La policía del sureste de Inglaterra rescató a 24 hombres que vivían en condiciones de esclavitud. Los hombres vivían en condiciones inhumanas. Las autoridades creen que durante 15 años habían sido forzados a trabajar, en ocasiones fuera del país (Fuente: BBC)
No señor, no se trata de alguna página de la literatura realista de Charles Dickens, en la que representaba la crudeza de la sociedad capitalista inglesa decimonónica que sometía hasta niños a régimen de sobre explotación. Aunque parezca increíble dos siglos después, lo que se cuenta en el medio de referencia por lo visto está volviendo a ocurrir, gracias al imperio del desenfrenado ultra liberalismo, que ha terminado con el Estado de bienestar europeo y empujado a desesperadas fuerzas de trabajo a someterse a reglas salvajes que parecían olvidadas.
Por mucho que se oculten las redes de explotación extrema que operan en Europa, tomando como fuentes favoritas las destrozadas economías del Este y la inmigración indocumentada de países pobres, terminan saliendo a la luz pública, como ha sido con este reciente caso, en las narices de la que fuera primera potencia industrial. Y así el altanero llamado Primer Mundo sigue adentrándose en un ciclo de esclavitud moderna, sucedánea e igualmente cruel de la trata africana inaugurada en su tiempo por los colonialistas antecesores, pero esta vez en casa, en una de las más conspicuas ex metrópolis.
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