Antes de que nuestro presidente interviniera en la sesión plenaria de la VII Cumbre de las Américas llevando el ímpetu de un pueblo decidido a desarrollar su Revolución, Obama salió de la sala. Huyó como los golpistas lo hicieron aquél 13 de abril de 2002. Larissa Costas analiza la doble moral de quien ocupa la silla presidencial del imperio y qué esconde su aparente ignorancia electiva de la Historia, una que no se detiene, ni siquiera en el Norte donde los afroamericanos son víctimas de abusos policiales y más de 50 millones de sus compatriotas viven bajo el umbral de la pobreza. Si Barack Hussein quiere hablar de Derechos Humanos se le recomienda revisar algunos logros de la Revolución Socialista Bolivariana en una Venezuela bien alimentada, la menos desigual de Latinoamérica y con una esperanza de vida en aumento. Esa es la amenaza inusual y extraordinaria, que se ha hecho y seguirá siendo cotidiana.
Publicado el 13 abr. 2015
Larissa Costas desmenuza la participación del presidente estadounidense en Panamá, en medio de una Cumbre de las Américas donde éste intervino en un Foro denominado de la Sociedad Civil, pero que no incluyó a todos sus factores. Especialmente en el caso cubano, donde quisieron centrar la atención, pero también con el venezolano, que solidario y contestatario denunció la exclusión que forma parte de la estrategia imperial para imponer una agenda contrarrevolucionaria en la opinión pública. En medio de este panorama fue que se dio el enfrentamiento a Lilian Tintori por parte de Yendry Velásquez, integrante del Comité de Víctimas de las Guarimbas, a partir de este hecho, quedó expuesta la ignorancia del escualidismo 2.0
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