 20 de enero de 1830, estuvo presidido por el general Antonio José de Sucre. Bolívar en su comparecencia presentó la renuncia al cargo de Presidente de Colombia, la cual fue rechazada por el ente solicitándole posponer la decisión hasta la aprobación del nuevo texto constitucional. Sería en mayo cuando este cuerpo finalmente aceptó la dimisión.

En un esfuerzo por evitar la desintegración del país, se nombró una comisión integrada por el propio Sucre, el obispo José María Estévez, vicepresidente del Congreso, y Francisco Aranda para disuadir al general Páez, quien el día 13 de enero, había publicado un decreto convocando a elegir los representantes de un Congreso Constituyente. Bolívar solicitó poderes especiales e ilimitados para reunirse con Páez y tratar de evitar la división. El Congreso los negó.


La reacción anti-bolivariana había tomado fuerza. En medio de las asambleas realizadas en Caracas en apoyo de la acción secesionista no faltó quien propusiera prohibir el ingreso de Bolívar al territorio venezolano, proposición que fue reiterada, ya en el seno del propio Congreso Constituyente reunido en Valencia, entre otros, por el diputado Ángel Quintero.El 5 de mayo de 1830 fue aprobado por el Congreso Admirable un nuevo texto constitucional que establecía el sistema republicano, gobierno alternativo y centralizado. José Joaquín Mosquera fue designado presidente de Colombia y Domingo Caicedo vicepresidente, tras lo cual el órgano legislativo clausuró sus funciones, el día 11 de mayo.


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Ángel Omar García González (1969): Licenciado en Educación, mención Ciencias Sociales, y Magister en Historia de Venezuela, ambos por la Universidad de Carabobo, institución donde se desempeña como profesor en el Departamento de Ciencias Sociales de la Facultad de Educación. En 2021 fue galardonado con el Premio Nacional de Periodismo Alternativo por la Columna Historia Insurgente del Semanario Kikirikí. Ganador del Concurso de Ensayo Histórico Bicentenario Batalla de Carabobo, convocado por el Centro de Estudios Simón Bolívar en 2021, con la obra “Cuatro etapas de una batalla”. Es coautor de los libros “Carabobo en Tiempos de la Junta Revolucionaria 1945-1948” y “La Venezuela Perenne. Ensayos sobre aportes de venezolanos en dos siglos”.



Ciudad Valencia

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