Caracas, 15 de noviembre de 2010 (MPPRE)
(DGMAC) MinCII.-
El Sistema Unitario de Compensación Regional (SUCRE) nace de una propuesta presentada durante la III Cumbre extraordinaria de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio entre los Pueblos (Alba-Tcp).
En el encuentro presidencial, realizado en noviembre de 2008 en la ciudad de Caracas, los países miembros además de Ecuador, en aquella ocasión, como observador, debatieron acerca de la crisis mundial del capitalismo.
La situación financiera internacional obligó a los Jefes de Estado y Gobierno de América Latina y el Caribe ejecutar planes de reajustes en el sistema económico de sus naciones para palear los efectos de la crisis ¿Qué hacer frente a lo inevitable? Y ¿Cómo evitar que el impacto sea devastador? Abrió el espectro para plantear algo nuevo, diferente y mejor.
Por horas, los mandatarios intercambiaron ideas y opiniones sobre las causas de la crisis y coincidieron en que las medidas adoptadas por los organismos multilaterales –Organización de Naciones Unidas (ONU), Fondo Monetario Internacional (FMI), Grupo de los 20 conformado por los países industrializados y de economías emergentes (G-20) y Grupo de los 3, integrado por México y Colombia –Venezuela formó parte hasta el 2006- (G-3), favorecían los intereses comerciales y no, de la sociedad.
Desde el Palacio de Miraflores el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez, señaló que los miembros de la Alianza Bolivariana deberían tomar decisiones frente a la crisis. “(…) hay que reformar la estructura financiera internacional, construir urgentemente esquemas de corto plazo, rumbo a una moneda común, ¿por qué no? ¿Quién nos puede prohibir? (...)”.
Allí, propuso la creación de una moneda virtual y una unidad de cuenta común como alternativa al esquema del libre mercado y señaló que pese al riesgo era una buena oportunidad para tomar decisiones.
Evo Morales Ayma, presidente de Bolivia respaldó la iniciativa, destacando el buen momento, para la toma de decisiones y la responsabilidad, que como jefes de Gobierno, tenían.
Por su parte, el mandatario ecuatoriano, Rafael Correa, explicaba la necesidad de una nueva arquitectura financiera regional sostenida sobre tres pilares, un Banco de Desarrollo Regional; el Fondo de Reserva Regional y el tercero lo planteó como un concepto más amplio que “incluye mecanismos de compensación en nuestro comercio interregional, y una moneda contable, como preámbulo de una moneda física (…)”.
En atención a estas reflexiones y haciendo un juego de palabras, se acordó acoger la idea del mandatario venezolano de escoger un nombre que rindiera honor a Antonio José de Sucre, de allí surgió el “Sistema Unitario de Compensación Regional”.
De esta manera, en la historia de la integración regional está registrado, en la Declaración Final de la III Cumbre Extraordinaria, el establecimiento de la Unidad de Cuenta Común Sucre así cómo una Cámara de Compensación de Pagos. Una comisión presidencial se encargaría del desarrollo de la iniciativa.
Cinco meses después, el 16 de abril de 2009, durante la V Cumbre Extraordinaria de Jefes de Estado y Gobierno del Alba-Tcp, se concretó la Firma del Acuerdo Marco del Sucre, cuyo objetivo fue orientar el establecimiento del Sistema y fijar las principales directrices para su funcionamiento e interacción de las entidades y mecanismos que lo conforman.
Finalmente, el 17 de octubre de 2009, en la VII Cumbre de la Alba-Tcp celebrada en la ciudad de Cochabamba, Bolivia, los mandatarios suscribieron el Tratado Constitutivo del Sucre que erige las directrices generales para el funcionamiento del Sistema “como mecanismo de cooperación, integración y complementación económica. Fin Ronyluz Yánez. Fotos: Ángel Maita
En el encuentro presidencial, realizado en noviembre de 2008 en la ciudad de Caracas, los países miembros además de Ecuador, en aquella ocasión, como observador, debatieron acerca de la crisis mundial del capitalismo.
La situación financiera internacional obligó a los Jefes de Estado y Gobierno de América Latina y el Caribe ejecutar planes de reajustes en el sistema económico de sus naciones para palear los efectos de la crisis ¿Qué hacer frente a lo inevitable? Y ¿Cómo evitar que el impacto sea devastador? Abrió el espectro para plantear algo nuevo, diferente y mejor.
Por horas, los mandatarios intercambiaron ideas y opiniones sobre las causas de la crisis y coincidieron en que las medidas adoptadas por los organismos multilaterales –Organización de Naciones Unidas (ONU), Fondo Monetario Internacional (FMI), Grupo de los 20 conformado por los países industrializados y de economías emergentes (G-20) y Grupo de los 3, integrado por México y Colombia –Venezuela formó parte hasta el 2006- (G-3), favorecían los intereses comerciales y no, de la sociedad.
Desde el Palacio de Miraflores el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez, señaló que los miembros de la Alianza Bolivariana deberían tomar decisiones frente a la crisis. “(…) hay que reformar la estructura financiera internacional, construir urgentemente esquemas de corto plazo, rumbo a una moneda común, ¿por qué no? ¿Quién nos puede prohibir? (...)”.
Allí, propuso la creación de una moneda virtual y una unidad de cuenta común como alternativa al esquema del libre mercado y señaló que pese al riesgo era una buena oportunidad para tomar decisiones.
Evo Morales Ayma, presidente de Bolivia respaldó la iniciativa, destacando el buen momento, para la toma de decisiones y la responsabilidad, que como jefes de Gobierno, tenían.
Por su parte, el mandatario ecuatoriano, Rafael Correa, explicaba la necesidad de una nueva arquitectura financiera regional sostenida sobre tres pilares, un Banco de Desarrollo Regional; el Fondo de Reserva Regional y el tercero lo planteó como un concepto más amplio que “incluye mecanismos de compensación en nuestro comercio interregional, y una moneda contable, como preámbulo de una moneda física (…)”.
En atención a estas reflexiones y haciendo un juego de palabras, se acordó acoger la idea del mandatario venezolano de escoger un nombre que rindiera honor a Antonio José de Sucre, de allí surgió el “Sistema Unitario de Compensación Regional”.
De esta manera, en la historia de la integración regional está registrado, en la Declaración Final de la III Cumbre Extraordinaria, el establecimiento de la Unidad de Cuenta Común Sucre así cómo una Cámara de Compensación de Pagos. Una comisión presidencial se encargaría del desarrollo de la iniciativa.
Cinco meses después, el 16 de abril de 2009, durante la V Cumbre Extraordinaria de Jefes de Estado y Gobierno del Alba-Tcp, se concretó la Firma del Acuerdo Marco del Sucre, cuyo objetivo fue orientar el establecimiento del Sistema y fijar las principales directrices para su funcionamiento e interacción de las entidades y mecanismos que lo conforman.
Finalmente, el 17 de octubre de 2009, en la VII Cumbre de la Alba-Tcp celebrada en la ciudad de Cochabamba, Bolivia, los mandatarios suscribieron el Tratado Constitutivo del Sucre que erige las directrices generales para el funcionamiento del Sistema “como mecanismo de cooperación, integración y complementación económica. Fin Ronyluz Yánez. Fotos: Ángel Maita
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