Ileana Ruiz
Xulio Formoso: mujer yukpa
La comunidad indígena Yukpa llora la saña con que se les ataca y el despojo de sus tierras ancestrales.
El mito
Cuenta la sabiduría indígena que Osemma llegó a la Sierra de Perijá y comenzó a preparar su conuco. Desmalezó el terreno, abrió los surcos, sacudió su larga cabellera de la que se desprendieron granos de maíz y semillas de café. Dejó que los luceros llovieran sobre su cuerpo y al amanecer restañó sus brazos regando la siembra con ese rocío.
Los Yukpas pasaban a su lado y se reían. Osemma quería explicarles que la gestación de todo ser, sentimiento e idea ocurre en lo profundo y en silencio. Su lengua no lograba pronunciar las palabras adecuadas. Una ardilla sonreída cruzó saltando el conuco, llegó hasta los Yukpas y tradujo lo expresado por él.
Pasó el tiempo. Brotes de maíz y café maravillaron a los Yukpas. Se quedaron con Osemma aprendiendo los secretos de la agricultura y relegaron la cacería para un solo día a la semana. Poco a poco cobraron habilidad y gracias a la fecundidad perpetua de la tierra ya no tuvieron hambre.
Mireya cada día le pedía la hiciera su mujer pero Osemma le replicaba que ese amor no era su destino.
-¿Cómo voy a saber cuándo el amor me toca?
-Lo sabrás. Dijo Osemma despidiéndose. Se empequeñeció hasta convertirse en un ratón que escurrió su cuerpo por una grieta de la montaña. Al desaparecer ocurrió el primer terremoto conocido en el mundo. Los ojos de Mireya buscaron asidero. Una mirada masculina le brindó soporte. Un temblor telúrico sacudió sus entrañas. Supo así que se había enamorado.
Osemma avisa cuando la tierra busca un nuevo equilibrio o el alma se cruza con quien tendrá buena compañía. No se puede ignorar la sacudida que provoca: ni la naturaleza ni el amor perdonan un desaire. Si no se atiende su llamado, la corteza terrestre se quebrará causando una tragedia. La persona amada despreciada buscará refugio en otro latido dejando un gusto a tristeza en el corazón.
La actual realidad
La comunidad de Chaktapa, fundada en los años 70 en tierras aledañas a haciendas ganaderas por indígenas de la cuenca alta del río Laja de la Sierra de Perijá, en el estado Zulia y que anteriormente era la hacienda Tizina, la cual ocuparon, alegando que estas tierras les pertecen al pueblo yukpa desde tiempos ancestrales. En el año 2009, el gobierno de Venezuela hizo entrega de títulos de propiedad de tierras a estos indígenas. Sin embargo, muchas de las tierras otorgadas en términos de propiedad colectiva al pueblo yukpa se encuentran ocupadas por haciendas de ganado. Desde 1995, estas comunidades indígenas han sido sometidas a una gran violencia por parte de hacendados y funcionarios del Estado.
El año 2013, la Coordinadora Simón Bolívar, a través de la página Rebelión, expuso la cronología de la violencia contra los pueblos yukpas:
02 de febrero del año 1995 la Guardia Nacional asesina con disparos de fusil a los Yukpa Felipe Romero, Carmen Romero y José Vicente Romero, debido a las acusaciones que formularon los ganaderos de la familia Vargas sobre presuntos robo de ganado. El hecho es conocido como la Masacre de Kasmera.
Septiembre 2001, intento de homicidio contra el cacique Sabino Romero, incendio de viviendas, cultivos y expulsión de los habitantes de su comunidad Chaktapa a cargo del ganadero Guillermo Vargas.
25 de agosto de 2004, un grupo de indígenas asesorados y respaldados por ganaderos con palos, cuchillos y machetes intentaron desalojar a Sabino y a su familia.
14 de abril del 2005, el ganadero Guillermo Vargas acompañado de sicarios armados llegaron a la comunidad Chaktapa para intentar matar a Sabino Romero.
Septiembre del 2005, sicarios ingresan a la hacienda Seilán que los Yukpa reclamaban como parte de su territorio, asesinan al dirigente indígena Yukpa Arístides Maikishi.
1º de mayo del 2006, de nuevo Guillermo Vargas intenta asesinar a Sabino Romero pero en esta sólo logra quemar las casas.
08 de abril de 2006, hombres armados impiden que el cacique Sabino Romero acuda a una rueda de prensa convocada por dirigentes Yukpa en la plaza Bolívar de Machiques.
29 de abril del 2006 ganaderos conjuntamente con 4 hombres armados destruyen las casas de las familias Yukpa de la comunidad de Sabino Romero.
11 de febrero del 2007, colombianos a órdenes de los Vargas incendia las casas de la comunidad Chaktapa y disparan contra los indígenas.
23 de abril del 2008, durante la noche personas armadas asaltaron la comunidad Chaktapa tratando de eliminar a su cacique Sabino Romero.
Marzo y abril del 2008, tiene efecto la campaña de descrédito y el Ministerio Público imputa a los Yukpa María Teresa Yaspe, Ciro Landino y Noelia Romero por los presuntos delitos relacionados con la recuperación de las tierras.
22 de julio de 2008, fallece en el Hospital General del Sur de Maracaibo el abuelo centenario José Manuel Romero, padre de Sabino Romero, después que un grupo de sicarios al mando de Alejandro Chávez Vargas le dieran una paliza 15 días antes.
Marzo a octubre del 2009 se inicia una campaña pública de descrédito contra Sabino Romero. La matriz constante fue la acusación de presunto abigeato, invasión de tierras, narcotráfico y la estrategia de crear disputas entre los caciques. En ello el CICPC y la Guardia Nacional de Machiques cooperaron con los ganaderos.
