Por: Aporrea.org/Impreso Políti-K | Miércoles, 08/04/2015
RICARDO ADRIÁN, VOCERO DEL CRPP - CARABOBO.
Credito: @tucampana
Ricardo Adrián es vocero del Consejo Regional del Poder Popular (CRPP), definido como un espacio de unidad, trabajo y lucha del pueblo trabajador cuyo fin es consolidar el poder popular. Durante entrevista nos planteó que "sólo una coordinación internacional de los pueblos puede hacerle frente a la amenaza imperialista sobre la humanidad, afirma que la injerencia del gobierno de EEUU no es sólo contra Venezuela sino contra el mundo", además enfatizó que el presidente Nicolás Maduro y el bloque del ALBA con una táctica audaz le propinarán la segunda derrota histórica al imperialismo en la cumbre de las Américas.
Aporrea: Ante las amenazas emitidas por el gobierno de EEUU contra el gobierno de Nicolás Maduro, ¿Se puede esperar una guerra en Venezuela? Y ¿cuál será la naturaleza de este conflicto?
Ricardo Adrián – La situación es muy delicada y compleja, verás, Si nos apoyamos en el concepto de que la guerra es continuación de la política por otros medios, es decir, un escenario en el que dos bandos buscan a través de la fuerza y la presión doblegarse, “torcerse el brazo” podemos decir que ya estamos en un periodo de guerra!!
Ahora, la naturaleza del conflicto de hoy, tiene su origen en la crisis del capitalismo, y sus actores, los grandes carteles multinacionales presionados ante la caída de sus tasas de ganancias, reaccionan llevando la guerra a todo el mundo, y así derribar por la fuerza (guerras militares, de mercado, financieras y culturales) a la soberanía relativa de ciertos estados nacionales y los denominados bloques emergentes, a sus outsiders (capitales regionales que le disputan mercados regionales de interés), y sobre todo a la resistencia de los pueblos.
Estamos ante una guerra mundial de recolonización, es un solo proceso de múltiples conflictos en el mundo árabe, en Ucrania/Rusia, en Latinoamérica, en Asia que involucra a China, Nor Corea, en África, y luego en Europa contra los trabajadores, los ancianos, las mujeres, incluso contra las posturas socialdemócratas amenazadas por el neo nazismo y Paralelamente la sangre también corre en tierra norteamericana, el pueblo trabajador estadounidense, el pueblo migrante y afrodescendiente sufre un brutal asedio de parte de cuerpos de seguridad entrenados para el combate y no para la protección, el ascenso de un presidente afroamericano no ha significado sino el recrudecimiento de los ataques que sufre la familia trabajadora norteamericana.
No es coincidencia que la violencia desborde en estos tiempos de gran crisis del capital; la venta de armamento y los servicios de inteligencia y seguridad privados constituyen un gran negocio que ha confluido con la extracción depredadora de los recursos naturales, la gran industria contamínate, el narcotráfico y la trata de personas bajo el sistema de las llamadas maquilas como receta de las grandes fortunas de la élite mundial para mantenerse a flote. Todos estos conflictos y hostigamientos que sufren los pueblos constituyen en el fondo el pistoletazo de inicio de una guerra mundial, ya no guerra entre gobiernos y potencias, sino guerra global y sin cuartel del capital en crisis contra el trabajo.
De esta forma, es lógico pensar que Venezuela, siendo el país con las mayores reservas energéticas del mundo deba estar sometida a esta guerra, cualquier movimiento que oponga la revolución bolivariana para lograr mayor autonomía, ya sea por su acercamiento a los bloques regionales "emergentes" o por la profundización de la revolución será combatido enérgicamente por el imperialismo. Y ya hoy hemos sido sometidos a guerras económicas (de mercado, de la moneda, de los precios del petróleo) a procesos de desestabilización inducidas ("revolución de colores"/Guarimbas, guerra de rumores, intentos de golpes) a infiltración de elementos del terrorismo del gran capital (paramilitarismo) y ahora una amenaza de los Estados Unidos.
En la lógica del imperio, Venezuela debe cooperar con los intereses de las multinacionales, para ello debe endeudarse con el banco mundial, debe excluir nuevamente a millones de trabajadores del acceso a la salud, a la alimentación, a los servicios, a la vivienda, se debe derogar la inamovilidad laboral y la LOT, se debe eliminar la Ley de Tierras, y pasarle la rastra a los pescadores artesanales, y sobre todo el capital necesita que sean abortados de inmediato los derechos a la participación y poder popular.
Este es el fondo del asunto y no el discurso por los derechos humanos en el que los medios de información pretenden naturalizar el papel del gobierno de los Estados Unidos como policía del mundo, con derecho a sancionar y legislar sobre cualquier nación en el mundo.
Pero la revolución tiene la obligación de frenar con astucia y decisión tales pretensiones.
APR: - ¿Qué resultados pueden esperarse en la cumbre de las Américas con respecto al conflicto EEUU-Venezuela?
RA- En principio, el presidente Maduro ha hecho una lectura audaz de la situación: "aunque nos provoquen, aunque nos agredan, no iremos a sus escenarios, vengan a pelear en el escenario de la movilización, de la opinión pública, de la diplomacia e irlos llevando al terreno electoral, donde podamos derrotarlos nuevamente" eso es audacia, y el escenario de la cumbre de las américas será el lugar para propinarle después de la derrota del ALCA en Mar de Plata la segunda derrota histórica del imperialismo en suelo latinoamericano.
Esto hay que verlo con detalles, porque se juega el repliegue coyuntural de las posturas injerencistas de EEUU frente al bloque unido de países latinoamericanos en su composición actual, y también la legitimidad que pudiera tener la OEA, por eso Obama intenta chantajear a los países del Caribe con prebendas mediocres, por eso presiona a los gobiernos del tratado del Pacífico.
APR: ¿Qué deben hacer los pueblos para contrarrestar esta situación de guerra?
RA- En Venezuela se debe entender la máxima del che: “no se puede confiar en el imperialismo ni tantico así”, por eso la recolección de firmas debe ser acompañada por un intenso proceso de movilización y una dedicada organización comunal y consejista: en cada comunidad, en cada fabrica, en cada campo un autogobierno popular que sepa combinar producción, abastecimiento, cultura, educación con una sólida estrategia miliciana.
Por otro lado, el llamado al patriotismo debe ser acompañado con una sólida estrategia internacionalista, no serán 10 millones de firmas nacionales, deben ser millones de firmas en todo el mundo sobre todo en Latinoamérica, porque la agresión a Venezuela es la agresión al mundo trabajador.
Sería una excelente medida, que el presidente Maduro con todo el conocimiento que tiene en materia internacional llamara junto al Polo Patriótico a la Internacional Antiimperialista que convocara a todas las fuerzas progresistas del mundo a una defensa unitaria contra la barbarie y la guerra que propone el imperialismo, necesitamos de una coordinación internacional política, cultural y militar que pueda frenar tales amenazas.
El Mundo Nos Espera!
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