La polémica en torno al programa nuclear de Irán divide a la sociedad hebrea días antes de las negociaciones entre Teherán y el Sexteto de mediadores internacionales, previstas para el 23 de mayo.
Israel no acaba de tener claro si debe llevar a cabo o no una injerencia militar preventiva contra Irán, país que consideran productor de armas nucleares, pese a que Teherán insiste en que sus investigaciones son pacíficas y sólo tienen como fin proveer a su pueblo de energía.
Belicosidad verbal
Cuando se trata del programa nuclear iraní los políticos israelíes no escatiman palabras, y por momentos sus declaraciones son elocuentes.
“Estamos determinados a evitar que Irán desarrolle armas nucleares. Ponemos todas las variantes sobre la mesa y la contención definitivamente no es una opción”, declara el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu.
La retórica del ministro de Defensa de Israel, Ehud Barak, sigue la misma línea: las decepciones y mentiras iraníes están ahí y están bien documentadas, a pesar de lo cual algunas partes en la arena mundial, incluso algunas figuras israelíes políticamente motivadas prefieren hacer caso omiso”.
El delicado tema de las tensiones entre Tel Aviv y Teherán siembra discordias no sólo entre la comunidad internacional, sino también dentro del propio Estado hebreo.
La polémica entre los dirigentes de los servicios de seguridad y la cúpula gubernamental, sobre la necesidad o no de atacar a Irán es ya más que una piedra en el zapato del estado hebreo.
Un dilema sin debate
“Lo que vemos es que el Gobierno en realidad no percibe al país como algo íntegro. No hubo un debate público en torno al asunto de plantear una posible ofensiva contra Irán”, argumenta Jeff Barak, periodista de 'Jerusalem Post'.
“Existe la sensación de que dentro del mismo Gobierno sólo Barak y Netanyahu toman las decisiones. No hubo amplios debates dentro del gabinete de seguridad ampliado o limitado”, añade.
La mayor crítica hasta el momento ha sido formulada por el ex jefe del servicio de seguridad del país, Yuval Diskin: “quizás estoy abarcando asuntos muy difíciles. No confío ni en el primer ministro ni en ministro de Defensa. Les he visto de cerca. No son gente a quienes yo por lo menos encomendaría dirigir el Estado israelí, hacia un evento de esta magnitud”.
Ahora la cuestión más candente es si Israel se atreverá a llevar a dar un paso tan decisivo o no.
“Hasta el momento los militares o los dirigentes de los servicios de seguridad han logrado contener al Gobierno. Y recientemente todos los líderes del ámbito militar y de seguridad fueron reemplazados. El interrogante es cómo va reaccionar la cúpula actual”, se pregunta el periodista israelí Gideon Levy.
Aunque nadie puede decir con certeza si los políticos y militares israelíes llegarán a un consenso en este asunto o si el cisma se agudizará aún más, el desenlace con toda seguridad estará presente a lo largo del proceso de resolución del contencioso nuclear iraní. Especialmente en vísperas de la próxima ronda que mantendrá el Sexteto en Bagdad.
Artículo completo en:http://actualidad.rt.com/actualidad/internacional/issue_39746.html
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