Caracas, 13 Feb. AVN.- El proceso electoral que celebró este domingo la derecha venezolana para elegir al candidato que enfrentará a Hugo Chávez en las elecciones presidenciales del 7 de octubre de este año, deja motivos para celebrar y reflexionar a los dos sectores que hoy constituyen el espectro político venezolano.
Un análisis global de los resultados numéricos arroja luz sobre las consideraciones y previsiones que hay que tener con miras a los comicios de octubre.
Lo primero que hay que decir es que la derecha, apoyada en los mecanismos del Estado democrático y de Derecho que hay en Venezuela (Consejo Nacional Electoral y el Plan República), utilizó el mecanismo del voto para elegir a su candidato presidencial. Eso debe celebrarlo la izquierda bolivariana.
Ello, entre otras cosas, porque al experimentar el ejercicio democrático se alejan de los caminos de la violencia y quedan comprometidos con la vía democrática para los comicios venideros.
La derecha debe celebrar, por su parte, que tiene candidato unitario a la Presidencia, quien la misma noche de este domingo obtuvo el reconocimiento de sus oponentes.
Pero también debe reflexionar sobre los resultados: en el proceso comicial participó cerca de 16% del padrón electoral venezolano, es decir, cerca de 3 millones de votantes. Las cifras del Consejo Nacional Electoral sitúan el registro electoral en unos 18 millones de venezolanos, para octubre.
Los resultados de estas primarias, en números absolutos, son inferiores en 1 millón 500 mil votos a la mejor cifra obtenida por la derecha (4.539.494) cuando negó la Enmienda Constitucional en el referendo de 2007 (Bloque B), y 1 millón 292 mil 466 votos menos que los obtenidos en las presidenciales de 2006, cuando Manuel Rosales, su candidato, logró 4.292.466 votos.
La cifra de votantes este domingo, en el proceso para escoger algo tan importante como es el candidato presidencial, es 33,9% inferior a la alcanzada en 2007, cuando se fue a dirimir una enmienda constitucional.
Y es 30% menor que la alcanzada por su candidato Rosales, en las elecciones presidenciales de 2006.
Del lado de la Revolución Bolivariana debemos reflexionar cómo definimos nuestro mensaje para entendernos con un amplio sector de la clase media que aún vota por la derecha y permanece reacio a la intención y propósitos de este proceso, que ha recuperado la independencia plena de la patria, ha mejorado la calidad de vida de los venezolanos y ha profundizado la verdadera democracia.
Aurelio Gil Beroes AVN 13/02/2012
No hay comentarios:
Publicar un comentario