Por quinto día consecutivo se escucharon intercambios de disparos de artillería en Al Hassaba, un barrio de la capital donde se levanta la residencia del jefe tribal de los Hashed, Sadek Al Ahmar, y numerosos edificios públicos, reseñó la agencia Ansa.
En Taiz, sudoeste de la capital, fueron reportados enfrentamientos entre fuerzas de seguridad y grupos armados que defienden a los manifestantes que se reunieron en la plaza de la Libertad para protestar contra el gobierno y fueron dispersados con violencia.
Según fuentes citadas por Ansa, en los últimos días la represión ordenada por el Ejecutivo le costó la vida a cincuenta personas.
La agencia AFP también reportó que diez personas murieron y 35 resultaron heridas durante esta jornada en un bombardeo contra la residencia en Sanaa del jefe tribal Hamid Al Ahmar, hermano de Sadek.
En tanto, el jefe de la policía de la provincia de Taiz, general Abdalá Qeiran, resultó herido de gravedad en un ataque lanzado por un grupo armado.
Luego del hecho, Qeiran fue trasladado en avión a Sanaa para recibir tratamiento médico.
Testigos informaron que otro grupo armado saqueó la sede del Consejo Provincial de Taiz después de enfrentarse con los guardias de esa institución.
Además fueron asaltadas oficinas de la empresa estatal del agua, de la Comisión Electoral Suprema y de la agencia de noticias oficial Saba.
La crisis política en Yemen se recrudeció en los últimos días, luego que a finales de febrero comenzaran masivas protestas contra el presidente Saleh, que lleva treinta años en el poder.
El Consejo de Cooperación del Golfo Pérsico (CCG), que agrupa a las monarquías y sultanatos de la zona, había presentado una iniciativa propuesta para la resolución pacífica del conflicto, pero el mandatario se negó a firmarlo.
Se calcula que la represión estatal dejó hasta el momento cientos de civiles muertos.
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