XIX Feria
Barquisimeto, 16 Ago.
Barquisimeto, 16 Ago.
La Voz De San Joaquin
Fuente: AVN Felix Gutierrez.-
El gran colorido se instaló, por nueve días, a todo lo largo y ancho de los espacios en los que se desarrolla la XIX Feria Artesanal Internacional de Tintorero, donde más de 700 artistas exponen sus obras de arte, hasta el próximo 22 de agosto.
Tintorero es la capital de la parroquia Sixto Sarmiento, del municipio Jiménez (Quíbor), del estado Lara, población localizada en el kilómetro 20 de la carretera Barquisimeto-Carora.
La multiplicidad de colores se observa en infinidad de piezas artesanales, desde los tradicionales tejidos de hamacas, manteles, cobijas y masayas, hasta piezas de madera, hierro, piedra, cuero y otras materias primas.
Desde el pasado viernes 13 y hasta sábado 22 de agosto, resplandecerán los colores de las piezas artesanales en Tintorero, tradicional pueblo artesanal larense, uno de los miles rincones de Venezuela donde se tejen los sueños y las esperanzas de un país.
Una historia de uno y mil colores
Tintorero significa “sembrar y cosechar”. Los orígenes de esta aldea se remontan a finales del siglo XIX y principios del XX, y están vinculados a un pozo que había cerca. Cuentan que los pobladores se vestían con tela unicolor de cocuiza, razón por la cual siempre andaban con atuendos de un solo color: el beige.
A algunos pobladores se les ocurrió comenzar a pintar la cocuiza con diversos colores llevando las ropas al pozo, desde donde comenzaron a mezclar múltiples colores con diversos materiales.
Estos eran extraídos de la tierra, de las plantas y de los árboles que mezclaban con el agua. A este pozo le llamaron Tintorero, origen del nombre del pequeño pueblo larense, partido en dos por la carretera Lara-Zulia
Tintorero: De la lana al pabilo
El artesano Sixto Sarmiento fue uno de los primeros pobladores, que en compañía con otros amigos de la época de principios del siglo XX, comenzó a trascender la elaboración artesanal de cobijas, hamaca y todo objeto surgido del tejido de la lana.
Este proceso incluía desde la crianza de las ovejas, hasta la construcción de los telares y la comercialización de los productos. Así se dio a conocer Sixto, quien además de tejedor fino de múltiples hilos de colores fue un dedicado violinista de agudas notas y mejores acordes, además de prolífico padre de 17 hijos.
En Tintorero había muchas ovejas y sus pobladores extraían la lana para hacerse sus vestidos, una cama donde dormir y las cobijas con las que se guarecían en la noche.
La lana se constituyó en la principal herramienta de trabajo para esta aldea de artesanos, compuesta por un pequeño grupo de familias, entre las que destacaban los Sarmiento, los Rodríguez, los Torrealba, los Ochoa, los Martínez, los Ruiz y los Montes, entre otros.
Con la lana, sus pobladores hacían a mano cobijas, hamacas y manteles, así como también construían sus enseres de madera, barro y arcilla para la casa.
De esta manera, comenzó a popularizarse esta aldea por los maravillosos objetos que surgían de sus manos laboriosas llenas de tesón, de trabajo y de vida.
La lana fue sustituida por el hilo de pabilo, material que se comenzó a utilizar para la elaboración de las cobijas, las hamacas, las masayas y los manteles, entre otros tejidos. La actividad con este material se mantiene en la actualidad.
Una feria que se hizo tradición
Una vez multiplicado el trabajo artesanal de esta población se construyó la aldea turística de Tintorero, ubicada a la orilla de la carretera Lara-Zulia, vía del occidente de Venezuela, donde sobresale un alto y delgado obelisco de hierro que le toma el pulso al viento.
También locales artesanales, construidos uno al lado del otro, donde venden las mercancías los artesanos, y una manga de coleo que alegra la vida de la aldea algunos fines de semana.
Este pueblo se catapultó como epicentro cultural y turístico en el ámbito nacional e internacional por su feria artesanal, que se realiza anualmente en esta aldea con la presencia de centenares de artesanos de Venezuela y otros países del mundo.
Tintorero se terminó de consolidar como aldea artesanal y turística con el otorgamiento del Premio Nacional de la Cultura Popular “Aquiles Nazoa” en la década de los noventa.
En Tintorero se tejen cobijas, hamacas y masayas; se construyen cofres, cubiertos y otros utensilios y adornos de madera para la mesa y la cocina de la casa.
Se moldean vasos, tazas, vasijas, platos de cerámica y barro finamente bordeados de colores, pero en Tintorero igualmente se tejen sueños, esperanzas y un futuro más honesto, justo y libre para los artesanos.
Al son del tamunangue, ritmo musical tradicional del estado Lara, se inició en la noche de este viernes la XIX Feria Internacional de Tintorero, en este colorido poblado artesanal.
