Caracas, 19 May. AVN.- La suscripción de un Tratado Energético Regional se fijó como una de las prioridades de negociación entre los doce países que integran la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), con el propósito de afianzar al bloque como una potencia en esa área y asegurar el manejo soberano de los recursos naturales.
Al término de la III Reunión del Consejo Energético Suramericano, que se celebró el pasado viernes en Caracas con la presencia de los ministros de Energía y Petróleo de la región, se acordó acelerar el debate para establecer los términos del Tratado e iniciar "un marco regulatorio por dónde se va a empezar a definir cuáles son los lineamientos y las posiciones difíciles", destacó la saliente secretaria general de Unasur, María Emma Mejía.
Aunque indicó que hay posturas disímiles con respecto a la forma que debería establecerse ese instrumento regional, Mejía destacó que hubo consensos y "en todas las discusiones ha primado el bien común", por lo que confió en que el bloque volverá "a dictar cátedra como lo ha hecho con su doctrina en materia de defensa, economía y finanzas".
"Nuestras decisiones (en Unasur) muestran que somos una región con una integración sólida, con una relación Sur-Sur muy importante", acóto Mejía, quien hizo reconocimiento especial a Venezuela por el impulso de una agenda energética desde la creación del organismo multilateral.
En el encuentro en Caracas, los ministros de la región acordaron realizar tres reuniones sectoriales en los próximos meses: una en Venezuela para tratar los temas de petróleo y gas; otra en Colombia con las empresas estatales que prestan servicio de electricidad, y una tercera en Brasil para compartir experiencias en la utilización de los recursos hídricos en la generación de energía.
Seguridad energética
El ministro de Petróleo y Minería, Rafael Ramírez, calificó de histórico el encuentro del pasado viernes y sostuvo que uno de los ejes medulares de la política en Unasur es "crear las condiciones para que la seguridad energética sea un hecho objetivo para nuestra región y permita avanzar en nuestro desarrollo político y social".
Entre lo temas de soberanía, los ministros abordaron los arbitrajes contra los países Suramericanos que han decidido asumir el control pleno de sus recursos y discutieron estrategias conjuntas para hacer frente a la amenaza que representan los intereses transnacionales "que pretenden generar una especie de extraterrtorialidad en asuntos energéticos", informó el titular de Petróleo de Venezuela.
Ramírez destacó que sobre la mesa también se trabajó la posibilidad de crear instancias propias para la solución de controversias "y generar todos los mecanismos para una regulación común sobre el libre tránsito de la energía y el desarrollo de proyectos estructurantes".
Tras la presentación del informe de la Organización Latinoamericana de Energía (Olade), los ministros de la región estuvieron de acuerdo en crear un grupo de planificación estratégica que facilite la propuesta de proyectos en materia de seguridad energética que luego sean sometidos a consideración de los Jefes de Estado de Unasur.
"Estamos hablando de proyectos como la interconexión gasífera entre nuestros países, interconexión eléctrica, interconexión entre las estructuras de transporte de petroleo, así como la ampliación de las capacidades de refinación y de petroquímica que tenemos planteadas en la región en base a nuestras necesidades", apuntó el ministro venezolano.
Influencia global
El ministro de Energía y Minas de Colombia, Mauricio Cárdenas, insistió por su parte en la importancia de que la región supere las asimetrías internas y luego proyecte su potencial energético a otras naciones del mundo porque "ese es uno de los sectores en los que tenemos más fuerza y unitos todos vamos a tener más influencia en el contexto global".
Cárdenas consideró que Caracas y Bogotá son ejemplo para Suramérica en lo que respecta a proyectos de integración energética ideados no sólo por el bien común de ambos países sino con miras a ampliar la presencia de la región en otros continentes como el asiático.
En ese sentido, destacó el avance de las negociaciones para la construcción del oleoducto al Pacífico que unirá a Venezuela y Colombia, y que permitirá transportar unos 500 mil barriles de petróleo diarios provenientes de la Faja Petrolífera del Orinoco y de las zonas de desarrollo del vecino país, que podrán tener salida hacia los mercados asiáticos.
Tanto Caracas como Bogotá han sostenido diálogos con el gobierno de la República Popular China y empresas de ese país para negociar la participación del gigante asiático como socio estratégico en el proyecto. Al márgen del III Consejo Energético, ambas naciones autorizaron el desarrollo de la ingeniería básica para tener un estimado de costos más preciso del oleoducto.
El ministro colombiano recalcó que recientemente el presidente neogranadino, Juan Manuel Santos, conversó con autoridades y entes financieros de China respecto al proyecto: "Esto significa que vamos avanzando. Estamos haciendo la ingeniería conceptual para identificar los costos del oleoducto que nos permitirá exportar crudo a menos costo". AVN 19/05/2012
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