Por: Agencia Venezolana de Noticias (AVN) | Domingo, 11/08/2013
JOSÉ VICENTE RANGEL
Credito: Archivo
11 de agosto de 2013.- La complicidad y el manejo partidista y politiquero contra los planes que desarrolla el Estado para combatir la corrupción en Venezuela debilita dicho propósito, sostuvo este domingo el periodista y político venezolano, José Vicente Rangel.
En ese sentido, señaló la necesidad de que la sociedad atienda al llamado realizado reiteradamente por el presidente de la República, Nicolás Maduro, de que todo el país se sume a esta batalla. "Es la única manera de dar respuesta eficaz, rotunda e implacable a la corrupción".
Al inicio del programa dominical José Vicente Hoy, que transmite Televen, Rangel mencionó que "el caldo de cultivo de la corrupción es la complicidad, es la solidaridad automática, es la reacción caracterizada por la defensa a ultranza del sospechoso, sólo por razones de amistad, de compañerismo, de vinculaciones políticas y partidistas".
"Es ese el caldo de cultivo. En el cual prospera el fenómeno que se nutre y expande hasta copar la sociedad y al Estado", agregó.
Asimismo, indicó que la corrupción cumple con varias reglas, que deben ser de raíz erradicada. Una de ellas es que el funcionario público incurso en actos de corrupción "tiene un equivalente en el sector privado", lo que explica y confirma "la existencia de una estrecha relación en la comisión de delitos entre el personaje de la administración del Estado y grupos empresariales privados".
"Esa relación crea fuertes nexos y solidaridades entre los integrantes de uno y del otro sector. La relación opera en detrimento del Estado, por lo cual este se debilita y pierde el poder para administrar y dirigir la sociedad", subrayó José Vicente Rangel.
Asimismo, agregó que este proceso de deterioro se acentúa cuando los órganos de administración de justicia se degrada: "Esta situación conduce a convertir al sistema en una especie de cleptocracia: donde los corruptos imponen las normas".
Rangel indicó que un ejemplo claro de este fenómeno es la Cuarta República. "En ella la corrupción echó profundas raíces y se erigió en el verdadero poder tan pronto logró premiar a los poderes y a los órganos encargados de perseguirlos".
"Un fenómeno profundamente implantado con un desarrollo histórico, sostenido, de constante crecimiento", señaló Rangel, al tiempo en que insistió en que difícilmente pudiese ser controlado o eliminado la carga proveniente del pasado que repercute en el presente sin la conciencia de la sociedad.
"La única manera de dar respuesta eficaz, rotunda e implacable a la corrupción, de desconectar y de reducir a su mínima expresión es con una política de emergencia y una clara toma de consciencia de la sociedad venezolana, de cada uno de los ciudadanos", reiteró.
Cuestionó también la postura adoptada por sectores de la oposición que han pretendido descalificar las investigaciones sobre casos de corrupción: "Semejante comportamiento sólo sirve para confirmar que no hay verdadera voluntad para combatir el flagelo".
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