Caracas, 31 May. AVN.- El periodista francés Roméo Langlois relató este jueves como fue su captura por parte de la guerrilla colombiana, durante un operativo del Ejército que buscaba destruir laboratorios de drogas en el departamento de Caquetá el 28 de abril pasado.
Desde Bogotá, el comunicador que fue entregado ayer por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) a una misión humanitaria, brindó una conferencia de prensa, donde señaló que no se encontraba vestido de militar cuando fue retenido, pero que llevaba puesto un casco y un chaleco antibalas.
Langlois indicó que pensó mucho utilizar esos implementos y tomó la decisión conciente de que en el operativo del Ejército se podrían desatar combates y enfrentamientos.
"Pensé en identificar el casco como prensa, con un trapo blanco, identificarme como civil si había combate (...) Decidí ponerme el casco, el Ejército no me forzó, lo pensé y lo acepté", afirmó.
El periodista explicó que el operativo militar "no era un show o un tour", y que él participó porque realizaba un reportaje sobre la lucha contra el narcotráfico.
Langlois relató que los soldados se trasladaban en dos helicópteros y que antes de los combates con las Farc, hicieron un aterrizaje donde destruyeron un pequeño laboratorio para procesar cocaína y quemaron media hectárea de plantaciones de coca.
En ese operativo, el comunicador dijo que filmó lo ocurrido y entrevistó al campesino que se encontraba en ese lugar.
Después de eso, el contingente militar se trasladó a otra zona del Caquetá y cuando uno de los helicópteros comienzan a bajar, reciben disparos desde la tierra, aunque la situación, según los soldados, era tranquila.
Igualmente, Langlois manifestó que tuvieron que descender de la aeronave "en formación de combate" porque "no sabían quiénes estaban disparando", aunque "deciden seguir el operativo" porque pensaban que había guerrilleros que podían capturar.
Luego de ese primer enfrentamiento, la unidad militar detiene a unos carros en un camino cercano e interrogan a pobladores sobre dónde hay un laboratorio de drogas.
Mientras tanto, los soldados se comunicaban a la base y "dicen que hay guerrilleros", afirmó Langlois.
Transcurrida más de una hora, comienzan nuevamente los disparos y el jefe militar de la misión le encarga al sargento José Cortes quedarse a cargo del periodista y escoltarlo hasta el helicóptero para sacarlo de la zona.
En ese momento, la insurgencia empieza a atacar por los costados: "Estábamos entre dos fuegos. Llega un tercer flanco. Los soldados se comunican y preguntan qué hacemos. Empieza a disparar el helicóptero", recordó Langlois.
Después de un intenso enfrentamiento, los soldados y el comunicador quedaron rodeados por guerrilleros, mientras seguían las ráfagas de ametralladoras.
Langlois explicó que en ese momento, estando en el suelo comenzó a arrastrarse y recibió un disparo en su brazo, al mismo tiempo, observó que el sargento Cortes había sido abatido.
Cuando los guerrilleros se acercaron, el periodista recordó que se encontraba escondido entre los arbustos y decidió entregarse, se quitó el casco y el chaleco, y dijo que no era militar, sino un civil y periodista, además de manifestar que estaba herido y necesitaba atención médica urgente.
Langlois estuvo en poder de las Farc, como prisionero de guerra, durante 33 días y fue liberado ayer, luego de la mediación de Colombianas y Colombianos por la Paz (CCP), y el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
El periodista fue entregado en una zona rural del Caquetá a la misión humanitaria conformada por la ex senadora Piedad Córdoba, tres miembros del CIRC y a Jean-Baptiste Chauvin, representante del gobierno francés.
En sus primeras declaraciones, Langlois expresó: "No me puedo quejar. Nunca me han tenido amarrado. Siempre me han tratado como un invitado. Me han dado buena comida (...) y siempre han sido muy respetuosos".
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