Credito: AP
13 de enero de 2014.-Un extracto de un nuevo libro nuevo, "HRC: Secretos de Estado y el Renacimiento de Hillary Clinton", ofrece un vistazo de los últimos días de la campaña presidencial 2008 de Clinton y muestra el círculo íntimo de ella haciendo lo que los círculos internos de figuras políticas hacen - tomando nombres y llevando la cuenta.
Pero en lugar de una comprensión más informal de quién era malo y quién era agradable en el Congreso, los asistentes de Clinton desarrollaron un sistema formal de hojas de cálculo y puntos.
Los autores del libro, Jonathan Allen y Amie Parnes escriben:
Como una de las últimas órdenes del día para una campaña perdedora, ellos registraron en una hoja de cálculo Microsoft Excel los nombres y acciones de los miembros del Congreso. Ellos observaron cuidadosamente quiénes habían apoyado a Hillary, quién había apoyado a Obama, y quiénes se había quedado al margen, procedimiento de operación estándar para cualquier organización política de alto nivel. Pero los datos fueron en detalles mucho más matizados. "Queríamos tener un registro de quién nos respaldó y quién no", dijo un miembro del equipo de campaña de Hillary,"y de aquellos que nos apoyaron, que se esforzaron y quién estuvo justo sólo allí. Y de los que no nos respaldaron, los que comprensiblemente no nos apoyaron por ser miembros de la Liga Negra del Congreso o miembros de Illinois. Y luego, por supuesto, aquellos que lo respaldaron pero realmente deberían haber estado con ella (...) eso la encendió".
"Para Hillary, cuya derrota no fue por supuesto el fin de su carrera política, la hoja de cálculo era una necesidad de guerra política moderna, una mejora respecto a lo que los políticos de la vieja escuela llamaban un "favor de archivo". Eso significaba que cuando pedía el censo, ella y Bill tendría a su alcance toda la información necesaria para tomar una decisión rápida, incluyendo factores atenuantes, mitigantes y de amplificación, para que los amigos puedan ser recompensados y los enemigos castigados".
El extracto, junto con el libro del ex secretario de defensa Robert Gates, "Deber: Memorias de un Secretario en la Guerra", subraya algo bien conocido sobre Clinton y los políticos más prominentes - ellos son intensamente criaturas políticas.
Esto no es noticia. Pero esta especie de apariencia detrás de la escena en una campaña política, incluso una que fue hace seis años, es un estimulante para la prensa política.
Había un círculo especial de Clinton reservado a personas que habían apoyado a Obama o se quedaron después de que Bill y Hillary habían recaudado dinero para ellos, nombrados para un cargo político o escrito una recomendación para enfriar la solicitud de sus hijos a una escuela de élite.
Entonces, ¿quién hizo la lista? Según el libro, un puñado de demócratas estaban en muy mal estado con los Clinton. Entre los más prominentes estaban el senador Ted Kennedy, cuyo respaldo del entonces senador Barack Obama fue visto como un momento crucial en la campaña de las primarias, y los senadores John Kerry y Claire McCaskill, cuyo robusto apoyo de Obama demostró ser particularmente molesto para Hillary Clinton.
En un fragmento, los autores relatan el miedo de McCaskill de toparse con Clinton:
"Realmente no quiero estar en un ascensor solo con ella," McCaskill confió a un amigo.
Pero McCaskill fue uno de los primeros senadores en respaldar a Clinton para la campaña de 2016, diciendo en un comunicado en junio:
"Ellos no sólo están tratando de llegarle a la gente que apoyaron a Hillary en 2008. Están ayudando a mostrar que independientemente de a quién usted apoyó para presidente en aquel entonces, todos podemos estar de acuerdo hoy que no hay nadie mejor equipado para ser nuestro próximo presidente que Hillary Clinton".
Traducción por Ivana Cardinale
No hay comentarios:
Publicar un comentario