Los cuatros, los tambores y las voces de los cantores de estos grupos musicales se dejaron escuchar en cada uno de los espacios habilitados en el pueblo, donde más de 700 artesanos y artesanas de Venezuela y otros países del mundo, exponen su obra.
En la inauguración, bendecida por la lluvia, estuvo presente el ministro del Poder Popular para el Turismo, Alejandro Fleming, quien expresó “sentirse muy contento” por la apertura de la nueva edición de estas ferias.
Destacó la importancia de esta fiesta de la artesanía nacional e internacional, por constituirse Tintorero una referencia artística, cultural y turística, así como la entidad federal larense, un estado artesanal por excelencia.
Indicó que “durante la Cuarta República se produjo un proceso de descomposición y abandono de lo nuestro, lo venezolano”. Destacó que en la Revolución se ha hecho un esfuerzo sistemático por resaltar lo venezolano y más allá lo latinoamericano.
Indicó que en estas ferias el Gobierno bolivariano invirtió más de un millón de bolívares fuertes, “para promover nuestra artesanía y nuestra cultura”, dándole igualmente cabida a expresiones artísticas de otras naciones y culturas.
Tintorero: la capital de la artesanía
Los artesanos presentes en las ferias manifestaron tener una gran expectativa, por constituirse esta actividad en una de las principales referencias artesanales del país, incluso más allá de nuestras fronteras.
Jesús Barrios, uno de los artesanos presentes en el encuentro, dijo que en la edición anterior de las ferias “me fue muy bien, razón por la cual decidí regresar”.
Barrios, que trabaja con alambre, cromado y piedra, agregó que este año se desarrolló mejor como artista y vino a Tintorero a confrontar otra vez su trabajo con el público.
Margarita García, otra de las artesanas internacionales invitadas, señaló que es la tercera vez que viene a la feria artesanal larense. “Siempre me gusta venir a Tintorero”, expresó García, que es cubana.
“Es una experiencia muy bonita venir a este maravilloso pueblo artesanal venezolano”, agregó. Dijo que “le gusta compartir e intercambiar experiencias con los artesanos venezolanos y visitantes de otros países”.
Se estima que un promedio de siete mil personas visiten diariamente la feria, que se inició este viernes y culminará el próximo 22 de agosto. Luisana Riera, una de las visitantes, es de Barquisimeto, pero tiene muchos años viviendo en Puerto la Cruz, estado Anzoátegui.
Señaló que “siempre aparto un tiempo en las vacaciones para venir a mi estado natal, especialmente a las ferias de Tintorero, que son muy bellas por la calidad de la artesanía que se muestra”.
Asimismo, Riera destacó el alto grado de organización y la seguridad que se respira en esta fiesta de la artesanía larense. Desde este viernes y hasta el próximo 22 de agosto Tintorero se convirtió en la capital mundial de la artesanía
Tintorero es la capital de la parroquia Sixto Sarmiento, del municipio Jiménez (Quíbor), del estado Lara, población localizada en el kilómetro 20 de la carretera Barquisimeto-Carora.
La multiplicidad de colores se observa en infinidad de piezas artesanales, desde los tradicionales tejidos de hamacas, manteles, cobijas y masayas, hasta piezas de madera, hierro, piedra, cuero y otras materias primas.
Desde el pasado viernes 13 y hasta sábado 22 de agosto, resplandecerán los colores de las piezas artesanales en Tintorero, tradicional pueblo artesanal larense, uno de los miles rincones de Venezuela donde se tejen los sueños y las esperanzas de un país.
Una historia de uno y mil colores
Tintorero significa “sembrar y cosechar”. Los orígenes de esta aldea se remontan a finales del siglo XIX y principios del XX, y están vinculados a un pozo que había cerca. Cuentan que los pobladores se vestían con tela unicolor de cocuiza, razón por la cual siempre andaban con atuendos de un solo color: el beige.
A algunos pobladores se les ocurrió comenzar a pintar la cocuiza con diversos colores llevando las ropas al pozo, desde donde comenzaron a mezclar múltiples colores con diversos materiales.
Estos eran extraídos de la tierra, de las plantas y de los árboles que mezclaban con el agua. A este pozo le llamaron Tintorero, origen del nombre del pequeño pueblo larense, partido en dos por la carretera Lara-Zulia
Tintorero: De la lana al pabilo
El artesano Sixto Sarmiento fue uno de los primeros pobladores, que en compañía con otros amigos de la época de principios del siglo XX, comenzó a trascender la elaboración artesanal de cobijas, hamaca y todo objeto surgido del tejido de la lana.
Este proceso incluía desde la crianza de las ovejas, hasta la construcción de los telares y la comercialización de los productos. Así se dio a conocer Sixto, quien además de tejedor fino de múltiples hilos de colores fue un dedicado violinista de agudas notas y mejores acordes, además de prolífico padre de 17 hijos.
En Tintorero había muchas ovejas y sus pobladores extraían la lana para hacerse sus vestidos, una cama donde dormir y las cobijas con las que se guarecían en la noche.
