Rusia considera la posibilidad de enviar a sus representantes a Siria, junto con la misión observadora de la ONU, para monitorear el conflicto en ese país, aseguró el viceministro ruso de Exteriores, Guennadi Gatílov.
Este lunes llega a Moscú el jefe de diplomacia siria, Valid Muallim, para informar a su homólogo ruso, Serguei Lavrov, sobre el cumplimiento del plan de seis puntos redactado por el enviado especial de la ONU, Kofi Annan.
El programa estipula la retirada del Ejército de las principales ciudades y la liberación de presos, entre otros. Este 10 de abril debería producirse el repliegue y ambas partes debería poner fin a las hostilidades antes del 12 de abril, fecha límite para el alto el fuego. La solución, sin embargo, se balancea al borde del fracaso.
Tras liberar a un centenar de presos disidentes, las autoridades anunciaron la retirada de las tropas, pidiendo a las fuerzas opositoras que les garanticen por escrito el cese de las hostilidades. Sin embargo, la oposición se negó hacerlo.
El comandante del Ejército Libre Sirio, Riad al Asaad, aseguró que sus tropas están listas para obedecer el cese del fuego, pero rechazó “presentar las garantías” exigidas, ya que no reconocen al régimen del presidente sirio Bashar Al Assad.
Oposición en Siria: esfuerzos para un golpe de Estado o una injerencia militar
“Es una oposición mercenaria” que pretende “desestabilizar a Siria: bien para provocar un golpe de Estado, bien para provocar una intervención desde afuera”, cree la abogada e escritora Purificación González de la Blanca.
Esta oposición “pretende desacreditar a Siria ante la mirada internacional” y trata de atribuir “los actos de terrorismo que están cometiendo” al Gobierno, explique la experta.
Esta oposición “pretende desacreditar a Siria ante la mirada internacional” y trata de atribuir “los actos de terrorismo que están cometiendo” al Gobierno, explique la experta.
Mientras tanto, los combates no cesan en Siria. Cerca de la frontera con Turquía, en un enfrentamiento entre las fuerzas gubernamentales sirias y los opositores murieron al menos seis militares y ocho rebeldes resultaron heridos. En el mismo enfrentamiento fue abatido un camarógrafo del canal televisivo libanés Al Jadid y otro empleado de esa cadena resultó herido.
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