Caracas, Julio. AVN.- Traducido al lenguaje llano, el mensaje del candidato de la derecha venezolana, Henrique Capriles Radonski, a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana promete retirar a los efectivos militares de la incorporación plena a la vida política, económica y social de Venezuela.
La promesa se realiza más por omisión que por la mención directa de los temas. La primera omisión es la modificación del nombre de la institución militar, a la que llama "Fuerza Armada Nacional" obviando su identificación como Bolivariana.
Asimismo, elude toda expresión que recuerde la participación de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana -como es su nombre correcto- en diversas labores económicas y sociales, que han permitido romper con la antigua separación del componente militar con el resto del pueblo venezolano, hasta conformar en la sociedad el concepto de "pueblo uniformado", que los venezolanos pronuncian con orgullo.
Como ocurre con otras las piezas de propaganda de la derecha, el candidato dice haber escuchado algo y desde allí construye un discurso en el que no menciona cifras de la realidad económica y social de los militares. Tampoco menciona o critica el conjunto de programas de asignación de viviendas y vehículos, el crecimiento de los salarios y de la dotación de los efectivos militares, pero asegura que se compromete a mejorar esa situación.
A pesar de que en el año 2004 fueron apresados unos 120 paramilitares colombianos que tenían la misión de desestabilizar a Venezuela, en el municipio Baruta, siendo entonces el candidato el alcalde de esa localidad, en su disertación a los militares dijo: "Como comandante en jefe, rechazaré categóricamente la presencia y reconocimiento de grupos armados en nuestro territorio. No podemos permitir que el narcotráfico, la guerrilla y grupos paramilitares infiltren y usen nuestras instituciones".
En diversas oportunidades el presidente Chávez, el periodista José Vicente Rangel y otros destacados revolucionarios venezolanos han informado de cómo fue necesario desmontar la injerencia plena de los militares de Estados Unidos en las antiguas Fuerzas Armadas. Frente a estas denuncias, la derecha venezolana ha permanecido en silencio y, por el contrario, han pretendido denunciar como injerencia las relaciones fraternales de la FANB con otros ejércitos de América Latina y de Europa.
Con base en tales matrices, Capriles también habla en su mensaje de que no permitiría "la injerencia extranjera", alusión que la mayoría interpreta como un señalamiento en contra de Cuba, y que recuerda las dificultades de la derecha latinoamericana para desvincularse de la lógica política del siglo XX, signada por su visión anticomunista que sirvió de excusa para imponer dictaduras y desaparecer y asesinar a cientos de miles de latinoamericanos.
En virtud de que los mensajes de la derecha venezolana se han caracterizado por un inocultable contenido de posiciones revanchistas y de amenazas contra los sectores revolucionarios y populares, su candidato ha tratado de matizar este hecho en varias oportunidades y, así como lo ha hecho con otras instituciones, ofreció a la FANB que actuaría "sin persecuciones".
Desde la aprobación de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela a la derecha le ha resultado incómoda la institución militar. Durante todo el debate del proyecto de la carta magna se oponían con vehemencia a otorgar el derecho a votar a los militares y, conjuntamente con otros señalamientos, llamaron a votar en contra de la Constitución y decidieron derogarla durante el breve golpe de Estado de 2012.
Además de este hecho, en el histórico de las relaciones de la derecha con la institución militar, los venezolanos recuerdan los golpes de Estado contra Medina Angarita (1945) y Rómulo Gallegos (1948), la represión de los años 60 y 70, la masacre en Caracas en 1989, y los "pronunciamientos" de la Plaza Altamira de 2002.
Además, el comando del candidato precedió el mensaje con una mentira. El jueves difundió un supuesto comunicado del Ministerio de la Defensa en el que se prohibía a los militares escuchar su mensaje.
"El gobierno que tiene miedo al futuro prohibió que en nuestros cuarteles tengan encendidos los televisores!", dijo el ex alcalde de Baruta a través de su cuenta de Twitter.
Sobre este tema, el periodista Earle Herrera dijo este domingo que el forjamiento del radiograma del Ministerio de Defensa que hicieran sectores de oposición para confundir y provocar a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Fanb) fue "preparado en laboratorio" y señaló que el candidato de la oposición, Henrique Capriles, sabía que se trataba de un documento falso.
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