La lana se constituyó en la principal herramienta de trabajo para esta aldea de artesanos, compuesta por un pequeño grupo de familias, entre las que destacaban los Sarmiento, los Rodríguez, los Torrealba, los Ochoa, los Martínez, los Ruiz y los Montes, entre otros.
Con la lana, sus pobladores hacían a mano cobijas, hamacas y manteles, así como también construían sus enseres de madera, barro y arcilla para la casa.
De esta manera, comenzó a popularizarse esta aldea por los maravillosos objetos que surgían de sus manos laboriosas llenas de tesón, de trabajo y de vida.
La lana fue sustituida por el hilo de pabilo, material que se comenzó a utilizar para la elaboración de las cobijas, las hamacas, las masayas y los manteles, entre otros tejidos. La actividad con este material se mantiene en la actualidad.
Una feria que se hizo tradición
Una vez multiplicado el trabajo artesanal de esta población se construyó la aldea turística de Tintorero, ubicada a la orilla de la carretera Lara-Zulia, vía del occidente de Venezuela, donde sobresale un alto y delgado obelisco de hierro que le toma el pulso al viento.
También locales artesanales, construidos uno al lado del otro, donde venden las mercancías los artesanos, y una manga de coleo que alegra la vida de la aldea algunos fines de semana.
Este pueblo se catapultó como epicentro cultural y turístico en el ámbito nacional e internacional por su feria artesanal, que se realiza anualmente en esta aldea con la presencia de centenares de artesanos de Venezuela y otros países del mundo.
Tintorero se terminó de consolidar como aldea artesanal y turística con el otorgamiento del Premio Nacional de la Cultura Popular “Aquiles Nazoa” en la década de los noventa.
En Tintorero se tejen cobijas, hamacas y masayas; se construyen cofres, cubiertos y otros utensilios y adornos de madera para la mesa y la cocina de la casa.
Se moldean vasos, tazas, vasijas, platos de cerámica y barro finamente bordeados de colores, pero en Tintorero igualmente se tejen sueños, esperanzas y un futuro más honesto, justo y libre para los artesanos.
Al son del tamunangue, ritmo musical tradicional del estado Lara, se inició en la noche de este viernes la XIX Feria Internacional de Tintorero, en este colorido poblado artesanal.
Los cuatros, los tambores y las voces de los cantores de estos grupos musicales se dejaron escuchar en cada uno de los espacios habilitados en el pueblo, donde más de 700 artesanos y artesanas de Venezuela y otros países del mundo, exponen su obra.
En la inauguración, bendecida por la lluvia, estuvo presente el ministro del Poder Popular para el Turismo, Alejandro Fleming, quien expresó “sentirse muy contento” por la apertura de la nueva edición de estas ferias.
Destacó la importancia de esta fiesta de la artesanía nacional e internacional, por constituirse Tintorero una referencia artística, cultural y turística, así como la entidad federal larense, un estado artesanal por excelencia.
Indicó que “durante la Cuarta República se produjo un proceso de descomposición y abandono de lo nuestro, lo venezolano”. Destacó que en la Revolución se ha hecho un esfuerzo sistemático por resaltar lo venezolano y más allá lo latinoamericano.
Indicó que en estas ferias el Gobierno bolivariano invirtió más de un millón de bolívares fuertes, “para promover nuestra artesanía y nuestra cultura”, dándole igualmente cabida a expresiones artísticas de otras naciones y culturas.
Tintorero: la capital de la artesanía
Los artesanos presentes en las ferias manifestaron tener una gran expectativa, por constituirse esta actividad en una de las principales referencias artesanales del país, incluso más allá de nuestras fronteras.
Jesús Barrios, uno de los artesanos presentes en el encuentro, dijo que en la edición anterior de las ferias “me fue muy bien, razón por la cual decidí regresar”.
Barrios, que trabaja con alambre, cromado y piedra, agregó que este año se desarrolló mejor como artista y vino a Tintorero a confrontar otra vez su trabajo con el público.
Margarita García, otra de las artesanas internacionales invitadas, señaló que es la tercera vez que viene a la feria artesanal larense. “Siempre me gusta venir a Tintorero”, expresó García, que es cubana.
“Es una experiencia muy bonita venir a este maravilloso pueblo artesanal venezolano”, agregó. Dijo que “le gusta compartir e intercambiar experiencias con los artesanos venezolanos y visitantes de otros países”.
Se estima que un promedio de siete mil personas visiten diariamente la feria, que se inició este viernes y culminará el próximo 22 de agosto. Luisana Riera, una de las visitantes, es de Barquisimeto, pero tiene muchos años viviendo en Puerto la Cruz, estado Anzoátegui.
Señaló que “siempre aparto un tiempo en las vacaciones para venir a mi estado natal, especialmente a las ferias de Tintorero, que son muy bellas por la calidad de la artesanía que se muestra”.
Asimismo, Riera destacó el alto grado de organización y la seguridad que se respira en esta fiesta de la artesanía larense. Desde este viernes y hasta el próximo 22 de agosto Tintorero se convirtió en la capital mundial de la artesanía
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