Caracas, 03 May. AVN .- Este martes se registraron enfrentamientos entre los grupos separatistas y el ejército libio en las zonas norte de Zintan y Yafran, en las adyacencias de la localidad limítrofe de Dehiba, hasta el momento controlada parcialmente por los promonárquicos.
Apoyados por los bombardeos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (Otan) los grupos separatistas atacaron hoy algunas posiciones gubernamentales ubicadas al oriente y occidente de Libia.
Mientras tanto seguidores del líder de la revolución libia Muammar Gaddafi, juraron vengar el asesinato de su hijo, refirió una nota el portal de Prensa Latina.
Los libios también mostraron su indignación ante el asesinato de los tres nietos de Gaddafi en el mismo bombardeo.
De acuerdo con testigos las tropas regulares lanzaron al menos 10 cohetes contra el territorio norte de Zintan, esto para incomunicar esa localidad por donde se sospecha ingresan armas y suministros para los separatistas.
El cuestionado Consejo Nacional de Transición (CNT) ante el panorama de hambruna, destrucción, desolación y miles de muertes de civiles inocentes a causa de los bombardeos indiscriminados de la Otan, le pidió a este mecanismo que intensifique las agresiones contra el territorio libio.
Abdulrahman, vocero del CNT aseguró que la Otan debe intensificar los ataques, porque "es necesario levantar el sitio a Zintan", justificó que serían "útiles" para destruir "objetivos claros" y ayudar al avance insurrecto.
El ejército libio mantiene el control del aeropuerto en la ciudad de Misratah que no ha dejado de recibir los ataques de los violentos separatistas desde el inicio de la insurrección armada el pasado 15 de febrero.
Un multitudinario grupo de simpatizantes del líder Gaddafi juraron vengar la muerte de su hijo y nietos mientras asistían al funeral de Saif Al-Arab, asesinado el sábado durante un bombardeo de la Otan contra su residencia en Trípoli.
A la ceremonia funeraria asistieron sacerdotes de diferentes iglesias según se pudo presenciar en los reportes televisivos desde Trípoli.
Este homicidio produjo una rápida y amplia condena internacional ante la cuestionada actuación de la Otan, que en teoría debía proteger a la población civil, de acuerdo con la resolución 1973 del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU), sin embargo las bajas civiles se contabilizan por miles.
Durante la procesión al cementerio capitalino Hani, no fue visto el líder Gaddafi, pero sí asistió Saif Al-Islam, el más conocido de sus siete hijos, quien junto con su hermano mayor Mohammed repudiaron la acción en la que también perdieron la vida tres nietos del estadista norafricano.
Aproximadamente dos mil personas acompañaron el cortejo fúnebre mientras alzaban banderas verdes y fotos del mandatario al tiempo que leían consignas como: "Todos estamos con Gaddafi y Libia" y prometieron continuar defendiendo a su país.
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