La confrontación entre Irán y EE. UU. colocó a la seguridad energética y al precio que deberán pagar los países para mantenerla en una encrucijada, cuyos primeros signos comienzan a verse en Asia. Los expertos vaticinan que la región se verá en apuros, ya que se acabó la era del petróleo barato.
"Crecen los volúmenes de petróleo que se produce solo en unos pocos países. Esta es la primera razón. La segunda deriva del hecho de que muchos de los problemas actuales geopolíticos se asocian con estos países. La tercera es que el precio del petróleo también aumenta. Y creo que los precios son altos por estas razones", dijo el economista jefe de la Agencia Internacional de la Energía, Fatih Birol.
La presunción de una alta demanda debido a las necesidades de Asia, "inspira en los jugadores del mercado la confianza de que los precios serán aun mayores", precisó Birol.
De todos modos, Irán sale ganando
Por el momento las circunstancias son favorables a Teherán, lo que permitió vencer a todos los grandes jugadores del mercado petrolero. Los datos preliminares muestran que las exportaciones de crudo de Irán no cambiaron a pesar de la presión ejercida por EE. UU. y la UE.
Incluso la reducción del suministro de petróleo a China en más del 50% no debilitó la posición de Irán ya que la India, haciendo caso omiso de las recomendaciones estadounidenses aumentó las importaciones y se convirtió en el mayor consumidor de crudo iraní.
En una situación similar se encuentra Sudáfrica: a pesar de la promesa de encontrar una alternativa, la importación de petróleo iraní se duplicó.
China se engañó en sus cálculos
Pekín estaba tratando de ejercer presión sobre Teherán para ofrecer un contrato a largo plazo al precio más bajo. Sin embargo, la situación no está a favor de China. Incluso si Irán hace concesiones, serán insignificantes.
Teniendo en cuenta el aumento de los precios del petróleo, China no será capaz de optimizar el costo de la energía. El reembolso de las pérdidas con cantidades crecientes de petróleo de Arabia Saudita, Rusia y Australia solo contribuirá a elevar los precios de 'oro negro'.
Japón opta por métodos 'originales' de colaboración
Las autoridades de Japón adhieren a una estrategia diferente: los japoneses quieren obtener un permiso para que sus bancos puedan trabajar con los homólogos iraníes a cambio de reducir el suministro de petróleo.
Aunque EE. UU. prohíbe a las instituciones financieras operen con el Banco Central de Irán, la ley prevé una excepción para las entidades de crédito de los países que hayan reducido significativamente las compras de petróleo a la república islámica. Japón quiere sacar ventaja de ello, ya que en los últimos cinco años el país redujo el suministro de los países de Oriente Medio en un 40%.
Una crisis siempre llama a otra
Cuanto más fuerte se incrementen las cotizaciones del petróleo, tanto más agresivas serán las medidas de los jugadores. En un futuro próximo, el mercado de la energía puede desestabilizarse completamente, lo que conducirá a una reestructuración global de las actuales relaciones entre proveedores y consumidores, que a su vez se convertirá en un fusible de una nueva crisis de la economía mundial.
Articulo completo en:http://actualidad.rt.com/economia/sectores/issue_36125.html
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