El nadador francés Philippe Kruazon, que a raíz de un trágicoaccidente se quedó sin brazos ni piernas, planea conquistar todos los estrechos que hay entre los cinco continentes del planeta ayudado por un nadador profesional.
Según Kruazon, de 42 años, además de demostrar que las discapacidades físicas no son obstáculos para lograr metas, intenta “edificar puentes de amistad entre los continentes” uniéndolos simbólicamente.
“A pesar de las diferentes visiones políticas, el color de la piel y hasta las discapacidades físicas, todos vivimos en un solo planeta”, asegura Kruazon, que ya ha logrado cruzar el Canal de la Mancha, entre Francia y Reino Unido, lo que inspiró sus próximos retos acuáticos.
Para lograr estos objetivos, el francés coloca en la aprte no amputada de sus piernas unas aletas especiales que le permiten desarrollar una velocidad media apenas dos veces menor a la de los nadadores profesionales.
La aventura de Kruazon comenzará durante la primera semana de mayo, cuando nadará desde Papúa Nueva Guinea hasta una de las islas de Indonesia. A mitad del año intentará conquistar el Mar Rojo, con el agua a una temperatura de 26 grados centígrados; seguirán las fuertes corrientes del estrecho de Gibraltar; y las frías aguas delestrecho de Bering, entre otros retos.
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