Octubre 2009 a mayo del 2011, el ejército, CICPC y fiscalía secuestran a Sabino Romero mientras era atendido en el hospital Coromoto por heridas de bala en la espalda y brazo derecho, luego lo incomunican en el hospital militar de Maracaibo y termina siendo imputado y puesto preso en fuerte Macoa y la cárcel de Trujillo, junto con Alexánder Fernández por el presunto homicidio de Ever Romero y Mireña Romero. Durante el juicio en la ciudad de Trujillo se demostró su inocencia y salió de la cárcel después de 19 meses de aislamiento.
Junio del 2012, un grupo de sicarios secuestran y asesinan a los Yukpa Alexánder Fernández, José Luis Fernández y Leonel Romero, todos luchadores por la tierra y acompañantes de Sabino en el mismo propósito.
En la noche del 3 de marzo de 2013, Romero fue asesinado al regresar de una reunión en la comunidad Chaktapa, en la Sierra de Perijá, municipio Machiques de Perijá del estado Zulia. Su esposa fue herida en el incidente.
Triste inicio de año para la sociedad venezolana
Este año 2014, el 3 de enero, hubo una nueva agresión esta vez en contra de Silveiro Romero, hijo de Sabino Romero.
Es por ello que, desde la Universidad Nacional Indígena, se quiere difundir el siguiente pronunciamiento.
El consejo directivo y el equipo de coordinación de la Universidad Nacional Experimental Indígena del Tauca expresa su rotundo rechazo al intento frustrado de asesinato contra el estudiante Silverio Romero ocurrido el 3 de enero de 2014, quien se encontraba en su comunidad de origen realizando su trabajo de campo, requisito exigido por la universidad. Al momento del incidente Silverio, se encontraba en las inmediaciones del parcelamiento La Estrella, Municipio Machiques de Perijá, estado Zulia.
El intento de asesinato perpetrado a este joven indígena yukpa por parte de sicarios se suma a la lista de agresiones, asesinatos y hostigamiento que, juntos, constituyen un genocidio contra este pueblo indígena, duramente golpeado por la alianza de poderes económicos, políticos y militares que hacen vida en la región.
Durante su traslado al hospital, Silverio Romero fue asediado por motorizados quienes decretaban su muerte a viva voz. No conforme con haber sido herido a muerte a la altura del tórax, sus verdugos lo persiguieron hasta las puertas mismas del hospital, mostrando cómo el racismo y odio que cimienta las relaciones de poder en Machiques de Perijá les otorga licencia para matar.
Silverio Romero, es nieto de José Manuel Romero e hijo de Sabino Romero. Tanto su abuelo como su padre han sido asesinados. El primero a golpes en el 2008 a manos de un conocido dueño de hacienda. Este caso, a pesar de haber sido denunciado públicamente por el Presidente Chávez en acto con la entonces ministra indígena Nicia Maldonado, aún está sin ser investigado. El segundo, Sabino Romero, fue un acontecimiento lamentable y altamente conocido en el país.
Es importante resaltar el hecho de que los operadores que ejecutan el plan de aniquilamiento yukpa, son los mismos que hace menos de un año asesinaron a su padre, Sabino Romero y son los mismos que no cesan en perseguir y asediar a todos los familiares de la familia Romero y Fernández hasta el punto de que los jóvenes Alexander Fernández Fernández, José Luis Fernández Fernández y Leonel Romero fueron también asesinados en la misma noche del 23 de junio del 2012 en el parcelamiento Las Flores. Hoy la madre de estos jóvenes, Carmen Fernández resiste fundando la comunidad Kusé en medio de amenazas contra su vida y la de los hijos que le quedan vivos.
Ante tal impunidad quienes suscribimos este remitido
Denunciamos:
1. El hostigamiento y ensañamiento contra la vida de Silverio Romero y de su familia, por parte de parceleros, ganaderos de la zona.
2. La lentitud con la que se ha procedido en establecer a los responsables intelectuales que han orquestado el plan sistemático de aniquilamiento de los indígenas yukpas que han retomado las tierras al piedemonte de la Sierra de Perijá.
3. La falta de protección hacia la familia de Sabino Romero y Carmen Fernández, dejándolas a merced de la conspiración mortal de parceleros, ganaderos y militares terratenientes.
4. El racismo y odio contra los yukpas que se vive en Machiques de Perijá, el cual legitima el ensañamiento y las acciones violentas contra los yukpas.
5. La ausencia de pronunciamiento por parte del Ministerio del Poder Popular para los pueblos Indígenas ante acontecimientos como el intento de asesinato de Silverio Romero. El MINPI ha jugado un triste papel en procurar la protección de la vida de los indígenas que amparándose en la constitución, decretos de demarcación y demás leyes, han estado retomando tierras que les han sido despojadas a sangre y fuego.
6. La actuación tardía por parte del gobierno regional, el cual, pese a estar en estos momentos colaborando en salvaguardar las entradas del hospital donde se encuentra Silverio Romero, ha sido ineficiente en resolver el problema de la tierra y el sicariato que ha segado la vida de 7 yukpas, evitando el Gobierno Regional que hechos como estos se reediten.
Exhortamos:
1. La eficiente y eficaz actuación del fiscal 4º del estado Zulia, Israel Vargas, para la determinación de las responsabilidades penales derivadas de este intento de asesinato precisando a los autores materiales e intelectuales.
2. Protección para la familia de Sabino Romero y Carmen Fernández.
3. Rectificación del proceso de demarcación adelantado en la Sierra de Perijá para que sean incluidas parcelas cuyos presuntos dueños están involucrados con el asesinato de Sabino Romero, como es el caso del parcelamiento Las Flores y La Estrella.
Universidad Indígena de Venezuela
Caño Tauca, enero de 2014.
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