Caracas, 07 Jul. AVN .- Aunque había hecho gestiones para tratar que Manuel Rosales se quedara en el país, en 2009 el entonces director de Globovisión, Alberto Federico Ravell, reconoció ante el encargado de negocios de Estados Unidos en Caracas, John Caulfield, que “nadie (de la oposición) estaba dispuesto a sacrificarse” en nombre del ahora prófugo de la justicia.
Así lo revela un cable de la embajada norteamericana en Venezuela, filtrado por Wikileaks, en el que se detallan las conversaciones que tuvieron sobre Rosales, tanto Ravell como Julio César Pineda -ambos pertenecientes a Globovisión- con funcionarios de la Casa Blanca.
Según detalla la comunicación, Pineda -quien se hace llamar embajador- presionó al encargado de negocios de Estados Unidos para obtener información sobre los asilos y las visas porque aparentemente desconocía el procedimiento.
“El consejero político le explicó que la embajada no ofrecía asilo”, narra el despacho diplomático, y agrega que el representante estadounidense remitió a Pineda al Departamento de Seguridad Nacional “para que obtuviera más información” sobre los pasos para obtener el beneficio.
Sin embargo, “Pineda desvió su atención hacia el embajador de Austria al que también le preguntó sobre el asilo”, continúa el cable en el que Caulfield asoma sus sospechas de que ambos representantes de Globovisión hacían esas gestiones bajo las órdenes de Rosales.
Con respecto a los cargos de corrupción que se le imputaban a Rosales, la embajada norteamericana alegó que “aún si eran ciertos” el caso todavía podía ser mostrado como parte de una “selectiva persecución” política contra Rosales.
De acuerdo con el texto, Caulfield reconoce que la preocupación de Un Nuevo Tiempo (UNT), tolda política fundada por Rosales, sobre el traslado del juicio de Maracaibo a Caracas obedecía a que en la capital zuliana el entonces alcalde “podía tener influencia sobre algunos jueces locales”.
La percepción general que tenía Estados Unidos era que el caso de Rosales minaba aún más los “esfuerzos de unidad” que intentaba la oposición.
De hecho, muchos políticos de derecha se negaron a darle apoyo a Rosales, tal como lo expresó en privado la integrante de UNT, Yenny De Freitas.
Según la embajada, De Freitas le dijo a funcionarios estadounidenses que ni el gobernador de Carabobo, Enrique Salas Feo, ni su par de Nueva Esparta, Morel Rodríguez, estaban dispuestos a dar la cara por Rosales.
Para De Freitas, esas posturas “estaban perjudicando los esfuerzos para formar la cohesión dentro de la oposición”.
Ante este panorama, Caulfield aseveró que observaba a la oposición “particularmente vulnerable” y que la fuga de Rosales “podría hacer que se percibiera como culpable y extremadamente débil”.
Además, el diplomático consideró que la ausencia de Rosales haría que se derrumbara la figura del gobernador del Zulia, Pablo Pérez, “quien es ampliamente percibido como su sustituto”.
En la actualidad, tanto Pérez como Rosales figuran como los precandidatos de UNT a las elecciones internas, en las que la oposición pretende definir al aspirante que enfrentará al Presidente Hugo Chávez en las presidenciales de 2012.
No hay comentarios:
Publicar un comentario