VENEZUELA NO HA DEJADO DE SER OBJETIVO DEL IMPERIO Y AUN ASI ABOGA POR LA PAZ EN LA REGION

Rodrigo Cabeza Dirigente del PSUV

Caracas, 29 Jul. La Voz De San Joaquin / Fuente: AVN .-
El Gobierno Nacional, a pesar de estar consciente de que Venezuela por sus grandes reservas energéticas es objetivo estratégico del imperio norteamericano, no cesa en su empeño de defender la paz como derecho innegociable de todos los pueblos del mundo.
Así lo expresó el dirigente nacional del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Rodrigo Cabezas, al referirse a los ataques provenientes desde Colombia, los cuales vinculó con la estrategia imperial de desestabilizar al país.
Tras aseverar que la oligarquía colombiana ha servido de plataforma para las pretensiones estadounidenses, recordó que el presidente de la República, Hugo Chávez Frías, ha sido insistente en señalar que la única petición de Venezuela al gobierno de Colombia es una relación de respeto.
Aseguró que una de las líneas estratégicas de la Revolución Bolivariana, liderada por el Mandatario Nacional, es trabajar en la integración de los pueblos, pero esto sobre la base del respeto mutuo.
Respeto desde Colombia
Cabezas se refirió al futuro de los vínculos entre Colombia y Venezuela, luego de las falsas acusaciones que hizo el gobierno saliente de Álvaro Uribe Vélez, en el seno de la Organización de Estados Americanos, y que motivaron el anuncio presidencial de romper relaciones con la administración neogranadina.
La administración de Uribe Vélez denunció, la semana pasada, ante la OEA que grupos insurgentes colombianos que han operado por mas de 60 años en ese país estarían en territorio selvático venezolano.
Recordó que el venidero 7 de agosto el electo presidente colombiano Juan Manuel Santos asumirá la jefatura del estado colombiano.
“El Gobierno de Venezuela y nuestro presidente están preparados para respetar: lo hemos hecho y estamos preparados para la cooperación, lo hemos demostrado en estos últimos años, ya que la integración económica es un objetivo estratégico de la Revolución Bolivariana”, apuntó.
El Ejecutivo Nacional incrementó en más de 500% la balanza comercial entre Colombia y Venezuela, al llevar el intercambio económico de poco más de mil millones, en el año 1998, a más de seis mil millones de dólares en 2009.
Sostuvo que después del respeto, como eje conductor de las relaciones entre los gobiernos del mundo, se derivan otros aspectos esenciales para construir un mundo mejor como son la cooperación, la solidaridad la integración económica, política y social.
Ratificó que hay buenas expectativas con la llegada de un nuevo presidente a Colombia, lo que a su juicio podría significar una reconducción de la política exterior neogranadina hacia la República Bolivariana de Venzuela.
“Esperamos con expectativa positiva que el nuevo gobierno de Colombia pueda corregir a fondo este tema, que se detenga esa campaña mediática internacional para tratar de desprestigiar la democracia venezolana”, expresó.
Necesidad imperial
Empañar a la democracia venezolana e intentar desprestigiar al líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez Frías, es objetivo táctico del imperio norteamericano para concretar su estrategia de desestabilizar el país.
El dirigente revolucionario y ex ministro del Poder Popular para las Finanzas destacó el carácter de potencia petrolera, mientras afirmó que al actual ritmo de producción Venezuela puede satisfacer sus necesidades hasta por 200 años.
“Por eso estamos en el ojo avizor del gran imperio que necesita gobiernos subordinados, presidentes y clases políticas que respondan a los intereses energéticos, económicos y políticos de aquella nación; en cambio nosotros hemos reforzado nuestra autonomía sobre todos nuestros recursos”, añadió.
Consideró obligatorio respaldar las denuncias formuladas por el alto gobierno venezolano en relación con la amenaza que significa para los gobiernos soberanos la ascendente presencia de militares norteamericanos en la región.
En tal sentido destacó la instalación de siete bases militares norteamericanas en Colombia, así como el traslado a Costa Rica de un importante contingente bélico acompañado de más de 9 mil efectivos militares.
Antes de referirse a la activación de la cuarta flota norteamericana en el estado de Florida, Estados Unidos, precisó: “Todos estos movimientos significan una amenaza para los pueblos suramericanos que como Venezuela adelantan una revolución y han decidido ejercer a plenitud su soberanía nacional”.