Los ataques contra civiles podrían ser procesados como crímenes de guerra Publicado: 15 jul AFP
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha reconocido que el conflicto en Siria ha desencadenado prácticamente en una guerra civil, lo que podría tener consecuencias con vistas a un futuro procesamiento de los responsables de la violencia. “Hay un conflicto armado nacional en Siria. No están afectadas todas las zonas, pero no se limita a esas tres regiones (Homs, Hama e Idlib, las principales de influencia rebelde) sino que se ha extendido por varias más”, dijo el portavoz de la CICR, Hicham Hassan. La organización humanitaria internacional es la encargada de velar por el cumplimiento de las Convenciones de Ginebra, las normas internacionales de guerra, y es una referencia para determinar cuándo la violencia ha alcanzado la escala de conflicto armado. Anteriormente el CICR, la única organización que ha mantenido su presencia de forma ininterrumpida en Siria desde que empezaron las protestas contra el régimen de Bashar al Assad, había limitado su evaluación del alcance del conflicto a las zonas de Idlib, Homs y Hama. “Las hostilidades han llegado a otras zonas del país”, agregó Hassan, y señaló que “el derecho internacional humanitario se aplica a todas las áreas donde tengan lugar hostilidades”. Según la normativa de derechos humanos convencional, el derecho internacional humanitario otorga a las partes en conflicto el derecho a utilizar la fuerza adecuada para lograr sus objetivos. Sin embargo, los ataques contra civiles y el abuso desproporcionado de la fuerza o torturas de los detenidos podrían constituir crímenes de guerra.
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