Caracas, 13 Feb. AVN.- La Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) discute este lunes la situación de los derechos humanos en Siria, mientras crecen las presiones contra el país árabe, que mantiene su plan de reforma pese a que aumentan las operaciones internas de grupos opositores armados.
El debate en el organismo ocurre un día después de la decisión de la Liga Árabe (LA) de cortar nexos diplomáticos con Siria luego de una reunión en El Cairo, Egipto.
La LA también respaldó la iniciativa de crear una comisión conjunta de representantes de esa agrupación y la ONU para viajar a la nación árabe para verificar la situación sobre el terreno.
La mayoría de miembros de la Liga Árabe además acordó recrudecer las sanciones económicas contra Damasco y brindar apoyo político y financiero a la oposición siria, aunque sin emitir un reconocimiento tácito del denominado Consejo Nacional Sirio (CNS), reseñó Prensa Latina.
Estados Unidos y la Unión Europea son los principales promotores de la salida del poder del presidente sirio, Bashar Al Assad, quien tiene un masivo respaldo popular en su país.
Como otras medidas de presión, tanto la Casa Blanca como España, Francia, Italia, Reino Unido, Dinamarca, Túnez y otros países del Golfo Pérsico, retiraron sus embajadores de la nación árabe.
Estas posturas se concretaron luego de que las potencias occidentales fracasaron en la condena contra Siria dentro del Consejo de Seguridad de la ONU, ya que esa iniciativa fue rechazada por Rusia y China.
Por su parte, el canciller ruso, Sergei Lavrov, anunció que el gobierno de Moscú está "estudiando" la propuesta de la LA para la creación de una fuerza de paz conjunta de Naciones Unidas y de la propia Liga para operar en Siria.
El ministro explicó que la administración rusa ha pedido más detalles sobre la posible misión y ha reclamado un alto el fuego como condición necesaria para su creación.
Mientras esto sucede, en Siria las fuerzas del Ejército y la policía allanaron nuevos escondites de los grupos irregulares en las localidades de Daraa, Hama y Damasco Campo, donde fueron abatidos mercenarios y confiscaron armamento de guerra, municiones y explosivos, informó la agencia de noticias Sana.
Desde que comenzó el conflicto interno en Siria, el gobierno de Damasco denunció que los grupos armados irregulares son responsables del asesinato de más de tres mil civiles y agentes de seguridad.
Hasta el momento, estas pruebas presentadas por el Ejecutivo sirio en la ONU no fueron tomadas en cuenta o analizadas en el organismo internacional ni en el Consejo de Seguridad.
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